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Internacionales

Mientras Israel se adentra en Gaza, decenas de miles de palestinos siguen huyendo

Marchan por una carretera salpicada de cráteres de ataques aéreos y bordeada de edificios en ruinas. Mientras, las autoridades israelíes informaban que sus tropas habían penetrado en el corazón del bastión de Hamas en la ciudad, densamente poblada.

Decenas de miles de civiles desesperados, algunos ondeando banderas blancas, huyen del norte de la Franja de Gaza esta semana, marchando por una carretera salpicada de cráteres de ataques aéreos y bordeada de edificios en ruinas, mientras las autoridades israelíes informaban que sus tropas habían penetrado en el corazón del bastión de Hamas de la ciudad de Gaza, densamente poblada.

Naciones Unidas calculó que, hasta el martes, 40.000 personas habían salido del norte de Gaza por la única ruta hacia el sur, después de que las autoridades israelíes dijeran a los residentes del enclave asediado que evacuaran "por su propia seguridad", y miles más salieron el miércoles.

Las evacuaciones se aceleraron en parte debido al grave deterioro de la situación humanitaria en el norte de Gaza, donde prácticamente no hay alimentos ni agua potable. Las fuerzas israelíes también han intensificado su ataque terrestre en el norte, "estrechando el cerco en torno a la ciudad de Gaza" y llevando a cabo ataques coordinados en el interior de la ciudad, según declaró el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, en declaraciones televisivas el martes por la noche.

A medida que se fue extendiendo la invasión terrestre, el ejército israelí dijo que ofrecía un margen de tiempo diario en el que garantizaría el paso seguro de los civiles.

En fotografías y videos difundidos por el ejército israelí el miércoles, quinto día de apertura del corredor de evacuación, se veía a hombres, mujeres y niños caminando entre edificios semidestruidos. Algunos iban en carros tirados por burros, pero la mayoría caminaba por la calle Salah Al-Din, que lleva el nombre del sultán y conquistador musulmán del siglo XII -conocido en Occidente como Saladino- que arrebató Jerusalén a los cruzados. Llevaban bolsas pequeñas, pero no valijas.

Las Naciones Unidas señalaron que la mayoría de los que hicieron el viaje de horas, incluidos niños, ancianos y discapacitados, viajaron a pie con pocas pertenencias. Algunos de los que llegaron al sur informaron que habían tenido que cruzar puestos de control israelíes, donde, según dijeron, las fuerzas israelíes practicaban detenciones.

Aunque muchos huyeron, cientos de miles de civiles permanecieron en el norte de Gaza. Aunque algunos son físicamente incapaces de marcharse, otros manifestaron que el sur no parece más seguro y que la carretera que conduce hasta allí es demasiado peligrosa.

Los ministros de Asuntos Exteriores del Grupo de las 7 democracias industrializadas, incluido Estados Unidos, pidieron el miércoles "pausas humanitarias" en los combates y corredores en Gaza "para facilitar la ayuda que se necesita urgentemente, el movimiento de civiles y la liberación de rehenes". La declaración se quedó corta a la hora de pedir un alto el fuego, que según el secretario de Estado Antony Blinken correría el riesgo de dejar a Hamás en su lugar con la "capacidad de repetir el 7 de octubre una y otra y otra vez".

En declaraciones a los periodistas en Tokio, donde se reunieron los ministros de Asuntos Exteriores, Blinken dijo que los palestinos deberían tener un Gobierno bajo la Autoridad Palestina que una Gaza y Cisjordania. Sus comentarios proporcionaron el esbozo más claro hasta ahora de lo que Estados Unidos prevé cuando termine la guerra.

En los últimos días, algunas personas que hicieron o intentaron el viaje para salir del norte de Gaza afirmaron que les dispararon desde la dirección de los tanques israelíes, a pesar de la promesa de un paso seguro, mientras que otras informaron que han visto cadáveres o partes de cuerpos alrededor de la carretera. Las Naciones Unidas tienen conocimiento de estos informes, pero no han detectado a los responsables, según un funcionario de la ONU que pidió no ser identificado debido a lo delicado del asunto.

El domingo, Anas Al Kourd, paramédico del Hospital "Al Shifa" de la ciudad de Gaza, conducía hacia el sur con un grupo que incluía a su prima, a la que habían amputado las piernas tras resultar herida en la guerra, y a cuatro niños. Relató que su automóvil era el único vehículo a la vista. A su alrededor, la gente levantaba las manos en señal de rendición mientras caminaban, llevando banderitas blancas.

Una salida peligrosa

Cuando se acercaban a la plaza Kuwait, una de las principales intersecciones de la ciudad de Gaza, les dispararon, obligándolos a retirarse.

Dos o tres veces intentaron avanzar, pero tuvieron que dar la vuelta por los disparos. Dijo que cuando por fin llegaron a la plaza, pudo ver más de 50 tanques israelíes cerca, donde antes había un olivar. Relató que ondeaba una manta en lugar de una bandera blanca, mientras algunos de sus compañeros agitaban sus pasaportes alemanes rojos.

Al Kourd había recorrido aproximadamente un tercio de la distancia restante hasta la zona central de Gaza, chocando contra árboles astillados y bloques de hormigón, cuando volvieron a dispararles. Conducía a "velocidad de locos" para alejarse, dijo, cuando un misil o una bomba detonaron cerca. Nadie resultó alcanzado, pero un cráter en la carretera hizo volar su auto.

"No sé cómo sobrevivimos", dijo un día después, tras llegar a la zona central de la Franja de Gaza. Su versión no pudo ser confirmada de forma independiente. Fuente: Clarín.

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