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Audi R8 LMP: Dominio de cuatro aros

El regreso de la marca de los cuatro aros a las pistas con una de ellas desde su origen, fue contundente y dominante, en los primeros años del nuevo milenio, ganando Le Mans en cinco de las seis primeras participaciones y solo interrumpida por un prototipo de una fábrica de su manejo.
Agrandar imagen El Audi R8 LMP triple ganador consecutivo en Le Mans inaugurando una seguidilla de 13 triunfos.
El Audi R8 LMP triple ganador consecutivo en Le Mans inaugurando una seguidilla de 13 triunfos.

El inicio del milenio vino acompañado de una era de dominio de Audi en Le Mans. En este nuevo siglo hay dos claros e indiscutibles vencedores de las 24 Horas de Le Mans. Primero fue el turno de Audi con tres coches sensacionales: el Audi R8 LMP, el Audi R10 TDI y el Audi R18 e-tron quattro. En total, 13 victorias en 15 años interrumpidas solamente por Bentley y Peugeot, de los cuales el primero de estos es derivado de un R8 dado a su pertenencia al grupo VAG.

Con un magnífico triplete en Le Mans 2002, Audi se aseguró un lugar especial en la historia de Le Mans con tres R8 de fábrica. Audi es el quinto fabricante que gana la carrera de autos más dura del mundo con el mismo equipo tres veces consecutivas, y el primero que lo consigue en los últimos 20 años. Los pilotos de fábrica de Audi: Frank Biela, Tom Kristensen y Emanuele Pirro también han hecho historia en el automovilismo, ya son el primer equipo de pilotos que gana Le Mans tres veces seguidas.

El Audi R8 Infineon 2002 diseñado por Michael Pfadenhauer (aerodinámica), Wolfgang Appel (chasis) y Ulrich Baretzky (motor), a primera vista, el parece exactamente igual que el del año anterior. Según Wolfgang Appel, responsable de tecnología de vehículos de Audi Sport, Audi solo ha cambiado algunos detalles menores en el exterior de la carrocería. Las modificaciones son difíciles de reconocer incluso para un experto, pero en realidad Audi ha optimizado el R8 en todos los aspectos.Audi R8 LMP, un Sport Prototipo monoplaza y abierto A principios de los 2000, Audi presentó en las 12 Horas de Sebring al reemplazo de su antiguo Audi R8C. Se trató de un auto con una carrocería muy similar a lo que vimos muchos años después en prototipos, pero con la curiosidad que era abierto. El piloto iba descubierto sobre un aparato con un chasis monocasco de aluminio y fibra de carbono impulsado por un motor V8 FSI biturbo de 3,6 litros que fue capaz de producir unos 618 CV y 700 Nm de par máximo logrando una aceleración de 0 a 100Km/h en 3,3 seg. y llevar a este Audi R8 LMP hasta los 360 km/h de velocidad máxima.

Cabe destacar que el chasis del auto fue obra, de la compañía Dallara, fundada por el italiano Gian Paolo Dallara. Una marca que se ha dedicado a producir tanto chasis de autos de calle, o de competición.

El R8 LMP Infineon 2002 diseñado por Michael Pfadenhauer (aerodinámica), Wolfgang Appel (chasis) y Ulrich Baretzky (motor), este último creador del motor FSI, considerado clave del éxito del modelo.
El R8 LMP Infineon 2002 diseñado por Michael Pfadenhauer (aerodinámica), Wolfgang Appel (chasis) y Ulrich Baretzky (motor), este último creador del motor FSI, considerado clave del éxito del modelo.

Su peso fue de unos 900 kg, y la aerodinámica general del auto ayudó a que tuviese un sensacional nivel de adherencia a la pista en zonas de curvas rápidas como el tercer sector de Le Mans o en circuitos como Sebring.Allí ganó el R8 LMP su primera prueba en el año 2000, y lo lograría también hacer un total de cinco veces más hasta 2005. Sin duda, Estados Unidos supuso un gran futuro para el coche insignia de esta marca del Grupo Volkswagen.

