Cambio de esquema, de nombres y mentalidad. Fernando Gago pateó el tablero para afrontar el duelo ante Sarmiento de Junín en el Cilindro de Avellaneda. La derrota con Godoy Cruz dejó una herida sensible en la Academia, y por tal motivo Pintita presentó un equipo con línea de tres, un mediocampo poblado y un nueve de jerarquía: Paolo Guerrero.

El reconocimiento para Gabriel Hauche por sus 200 compromisos con la camiseta albiceleste y el constante afecto de los hinchas a Lisandro López fueron algunos condimentos que se reflejaron en la previa, antes de que Facundo Espinoza levantara el telón del espectáculo que le dio continuidad a la séptima fecha de la Liga Profesional.

La primera acción de peligro paralizó los corazones locales, dado que Licha, el último gran ídolo del club, se escapó por el sector derecho y sorprendió a Gabriel Arias con un remate rasante que pegó contra el lateral de la red. La sociedad con Luciano Gondou fue una de las claves que le permitió al experimentado delantero generarse el espacio para lastimar al club que lo vio nacer.

Las respuestas locales llegaron a través de Matías Rojas, su mejor hombre que llamativamente aún no renovó su continuidad en la entidad bonaerense. El paraguayo se adueñó de la ofensiva y con su notable pegada exigió constantemente a Sebastián Meza. Otro recurso fue el equilibrio que aportó Aníbal Moreno, quien amenazó con disparos de media distancia que pusieron en jaque a la última línea del Verde.

Antes del descanso Lucas Melano estuvo cerca de silenciar al Presidente Perón con una intervención que terminó con un remate que se fue a centímetros del ángulo más lejano de Arias. Si bien el arquero tenía controlado el trayecto de la pelota, las libertades del ex Belgrano encendieron las alarmas racinguistas.

Tuvo que aparecer la zurda más peligrosa del fútbol argentino para que la Academia se ponga en ventaja. Matías Rojas, amo y señor del encuentro, se sacó de encima a dos marcas con sus amagues y festejó el 1 a 0 con una ejecución brillante que dejó fuera de escena al Mono Meza. Y antes de que los intérpretes se fueran al descanso, Tomás Avilés estrelló un disparo contra el travesaño que mereció ampliar la diferencia.

En el complemento Israel Damonte emparejó el pleito con los ingresos de Javier Toledo y Sergio Quiroga. En medio del desorden de la visita, Racing terminó el choque incómodo. Si bien pudo liquidar el encuentro con las proyecciones de Gabriel Hauche y las apariciones de Jonathan Gómez, la ausencia de eficacia de Maxi Romero dejó el cotejo abierto hasta los últimos movimientos. El conjunto de Gago justificó el triunfo por la producción realizada en la primera etapa. Y como le pasa habitualmente, el elenco de Pintita atravesó un sufrimiento innecesario.

El Globo se quedó sin invicto

Con la llegada de Eduardo Domínguez a la Ciudad de las Diagonales, Estudiantes renovó sus esperanzas en la Liga Profesional. Y el compromiso ante Huracán parecía ser la oportunidad perfecta para encaminar el rumbo del Pincha que llegó a la séptima fecha sin triunfos como local.

Las combinaciones ofensivas entre Pablo Piatti, Benjamín Rollheiser y Leonardo Godoy gestaron la conquista de Mauro Boselli, quien celebró el 1 a 0 cuando el cronómetro de Leandro Rey Hilfer apenas había superado los 10 minutos.

La superioridad platense se amparaba en la diferencia jerárquica de los intérpretes, pero en el complemento Diego Dabove hizo reaccionar a sus dirigidos y con el ingreso de Juan Garro alcanzó el empate para silenciar al estadio UNO Jorge Luis Hirschi.

Parecía que la repartición de puntos iba a conformar al Globo y generar malestar en el León. Sin embargo, la expulsión de Gastón Sauro por doble amonestación debilitó al combinado de Parque Patricios y Estudiantes consiguió quebrar la paridad con una obra maestra de Santiago Ascacibar. El Rusito improvisó una tijera en tiempo de descuento y selló el triunfo por 2 a 1 para garantizar la primera alegría como local en lo que va del torneo doméstico. Técnico que debuta...