Este domingo 17 de noviembre es un día muy especial para una parte de los militantes políticos porque se celebra el "Día de la Militancia" en la Argentina. Esta conmemoración tuvo su origen en el peronismo.
El "Día de la Militancia" se celebra en Argentina para conmemorar la fecha en la que el general Juan Domingo Perón volvió al país tras 18 años de exilio, luego del golpe de Estado conocido como "Revolución Libertadora" que tuvo lugar en septiembre de 1955.
El 17 de noviembre de 1972 marcó la primera vuelta, aunque no la definitiva, del líder justicialista, quien se instalaría finalmente en el país desde el 20 de junio de 1973, luego de que Héctor J. Cámpora asumiera la presidencia.
El regreso de Juan Domingo Perón al país
El 17 de noviembre de 1972, en un avión proveniente de Roma, Juan Domingo Perón aterrizó a las 11.20 en Ezeiza. En DC-8 de Alitalia viajaban 154 hombres y mujeres, entre ellos, 22 presidentes provinciales del Partido Justicialista y del distrito capital, miembros retirados de las Fuerzas Armadas, de la Confederación General del Trabajo, las 62 Organizaciones, empresarios, ex funcionarios y legisladores, científicos y artistas, que acompañaban al líder de los trabajadores en su regreso.
El retorno de Juan Domingo Perón al país marcó el final de un ciclo político. Otro gobierno de facto, conocido como "Revolución Argentina" y que había comenzado en 1966, comenzaba a resquebrajarse por la situación económica junto con la cada vez más conflictiva situación política a la que intentó disciplinar sin éxito a base de represión. La vuelta de Perón era todo un símbolo.
El verdadero significado
El 17 de noviembre de 1972, el general Juan Domingo Perón llegaba al aeropuerto de Ezeiza luego de 18 largos años de exilio en Europa. El "líder de los trabajadores" volvía al país acompañado por una comitiva de más de 150 mujeres y hombres, entre ellos científicos/as/es, ex funcionarios/as/es, legisladores/as y artistas, esperados por una multitud bajo la lluvia que ansiaban el retorno del expresidente luego de casi dos décadas de proscripción.
La llegada de Perón representaba el final de un ciclo político: aquel golpe de estado que lo había derrocado en 1955 conocido como "Revolución Libertadora" había comenzado a desmoronarse debido a la delicada situación económica, política y social del país producto de años de desidia, violencia estatal y vulneración de derechos. Pero la razón profunda del fin de aquella dictadura fue la tarea incansable de la militancia peronista durante 18 años: desde la Resistencia Peronista inicial hasta los/as jóvenes de fines de los sesenta y principios de los setenta. Todo un pueblo incansablemente movilizado -pese a la represión y a la persecución- para que su líder y conductor retorne al país.
Aquella jornada representó no sólo un nuevo capítulo en la historia política de nuestro país, sino que además cimentó el nacimiento de una nueva primavera peronista donde se encontraron por primera vez distintas generaciones militantes.
Desde aquellos/as/es compañeros/as/es históricos/as/es que habían acompañado el proyecto desde el primer gobierno peronista, hasta las juventudes que habían crecido durante la sucesión de gobiernos antiperonistas y bregaban por una nueva etapa democrática que permita al peronismo la posibilidad de disputar las próximas elecciones.
La enorme expectativa que significaba el "operativo retorno", emocionó al general siendo el mismo quien se dirigió directamente a sus militantes para agradecer el apoyo incondicional:
"Pocos podrán imaginar la profunda emoción que embarga a mi alma, ante la satisfacción de volver a ver de cerca a tantos compañeros de los viejos tiempos, como a tantos compañeros nuevos, esa juventud maravillosa que, tomando nuestras banderas para bien de la patria, están decididos a llevarlas al triunfo".
Si bien esta jornada no se libró de incidentes propiciados por el poder de turno, la mística y resistencia de quienes pusieron el cuerpo aquel día y los meses posteriores, permitieron que menos de un año después, tras la renuncia del enorme compañero Héctor Cámpora, Perón triunfe en las elecciones de septiembre del '73 inaugurando el tercer gobierno justicialista que culminó el día de su muerte, ocurrida el 1 de julio de 1974.
Para quienes llevamos la bandera de Perón, Evita, Néstor y Cristina, este día no sólo conmemora y homenajea el ser militante, sino que nos invita a una constante renovación de un compromiso: compromiso con los valores que nos enseñaron los casi 20 años de proscripción, los constantes ataques de la derecha y los sucesivos golpes de Estado. La perseverancia, las convicciones y la resistencia encuadradas en aquella foto que quedó marcada para siempre en nuestra historia, la de aquel aeropuerto colmado de compañeros/as/es que nos recuerda el valor de poner el cuerpo y no perder la esperanza.
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