En el inicio de su participación en los Juegos Olímpicos Paris 2024, la selección argentina de fútbol sub-23 enfrentó una polémica derrota frente a Marruecos. El partido estuvo marcado por momentos controvertidos, incluyendo las persistentes pérdidas de tiempo y las invasiones de campo por parte de los simpatizantes. Sin embargo, el mayor foco de crítica se centró en la decisión del árbitro de añadir 15 minutos adicionales al final del tiempo reglamentario.

Aunque inicialmente la razón detrás de esta decisión no estaba clara para muchos, posteriormente se explicó que se debió a la implementación de un nuevo sistema de cronometraje en el VAR, diseñado para registrar el tiempo perdido durante interrupciones del juego. Esta nueva herramienta, según fuentes cercanas a la organización de los Juegos Olímpicos, está siendo probada como parte de una iniciativa para mejorar la precisión en la medición del tiempo de juego efectivo.

La derrota de Argentina frente a Marruecos, además de poner en tela de juicio el rendimiento del equipo, ha suscitado debates sobre la gestión del tiempo en los partidos de fútbol, especialmente en competiciones internacionales de alto nivel como los Juegos Olímpicos.