La pasión futbolera no se cambia por nada, pero la forma de alentar y compartir las sensaciones de alegría, sufrimiento y euforia se ha transformado mucho en esta época de Instagram y TikTok.
Un Mundial sigue siendo un Mundial, se juegue donde se juegue. Desde aquel primero de 1930 en Uruguay, hasta el que se está dando actualmente en Qatar, todos han captado la atención de incontables aficionados alrededor del mundo.
Sin embargo, desde la aparición de las redes sociales en nuestras vidas estos acontecimientos se han visto amplificados exponencialmente. Hoy en día ya no solo podemos seguir las coberturas periodísticas tradicionales, sino que también nos podemos enterar hasta de cómo son los festejos en los vestuarios en tiempo real. También es posible inmiscuirse por un rato en el descanso y el tiempo libre de algunos jugadores que hacen streaming desde los lugares menos pensados.
Mucho ha cambiado para los deportistas, pero también para los hinchas. Cientos de miles de personas comparten sus previas, festejos y reacciones en línea. Así es como las redes se han convertido en una colorida tribuna global, donde es posible disfrutar viendo las camisetas, las banderas, el cotillón y hasta los disfraces más alocados para alentar a cada país.
¿Qué se canta? ¿Cómo se festeja? ¿Cuán fuerte se grita un gol? Hoy tenemos abundancia de respuesta a esas preguntas con solo explorar en Instagram, Youtube o TikTok. De hecho, la misma TV o la radio extraen material de estas fuentes para usarlo en sus transmisiones. La fiesta es más mundial que nunca y cada uno aporta su propio colorido. Es más, todo ese aliento no es en vano, ya que los mismos jugadores acceden a ese apoyo masivo desde sus propios teléfonos celulares. Varios de ellos han declarado que lo reciben y en general les gusta contar con el respaldo de la gente de esa forma.
Por supuesto que los rafaelinos no se pierden la oportunidad de formar parte de esta platea real y virtual. Desde los que se fueron a Qatar hasta los que se quedaron a alentar en la Perla del Oeste, todos pueden ser parte de esta gran celebración que dura casi un mes.
Así podemos recordar el caso de Julia Broda e Ignacio Granados, quienes manejaron miles de kilómetros hasta Doha arriba de una camioneta con la bandera argentina e imágenes de Maradona y Messi. En su cuenta de Instagram fueron mostrando de forma audiovisual todo lo que tuvieron que atravesar para llegar a alentar al equipo de Scaloni.
Los que se quedaron acá
Por su parte, los que se quedaron acá inundaron sus cuentas con fotos y videos de los festejos sobre boulevard Santa Fe, demostrando al mundo que desde nuestra ciudad se apoya fuertemente a la Selección. Entre todo ese colorido local, hubo alguien que se destacó por su originalidad. Se trata de Juan, un vecino que sacó a relucir una enorme bandera argentina de aproximadamente 20 metros. Colgada frente a su casa del barrio Barranquitas, resultó ser un imán para cientos de personas que ya se han acercado para tomarse una foto… ¡y por supuesto compartirla en sus redes!
"Esta bandera la tengo desde el 86, tiene mucha historia y siempre que juega Argentina la tenemos colgada porque es una cábala. La cuidamos, la guardamos, pero no la lavamos porque los trapos no se lavan. Me la regaló un amigo de San Cristóbal y desde ahí que la tengo", contó Juan, parado frente al impecable símbolo patrio que engalana su vivienda de calle Carlos Gardel.
Acerca de la atracción que genera la gran bandera, también dijo que "en este barrio vienen muchos a sacarse la foto. Además acá nos juntamos a ver los partidos y aunque seamos muchos siempre hacemos un lugarcito y cada uno tiene su sillón". Para finalizar, aclaró que si se gana el partido contra Países Bajos, piensa ir con toda la familia al centro a festejar. ¡Habrá que ver si lleva la bandera!
También hay otras personas que aprovechan las herramientas digitales para vivir los partidos junto a sus seres queridos, a pesar de que los separen largas distancias. Eugenia es una arte terapeuta santafesina que temporalmente está viviendo por trabajo en Ginebra, Suiza. Aunque no suele seguir el fútbol de cerca, admite que durante los mundiales se desconoce a ella misma por la forma en que se fanatiza con la Selección. Como durante los encuentros con México y Polonia no tuvo con quien juntarse a verlos, decidió mantener una videollamada con sus amigos de Rosario durante el partido contra Australia.
"Me aburre verlos sola, porque no tengo con quien gritar o alocarme en los goles. Es el primer Mundial que tengo que estar lejos de mi familia y amigos, así que decidimos hacer videollamadas por WhatsApp para verlos juntos y de alguna manera es como estar ahí con todos".
Sin dudas los tiempos han cambiado y las opciones para vivir la Copa del Mundo se multiplicaron aceleradamente. Por supuesto que nada reemplaza la emoción de ir a la cancha y vivir en primera persona este tipo de evento. Pero la realidad es que hoy es posible ser parte activa de aquello que se está dando en la otra punta del mundo.
La Real Academia Española define la palabra "fiesta" como un "acto o conjunto de actos organizados para la diversión o disfrute de una colectividad". Y aunque ese disfrute a veces se empañe porque los resultados no son los que uno quisiera, no ha habido en la historia de los Mundiales una época más propicia para afirmar que este campeonato se ha convertido ya en una verdadera fiesta para todos.
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