20.45 El argentino fue elegido como la figura del 4-0 ante el Nantes que le permitió al elenco parisino alzar la Supercopa de Francia.
Lionel Messi comenzó de la mejor manera la temporada que en noviembre contará con el Mundial de Qatar. El delantero, de 35 años, fue la gran figura (elegido por la organización) en la victoria 4-0 del PSG ante el Nantes por la Supercopa de Francia, disputada en Israel. El argentino anotó el primer gol con una definición espectacular, y supo asociarse con Verratti, Vitinha, Neymar y Sarabia, en una estructura distinta, la que propone el nuevo entrenador Christophe Galtier.
Partiendo desde una posición más centralizada (no tan volcado a la derecha como lo utilizaba Pochettino), la pelota pasó mucho por la Pulga, aprovechando la inclusión del portugués Vitinha, más proclive a la asociación en corto. Esos toques continuos lo mantuvieron activo, algo que también demostró en algunos regates efectivos.
A los 22 minutos, su obra de arte: Neymar lo buscó con un balón filtrado, que se fue un poco largo, pero el atacante llegó igual. Apremiado por la salida del arquero Lafont, en lugar de definir con poco margen, enganchó hacia afuera, superó a su adversario y resolvió de derecha. Muchos en las redes compararon su definición con la de Maradona ante Inglaterra en el Mundial de México 1986, por la similitud con la última gambeta. aunque Diego, claro, tocó de zurda hacia la red.
Leo había anotado el primer tanto de la pretemporada, y también se apuntó la primera conquista oficial del club en el periodo 2022/2023.
Más de su menú: a los 39 asistió al brasileño, quien remató desviado (sancionaron offside, pero se hallaba habilitado). Y a los 43 reunió a tres rivales con un rodeo, pasó y llegó hasta las narices del guardameta. Definió de zurda, al palo derecho, pero este duelo lo ganó Lafont. Eso sí, le dejó el tiro libre a su amigo Ney en el epílogo, y su compañero lo colgó de un ángulo para el 2-0 parcial.
Su show (y su incidencia en el desarrollo) continuó en el complemento. Con mucha actividad, incluso en la presión. Fue él quien inició la acción del penal que Neymar transformó en el 4-0, alargando para un Pablo Sarabia que cumplió con su función, apareciendo con sorpresa y colaborando en el retroceso.
Y mereció apuntarse un segundo gol, que pudo haber llegado a los 42′, luego de que (otra vez) Neymar lo habilitara con un pase de izquierda a derecha. Messi controló y buscó superar al portero con un sombrerito sutil, pero los 196 centímetros de altura de Lafont pudieron más.
No hizo mella en su felicidad. Recibió con una sonrisa el premio individual, la medalla y el trofeo, ya sobre el escenario ocasional, junto al resto de sus compañeros. Y, distendido, hasta se dio el lujo de dialogar con Neymar, Sarabia e Icardi, como si estuvieran en el hall de su casa, sobre una jugada puntual del gran encuentro del PSG.
Luego de una primera temporada en París signada por las lesiones y un equipo de andar irregular (así y todo ganó la Ligue 1), Messi apuesta a mostrar su mejor nivel y llegar en alza a Qatar 2022, su cuenta pendiente con la selección argentina.
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