El ejército israelí anunció ayer que cercó completamente la ciudad de Gaza, una semana después de haber iniciado las operaciones terrestres en la Franja homónima gobernada por el movimiento islamista palestino Hamas.
«Nuestros soldados terminaron de cercar la ciudad de Gaza, centro de la organización terrorista Hamas», declaró el portavoz del ejército, Daniel Hagari.
Hamas, en tanto, afirmó que Gaza será la «maldición» de Israel y que los soldados que participan en las operaciones en el territorio palestino volverán a Israel «en bolsas negras».
«Gaza será una maldición en la historia de Israel», declaró en un mensaje de audio Abu Obeida, portavoz de las Brigadas Ezzedin al Qassam, y agregó, dirigiéndose a los israelíes: «Muchos de tus soldados volverán en bolsas negras».
Israel prometió «aniquilar» a Hamas desde la incursión de comandos islamistas que el 7 de octubre mataron a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a cerca de 240 llevadas como rehenes a Gaza, según el balance oficial del país.
En represalia, Israel desencadenó una campaña de incesantes bombardeos, reforzados con incursiones terrestres desde el viernes pasado, que según Hamás dejaron más de 9.000 muertos, entre ellos 3.760 niños.
Israel impuso además un asedio prácticamente total de ese territorio de 362 km2 y unos 2,4 millones de habitantes, apenas flexibilizado en los últimos días para encaminar algunas provisiones a una población privada de agua, comida, medicamentos y electricidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció el jueves el cúmulo de obstáculos que limitan la llegada de ayuda humanitaria.
La situación «en el terreno en Gaza es indescriptible», alertó el director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El Ministerio de Salud del enclave afirmó que al menos 27 personas murieron cerca de una escuela de la ONU en el campo de refugiados de Jabaliya, el mayor de Gaza, que también fue bombardeado el martes y el miércoles.
Según Hamas, 195 personas murieron en los bombardeos contra Jabaliya esos días, un balance que la AFP no pudo verificar independientemente.
Israel justificó el primer bombardeo del campo alegando que le había permitido eliminar a uno de los responsables del ataque del 7 de octubre.
La Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) señaló que cuatro de sus escuelas que albergaban a unos 20.000 desplazados quedaron dañadas por los ataques.
El paso de Rafah, única salida de la Franja que no está controlada por Israel, abrió este jueves por segundo día y un centenar de extranjeros, en muchos casos con doble nacionalidad, pudieron salir hacia Egipto. El miércoles fueron más de 400, entre heridos y extranjeros.
«Esta guerra es la peor que jamás haya visto el pueblo palestino», declaró a la AFP Shams Shaath, una adolescente con pasaporte estadounidense que esperaba salir por Rafah.
En total, unas 400 personas estaban inscritas para partir durante la jornada y Egipto afirmó que se preparaba para acoger hasta «7.000» extranjeros de «más de 60» nacionalidades.
Entre las personas evacuadas el jueves figuran cientos de estadounidenses, así como decenas de belgas, griegos o croatas, según una lista consultada por AFP.
Expertos independientes de Naciones Unidas alertaron el jueves que los palestinos enfrentan un «grave riesgo de genocidio» en Gaza.
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