La tecnología de inyección FSI clave del éxito

La mayor innovación tecnológica que vivió este Audi R8 LMP fue el sistema FSI, que es conocido de muchos motores del citado Grupo VAG y, sobre todo, de coches de calle de Audi. Básicamente se trata de una inyección estratificada de combustible. Los árboles de levas del bloque motor ponen en funcionamiento una bomba de alta presión que manda el combustible a los inyectores y más tarde a las cámaras de los cilindros. Este aumento de presión del combustible junto a un sistema turbo, genera un mayor nivel de potencia y par motor, además de ejercer un control superior sobre el consumo de carburante (que se ve reducido).

En síntesis, en un motor FSI se inyecta directamente en la cámara de combustión la cantidad exacta de combustible necesario aplicando una presión de 100 bares. Los efectos son un menor consumo de combustible, un aumento de potencia a bajas revoluciones y una mejor respuesta.

Esto supuso un salto enorme a nivel mecánico frente a los sistemas de inyección directa o incluso la carburación de los principales rivales de Audi en la época y fue un factor fundamental en sus victorias y en la futura tecnología derivada para las calles.

El responsable del desarrollo del motor V8 biturbo de 3,6 litros fue Ulrich Baretzky, responsable de la tecnología de motores. Para la temporada 2002 no se fabricó ningún motor nuevo, pero sí hubo que perfeccionar el motor FSI. "Como el año pasado el tiempo de desarrollo previo a Le Mans fue muy corto, sabíamos que el motor FSI aún tenía potencial", explica Baretzky. "Mientras tanto, adquirimos mucha más experiencia con la tecnología FSI".

El equipo ganador Audi, con todos sus integrantes también tres años consecutivos juntos para lograr un éxito sin precedentes en Le Mans.
El equipo ganador Audi, con todos sus integrantes también tres años consecutivos juntos para lograr un éxito sin precedentes en Le Mans.

En un motor FSI se inyecta directamente en la cámara de combustión la cantidad exacta de combustible necesaria aplicando una presión de 100 bares. Los efectos son un menor consumo de combustible, un aumento de potencia a bajo régimen y una mejor respuesta.

Toda esa potencia se transmitió al eje trasero a través de una caja de cambios secuencial de 6 velocidades firmada por Ricardo PLC mediante un sistema de levas electroneumático en el volante. Como siempre, los niveles de potencia oficiales son relativos, y se cree que entre el 2000 y 2002, el Audi R8 LMP alcanzó en clasificación un total de 679 CV.

Racha en Le Mans interrumpida por Bentley

Con la llegada del R8 LMP a Le Mans, Audi conoció la victoria en 2000, 2001, 2002, 2004 y 2005. Cinco victorias en seis años y una racha interrumpida únicamente en 2003 por el triunfo del Bentley Speed 8.

El bólido británico de Bentley se basó levemente en el Audi R8 LMP, pero aumentando el cubicaje del motor V8 de Audi hasta los 4,0 litros e incorporando una multitud de modificaciones. El Team Bentley recibió entre sus filas al piloto preferido de Audi: la leyenda Tom Kristensen, nueve veces ganador de Le Mans, que fue quién consiguió la victoria.

Esto se produjo también gracias a un extremo BoP (balance of performance) que limitó la potencia de los coches alemanes a poco más de 550 CV. Además, Audi se sustituyó levemente de la competición en el 2003 dejando el grueso del esfuerzo a equipos cliente que, sin embargo, volvieron a vencer en los dos años posteriores con Tom Kristensen.

En 2005 se produjo el final de este capítulo, pero no de la era de dominio de Audi. La marca ya había anunciado en 2004 que estaba inmersa en el desarrollo del Audi R10 TDI diésel. Aquel año, la ACO (Automóvil Club del Oeste), es la organización automovilística más importante de Francia, ajustó al Audi R8 LMP a su mínimo de potencia histórico, con apenas 520 CV. Sin embargo, el coche se alzó de nuevo campeón. No solo eso, sino que Tom Mister Le Mans Kristensen alcanzó su sexta victoria consecutiva en la prueba de resistencia del Circuito de la Sarthe. A partir de aquel momento, a Audi le esperarían otros ocho de años de triunfos para construir una de las sagas más exitosas en competición de todos los tiempos.

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