Por: Mayra Aguilar- Con la llegada de la primavera, las consultas por alergias suelen aumentar debido a la liberación de pólenes y otros alérgenos en el aire. Sin embargo, según el Dr. Alfonso Gauchat (MT 1755), especialista en alergias, el escenario actual es más complejo que en años anteriores. La pandemia del COVID-19 y el dengue han dejado huellas significativas en el sistema inmunológico de la población, complicando aún más la respuesta alérgica de muchas personas.

"El COVID y el dengue han hecho desastres en nuestro sistema inmunológico. Nadie es igual después de haber pasado por estas enfermedades, ni siquiera quienes creen que están recuperados", afirma el Dr. Gauchat. Explica que los pacientes que antes podían manejar sus alergias de manera controlada, ahora experimentan síntomas más severos, con una mayor frecuencia de casos de tos persistente, catarro, y complicaciones como sinusitis y bronquitis.

Alergias en primavera: un problema agravado por el COVID

"El sistema inmunológico ha cambiado y la respuesta no es la misma de antes", enfatiza el Dr. Gauchat. Según su experiencia, tanto el COVID como el dengue han dejado una población más vulnerable ante los alérgenos estacionales. Los síntomas que antes se limitaban a la rinitis alérgica ahora incluyen problemas respiratorios más graves como tos crónica y congestión severa.

El especialista también señala que las alergias respiratorias que suelen manifestarse en primavera, como la rinitis y la conjuntivitis alérgica, han aumentado en intensidad. "La conjuntivitis alérgica es de terror. La gente se frota mucho los ojos, especialmente los chicos, y eso puede llevar a un desprendimiento de retina", advierte. En este sentido, recomienda el uso de antihistamínicos potentes y un tratamiento adecuado para cortar los episodios alérgicos lo antes posible.

¿Cómo afectan las secuelas del COVID y el dengue?

El Dr. Gauchat menciona que muchas personas que contrajeron COVID o dengue han visto alterado su rendimiento físico e intelectual, experimentando fatiga, menor capacidad para dormir y mayor propensión a enfermarse. "Los pacientes vienen y me dicen: 'Antes tenía una rinitis, pero ahora es tos, catarro, moco'. Este año vimos casos de tos que duraron hasta 50 días, y ningún tratamiento parecía funcionar hasta que el virus responsable se iba", describe.

Esta situación ha cambiado el enfoque de la medicina alérgica. "Antes, los cuadros estaban más marcados, pero ahora las secuelas de estas enfermedades complican todo. Tenemos que repensar cómo tratamos las alergias, porque la medicina ha cambiado y mucho", reflexiona el especialista.

Recomendaciones para sobrellevar la primavera

A pesar de este escenario, el Dr. Gauchat subraya la importancia de la prevención y el tratamiento adecuado para minimizar el impacto de las alergias en primavera. Algunas de sus recomendaciones incluyen:

-Evitar el contacto con alérgenos manteniendo los ambientes ventilados en momentos de baja concentración de pólenes.

-Usar mascarillas o barbijos en días de alto nivel de polen, lo que ha demostrado ser eficaz no solo para prevenir enfermedades respiratorias, sino también para reducir la exposición a alérgenos.

-Tomar medicamentos antialérgicos bajo supervisión médica, ya que los síntomas persistentes pueden derivar en complicaciones mayores como sinusitis o bronquitis.

El especialista también insiste en la necesidad de consultar con un médico al primer signo de alergia. "No es recomendable aguantar los síntomas. Mientras más tiempo dure un episodio alérgico, más probabilidades hay de que se convierta en una patología mayor", concluye.

El cambio de estación trae consigo los tradicionales problemas alérgicos, pero en un contexto post-pandemia, las secuelas del COVID y otras enfermedades virales están complicando aún más el panorama. Consultar a tiempo con un especialista y seguir un tratamiento adecuado es esencial para evitar complicaciones mayores en esta temporada.