El 28 de Mayo de 2023 será recordado por todos los fanáticos fierreros argentinos. Hoy, después de 83 años, un piloto nacional compitió en las 500 Millas de Indianápolis. Gracias a la convocatoria de Ricardo Juncos, Agustín Canapino formó parte de la mítica prueba, que ostenta más de cien años de historia. En un proyecto impensado hace poco más de medio año, cuando el «Titán» de Arrecifes batallaba en las distintas categorías del automovilismo nacional y siempre a bordo de autos de turismo, hoy Canapino tuvo la oportunidad de formar parte de la IndyCar y particularmente de las Indy500.

Finalmente, un infortunio propio de una competencia de este calibre terminó con el sueño de Agustín cuando solamente restaban siete vueltas para que la carrera concluya. En aquel momento, el arrecifeño marchaba decimotercero, cuando un despiste delante suyo, que involucró a Scott McLaughlin (Penske) y Simon Pagenaud (Meyer Shank Racing) hizo que el del Juncos Hollinger Racing fuera contra la tierra y posteriormente haga un trompo que lo llevó contra el muro y le rompió la suspensión de su Dallara – Chevrolet. Así, siguió hasta impactar con el monoplaza de Patricio O’Ward (Arrow McLaren), que también había pegado unos metros más adelante.

La carrera, sin embargo, significó la mejor performance para el equipo que comanda Ricardo Juncos. En siete participaciones dentro de las 500 Millas, el 12° puesto en el que finalizó el compañero de Canapino, Callum Ilott, superó al 15° lugar que había conseguido el colombiano Sebastián Saavedra tras largar 31° en 2017 y que era, hasta hoy, el mejor puesto de la estructura, curiosamente en su primera incursión. Además, esta se convierte en la segunda ocasión en que logran completar las 200 vueltas de carrera.

El puesto 26 fue el que lo vio partir al oriundo de Arrecifes. Tras haber sido 27° en clasificación, Canapino avanzó un lugar al igual que todos aquellos que clasificaron desde el puesto 25 hacia atrás. La fractura de vértebra que sufrió Stefan Wilson (Dreyer & Reinbold Racing) marginó al británico de su participación en las 500 Millas, y le permitió a Graham Rahal, que no había podido superar la clasificación, tomar la posta para competir para el representante del equipo. El cambio, lógicamente, lo dejó en el fondo de la grilla y le permitió a Canapino partir desde el mencionado 26° lugar.

Adelante, el poleman Alex Palou, que ya cuenta con una estrella en su haber dentro de la categoría estadounidense, buscaba dejar su huella marcada también entre el selecto grupo de pilotos ganadores de las 500 Millas. El ala del Chip Ganassi Racing, una de las estructuras más poderosas dentro de la cateogría, era la que lo cobijaba y le otorgaba la chance de pelear con los aspirantes más destacados. A su vez, el segundo puesto que consiguió el español en 2021 suponía lo más cercano que estuvo el de Barcelona de alcanzar la gloria.

Sin embargo, Rinus VeeKay (Ed Carpenter Racing) sacaba provecho del nuevo paquete aerodinámico y le arrebataba el puesto de privilegio al catalán. Proseguía un intercambio entre ambos en el liderazgo, con Félix Rosenqvist (Arrow McLaren), Scott Dixon (Ganassi) y Santino Ferrucci (A.J. Foyt) a la expectativa para saltar al primer lugar.

Redondeando el 20% de la de carrera, Katherine Legge (Rahal Letterman Lanigan Racing) sufrió un problema en la suspensión de su monoplaza tras una salida complicada de los pits. Llegando al giro número 58, la novena mujer en formar parte de las 500 Millas protagonizó la primera deserción de la competencia.

Mientras tanto, el mexicano Patricio O’Ward se acercaba para posicionarse como uno de los protagonistas de la carrera. El mexicano, que clasificó quinto, también buscaba coronarse como ganador en la histórica carrera y convertirse en un nuevo latinoamericano (primero no brasileño) en ganar la competición. Junto a él, Rosenqvist intercalaba el primer puesto con su compañero como parte de estrategia del equipo McLaren para ahorrar combustible.

Tras 92 vueltas de acción pura, sin despistes ni banderas amarillas, se produjo un fuerte golpe por parte del Rookie Sting Ray Robb (Dale Coyne Racing) que dañó el auto de otro de los debutantes y subcampeón de las IndyLights. Dos vueltas más tarde, todos los pilotos ingresaron a boxes a excepción de Callum Ilott, que había entrado dos vueltas antes y llegó así al liderazgo de la carrera. Mientras tanto, una calle de boxes colmada de tráfico resultó en un incidente entre los candidatos VeeKay y Palou, con el neerlandés golpeando el alerón delantero de quien partía puntero y obligándolo a volver a los boxes.

Ilott perdió naturalmente el primer lugar en el reinicio de la prueba, mientras llegaba una mala noticia para el representante argentino. Canapino era sancionado por un exceso de velocidad en el ingreso a los pits, lo que derivaba en una penalización con pase y siga para él. A partir de allí, cesó la tranquilidad y se comenzó a apreciar la agresividad en la batalla por el primer puesto, con O’Ward, Rosenqvist y Ferrucci como principales contendientes.

A falta de cincuenta giros para el cierre, el experimentado piloto francés y ex Fórmula 1 Romain Grosjean (Andretti) hacía un trompo que lo llevaba a la pared de la Curva 2 y motivaba una bandera amarilla. Delante suyo, Josef Newgarden, que sabe lo que es liderar la Indy500, pues ya lo había hecho en 2016 durante catorce vueltas, se colocaba al frente, aunque sería rapidamente superado por Ferrucci.

Unas vueltas más tarde, todos los ojos se fueron nuevamente con Agustín Canapino tras un toque con David Malukas (Dale Coyne Racing) que afortunadamente no produjo grandes daños en el auto del argentino, aunque sí complicó al oriundo de Chicago. Mientras tanto, Ferrucci perdía bastante luego de que a un mecánico se le escape una rueda en su ingreso a los pits. Takuma Sato (Ganassi) se colocaba en el lote de punta en busca de su tercera victoria en la histórica carrera.

A falta de quince giros, llegó el momento más crítico de la carrera. Rosenqvist fue contra el muro, Kyle Kirkwood (Andretti) no lo pudo evitar y se produjo un fortísimo accidente que terminó con los pilotos debajo de sus autos y un neumático saliendo de la pista, impactando un vehículo. A todo esto y a falta de una parada en boxes, Canapino llegaba un histórico tercer puesto consagrando la mejor performance para un argentino en las 500 Millas de Indianápolis.

A falta de sólo siete vueltas para el final, y tras el relanzamiento que puso a Newgarden en la punta, O’Ward fue contra el muro. Agustín Canapino, que marchaba 13°, hizo el mencionado trompo y rompió la suspensión de su auto, perdió velocidad y fue derecho contra el auto del mexicano para terminar impactándolo y poniendo fin a la primera incursión de nuestro representante en las 500 Millas de Indianápolis.

Fuente: Campeones