El RS Q e-tron ha conseguido cuatro victorias de etapas en esta edición 2022. Carlos Sainz, está convencido de que el Audi estará para ganar en la edición 2023 de la carrera más difícil del planeta.
Audi ha demostrado en el Dakar 2022, es decir el primer rally del RS Q e-tron, que quieren y pueden pelear por la victoria de cara al futuro. Con cuatro victorias de etapa de trece posibles y una segunda semana en la que han brillado con luz propia, el objetivo no es otro que estar en lo más alto el año que viene, cuando el bólido haya sido refinado.
Carlos Sainz, dijo sin pensarlo dos veces, que el Audi estará para ganar el Dakar del año que viene. No fue una afirmación al aire, sino toda una declaración de intenciones ante Toyota y BRX, porque el coche, aunque no ha llegado con la mejor preparación posible a su primera carrera, tiene un potencial y un margen de mejora enorme.
El madrileño empezó esta edición del Dakar un poco contrariado porque estaba convencido de que la FIA no había favorecido lo suficiente a una marca como Audi por apostar por una motorización con energías alternativas, pero el semblante del español ha cambiado a lo largo de las dos semanas y ahora mira el futuro con optimismo.
Es cierto que Sainz, Peterhansel y Ekström quedaron fuera de la pelea por el triunfo en la Etapa 1B –por diferentes motivos–, así como que hubo serios dolores de cabeza con el amortiguador durante la primera semana, pero también hay que decir que el coche ha ido bien en manos de los tres –todos han ganado etapas–, lo cual es una buena señal.
Sainz, de hecho, sólo tardó tres etapas en amarrar su primera victoria, y después, en la penúltima, la más complicada del Dakar y teniendo que abrir pista, repitió. El RS Q e-tron, dio un gran paso adelante después de la jornada de descanso y finalmente lograron cuatro victorias en total –más que BRX–.
¿Cómo lo lograron? Simplemente con un proceso de optimización del coche en términos de ajustes. No olvidemos que se trata de un eléctrico de autonomía extendida con una tecnología muy sofisticada y a la vez complicada de entender, así que esa primera semana sirvió para recolectar datos, analizarlos y tratar de afinar el vehículo.
Pero, aunque el RS Q e-tron ha dado destellos de calidad en la segunda semana del Dakar, su margen de mejora es enorme por una sencilla razón: el coche llegó muy pasado de peso, alrededor de 200 kilos por encima de lo deseado, y Carlos dio una de las claves al asegurar que "adelgazar es un problema de dinero y de tiempo, pero no me preocupa mucho".
Audi tiene tiempo –un año– y los recursos necesarios para hacer que el coche pierda esos kilos de más y llegar al próximo Dakar en mejor forma. Carlos lo sabe, y por ello que está tan seguro de este proyecto. Sin ir más lejos, dijo que sus rivales "la van a tener difícil" cuando el Audi se ponga a dieta. Hay confianza.
Stéphane Peterhansel, con sus 14 tuaregs bajo el brazo –seis en moto y ocho en coche–, también es muy optimista después de conseguir la victoria en la décima etapa. "Tenemos que ganar en 2023, no hay otra", comentó la leyenda francesa tras haber dejado atrás a todos sus rivales aquel día. Y si lo dice "Monsieur Dakar", le creemos.
El paso de Audi por el Dakar 2022 ha levantado las orejas entre sus rivales. El mismo Sébastien Loeb dijo que "los Audi son siempre más rápidos y cuesta seguirles el ritmo", pero fue más allá e incluso se atrevió a declarar que "no se puede competir con los Audi cuando van por todas".
Son muchas las razones que invitan a pensar que el RS Q e-tron llegará preparado para pelear por la victoria el año que viene, y obviamente sus pilotos y copilotos son de primer nivel. Hasta sus rivales lo saben. Por lo que para Audi el objetivo es 2023.
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