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Deportes

Un chileno ganador en Turismo Carretera

Jorge Ternengo

Por Jorge Ternengo

Raúl Jaras Fleischmann nació en Santiago el 14 de Mayo de 1931. Desde niño recibió como apodo "Papín", el que lo acompañaría en su larga y brillante carrera en el automovilismo, tanto en Chile como en el extranjero.

Se inicia en la actividad deportiva precozmente y, como tantos campeones, a bordo de una motocicleta. Debutó en el automovilismo cuando tenía apenas 17 años, en 1948. No tenía licencia de conducir ni tampoco permiso paterno...

En diciembre de 1950, con apenas 19 años, triunfa en la carrera preliminar el Grand Prix de Chile para autos de fórmula, en el circuito de Pedro de Valdivia Norte. Manejando un auto inglés Vauxhall, también resulta ganador en la categoría de coches carrozados. Una victoria que que significó mucho para su futuro.

Posteriormente pasaría a identificarse con la marca Chevrolet en la serie mayor del automovilismo, con la que haría toda su brillante carrera deportiva en Chile.

Raúl Jaras fue el máximo exponente de esa marca de la General Motors, junto a sus compañeros de equipo Eugenio Velasco y Luis Hernán Videla, en la lucha permanente de Chevrolet contra los numerosos Ford de Turismo Carretera. En las décadas del '50 y del '60 fue el protagonista del automovilismo chileno y ganand innumerables carreras no solo en Chile sino también en Perú y Argentina.

Venció más de una vez prácticamente en todos los circuitos en que se corría en aquellos años, como el de Las Tres Provincias, el Circuito Sur, el de Pedro de Valdivia, el del Parque Cousiño, el de Limache, el de Quilpué-Villa Alemana, el Circuito de Los Dominicos, el de Viña del Mar, el de La Serena, de Mendoza, etc., etc. No había ciudad o pueblo donde no conocieran al Chevrolet Wayne de color rojo que pasaba raudamente por los caminos.

En el larguísimo Gran Premio del Perú de 1953, de frontera a frontera, Jaras punteaba la competencia después de varios días de carrera, decidió retirarse de la prueba por problemas con la organización.

Al año siguiente, en 1954, tiene una destacada actuación en la Carrera Panamericana de México piloteando un Chevrolet Bel Air que le proporciona la fábrica desde Estados Unidos.

En 1956 compite en dupla junto a Eduardo Kovacs en los famosos 1.000 Kilómetros de Buenos Aires, prueba válida por el campeonato mundial, la que es ganada por Stirling Moss a bordo de un Maserati. Papín Jaras y Kovacs, piloteando un Mercedes 300SL Alas de Gaviota, obtienen un espectacular 6° lugar, superando incluso a los Mercedes Benz del equipo oficial germano, lo que los hizo merecedores de una especial felicitación de los representantes de la fábrica en Alemania, por los puntos obtenidos por los chilenos para la Mercedes en el mundial de marcas.

Después, con su fiel cupecita Chevrolet de Turismo Carretera, Raúl Papín Jaras se consagra Campeón de Chile reiteradamente entre los años 1964 y 1969. Sus victorias y éxitos deportivos son realmente innumerables a lo largo del país, y también en la Argentina.

A comienzos de 1965 es el único chileno en disputarles a los mejores pilotos argentinos la famosa Carrera Internacional Dos Océanos, entre Mar del Plata y Viña del Mar, con regreso hasta la ciudad balneario en el Atlántico. Luchando con volantes de la talla de Dante Emiliozzi, Carlos Pairetti, Rodolfo De Alzaga, Carmelo Galbato, Jorge Cupeiro, y Juan Manuel Bordeau, entre otros.

Raúl Jaras logra finalmente un excelente 6° lugar, demostran su pericia, como en la etapa de Mendoza a Viña del Mar, llegando segundo a la meta viñamarina, muy cerca del vencedor Rolo de Alzaga, pese a haber partido de Mendoza en el décimo lugar.

Es que "Papín" Jaras fue siempre un ganador nato, no un segundón. Corría para vencer, no para cuidar el auto Por eso mismo es que era habitual verlo ganar, con su inigualable calidad conductiva. Si no era el vencedor estaba siempre en el podio. Era lo normal, y con una fuerte mentalidad ganadora.

Entre sus triunfos más destacados en carreras de largo aliento por carreteras chilenas figuran el Gran Premio Puerto Montt-Santiago de 1958, y el Gran Premio SOPESUR, donde venció en dos versiones seguidas, las de los años 1964 y 1965. En esta última, demoró apenas 9 horas 53 minutos y 14 segundos para el total de la carrera, que unía las ciudades de Santiago, Puerto Montt y Concepción, al increíble promedio de 173.863 KPH.

Algunos de los impresionantes récords que es tableció Papín Jaras dejan en claro que era un piloto velocisimo: de Santiago a Temuco, tardó 3 horas 36 minutos; de Santiago a Valdivia, 4 horas 36 minutos; de Santiago a Puerto Montt, 5 horas 54 minutos. Sin duda una hazaña, especialmente considerando cómo era la ruta al sur en el año 1965, que incluía hasta la temida cuesta de Lastarria y pasaba por dentro de todas las ciudades.

Es que "Papín" Jaras fue siempre un ganador nato, no un segundón. Corría para vencer, no para cuidar el auto. Por eso mismo es que era habitual verlo ganar, con su inigualable calidad conductiva. Si no era el vencedor estaba siempre en el podio. Era lo normal, y con una fuerte mentalidad ganadora.

A partir de 1969 Papín se radica en la Argentina, ya que en vista de su exitosa perfomanse es contratado por el poderoso equipo oficial Torino de la fábrica IKA-Renault, con el que tiene un debut espectacular y sale campeón ese mismo año. En argentina se hizo muy famoso como gran volante de los Torino, e incluso fue contratado para: un Raid de Buenos Aires a Nueva York, lo que Raúl Jaras logró completar con gran éxito y sin percances tardando apenas 9 días de viaje. Esta hazaña tuvo una gran cobertura publicitaria, especialmente al culminar la maratónica travesía que culminó con Papín entrando sonriente en su Torino 380 por la Quinta Avenida de Nueva York.

Terminaría lamentablemente su carrera deportiva debido a un grave accidente sufrido en la Argentina, del que se recuperó casi por milagro. Por suerte salió adelante con su temple, valentía y tenacidad de siempre.

Las multitudes que lo admiraron y vitorearon a su veloz paso por pueblos y ciudades de todo Chile, Argentina y Perú lo recuerdan con mucha admiración y cariño desde su fallecimiento el 18 de enero de 2013.

El autovilismo y yo automovilismo turismo carretera

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