22.45 En un final infartante, la albiceleste se impuso por 75-73 frente a Brasil y levantó el trofeo por primera vez en su historia.

El seleccionado argentino de básquetbol es el nuevo campeón de la AmeriCup ante el anfitrión Brasil, en una nueva versión del clásico sudamericano. En un partido cerradísimo, que el equipo dirigido por Prigioni comenzó manejando pero que se fue complicando cuarto a cuarto, Campazzo, Laprovittola y compañía hicieron historia en tierra carioca.

Argentina había estado en las 18 ediciones de este torneo continental (antes denominado FIBA Américas), que se inició en 1980 y modificó su estructura de competencia. En 13 ocasiones, la Selección albiceleste se colgó una medalla: dos doradas (2001 y 2011), seis de plata y cinco de bronce. Con la victoria de esta noche, la Selección es Campeón de América sumando su tercer oro.

Con un arranque a puro triple, los albicelestes sorprendieron al local frente al apoyo de un Geralda Arena que explotaba. A pesar de eso, arrancó sacando 10 puntos cuando promediaba el primer con un tridente que fue clave en esos primeros minutos: Deck, Campazzo y Laprovittola, marcaron la diferencia con un menú de movimientos rápidos, penetraciones y tiros de media distancia.

Argentina cerró el primero cuarto 26-14, arriba del local.

La rotación de Prigioni fue clave para contener la reacción del local y cerrar el primer parcial con una ventaja de 12 puntos. Esta vez, Brussino saltó a la cancha y aportó siete puntos, lo mismo que Bolmaro que aportó cuatro.

Empujado por su gente, Brasil comenzó a acercarse y achicó la distancia al cierre del segundo cuarto. Pero Deck (14 puntos al cierre de la primera etapa), Bolmaro (6) y Campazzo (12) volvieron a salir a escena y la Selección de Prigioni se fue a los vestuarios ganando por diez.

El arranque del segundo tiempo arrancó complicado. Prácticamente, todo volvió al principio porque Brasil se colocó 48-51, a un triple por primera vez en el partido, desde el primer cuarto. 

Laprovittola y Delfino fueron dos piezas clave en esos primeros minutos para aplacar a los locales que salieron a llevarse puestos a los de Prigioni. Primero, el jugador del Real Madrid que inventó una falta y convirtió los dos libres. Y después, con un triple. Lo mismo que Lancha, que apareció para cortar la tormenta brasilera.

Vitor Benite se volvió en un verdadero problema para el equipo argentino que no paró de convertir y alcanzó los 15 puntos al final del tercer cuarto. Lo mismo que Deck que llegó a 16 y pasó a ser el goleador del equipo.

Argentina se fue al último cuarto 67-60, una ventaja positiva, teniendo en cuenta la remontada brasilera.

El partido se desordenó y Brasil se puso a dos, a falta de seis minutos treinta. El tanteador marcaba 67-65 y la Selección llevaba 0-4. De allí que el local acortó la distancia a un doble. En ese interín, Campazzo erró dos tri´ples: uno desde muy lejos, apremiado por el reloj. Y otro bloqueado por un tapón de Yago. En el siguiente ataque llegó el empate.

Prigioni pidió minuto y les aclaró a sus jugadores: "No nos van a ayudar los jueces, tenemos que estar concentrados en defensa y ganamos el partido". Es que, Campazzo había recibido dos faltas claras y los árbitros no pitaron. Lo mismo que Deck, en una pelota cuerpo a cuerpo donde fue empujado por el rival.

Tras un doble de Laprovittola, Lucas Diaz convirtió un triple y Brasil pasó al frente por primera vez: 70-69.

No ligó Argentina. El partido se convirtió en un doble a doble. Deck robó, se armó una contra para sí mismo y recibió una falta. Metió los dos puntos y los de Prigioni recuperaron la delantera... por unos segundos porque Diaz la metió de tres otra vez: 73-71 y el partido que no daba respiro con un minuto veintiocho por jugar.

Y apareció la magia de Campazzo. Penetró la defensa y cuando las torres brasileras hacían imposible el tiro, habilitó a Delía de faja y la Argentina empató el partido.

Después, Deck puso al equipo arriba otra vez. Doble del Tortu y una evidente falta que los árbitros no cobraron, tal como lo anticipó Prigioni. El DT de Brasil, Gustavo Conti, pidió tiempo puerto a falta de 16 segundos. (Clarín)