Agustín Canapino aprovechó el último contacto con el óvalo del Indianapolis Motor Speedway antes de las míticas 500 Millas al quedar sexto en el Carb Day, que dominó el japonés ex Fórmula 1 Takuma Sato.

En la novena de sus 74 vueltas del entrenamiento final, el arrecifeño registró su mejor tiempo (39.7295) a una velocidad promedio de 226.532 millas por hora y a 0.2307 del ganador dos veces de la Indy 500.

Luego de Sato, se ubicaron Scott Dixon, Will Power, Alex Palou -el poleman- y Kyle Kirkwood. Su compañero en el Juncos Hollinger Racing, Callum Ilott, en cambio, quedó penúltimo en la mejor de sus 66 vueltas.

A raíz de su rendimiento, Canapino levantó elogios, entre ellos el del experimentado Josef Newgarden, campeón de la IndyCar en 2017 y 2019 y actual subcampeón.

"Canapino viene siendo una gran sorpresa durante toda la temporada. ¿Si puede ganar? No sé, creo que lo hará. Tiene a toda Argentina con él”, expresó el estadounidense de 32 años.

Canapino, en tanto, se mantuvo con los pies sobre la tierra y afirmó tras el entrenamiento: "No pienso en salir a ganar o en un podio".

Una sesión con algunos sustos

Las dos últimas horas de actividad antes de la carrera tuvieron algunos incidentes y banderas, entre ellas la negra que le mostraron a Ryan Hunter-Reay por una fuga de líquido de la caja de cambios de su coche de Dreyer y Reinbold. "Es mejor que haya ocurrido hoy que el día de la carrera, pero hemos perdido una hora de entrenamientos", se lamentó.

Katherine Legge, quien el lunes protagonizó un temible accidente, provocó una amarilla cuando la tuerca de su rueda trasera izquierda se desprendió de su Rahal Letterman Lanigan Racing justo después de la mitad de la sesión.

Entre los pinchazos, Herta sufrió un enorme bloqueo en la parte delantera derecha al entrar en boxes que reventó su neumático, mientras que a Devlin DeFrancesco se le explotó el delantero derecho de su Andretti en la curva 2 y tuvo que esforzarse para mantenerse lejos del muro. "Creo que fue sólo un neumático cortado, estábamos usando un juego viejo para la práctica de pit stop. ¡Definitivamente me aceleró el corazón!", confesó.

Fuente: Clarín