23.27 El combinado nacional se impuso 2 a 1 en la altura de Calama gracias a los goles de Ángel Di María y Lautaro Martínez. Había descontado transitoriamente el inglés Ben Brereton.
Argentina se presentó en el Estadio Zorros del Desierto en un contexto complicado. Sin la presencia de Lionel Messi, por decisión del técnico para que continúe con su puesta a punto en el PSG, el combinado albiceleste cruzó la Cordillera de los Andes con una delegación diezmada, dado que ni Scaloni, ni Pablo Aimar, ni dos de sus jugadores convocados como Alexis Mac Allister y Emiliano Buendía por dar positivo a los testeos de COVID-19 pudieron estar en el compromiso frente a Chile.
La ausencia del Cuti Romero por lesión fue otra de las bajas sensibles para un equipo que ya tiene garantizado su boleto al Mundial de Qatar, y por la fecha 15 de las Eliminatorias Sudamericanas debió verse ante un rival que necesitaba los 3 puntos con urgencia para no hipotecar su estadía en la cita internacional.
La marea roja plagada de banderas chilenas fue una muestra de la cantidad de simpatizantes que superaron los 8.000 espectadores que había permitido la Conmebol debido al aforo limitado que había impuesto la entidad sudamericana por los cánticos racistas que se habían registrado en la última presentación del combinado local.
Si bien el elenco criollo intentó llevar el duelo a la zona de Claudio Bravo con la presión de Lautaro Martínez, Ángel Di María y Nicolás González, el que tuvo la primera ocasión clara para abrir el marcador fue el conjunto liderado por el uruguayo Martín Lasarte. Una infracción innecesaria de Lisandro Martínez le permitió a Alexis Sánchez amenazar al Dibu Martínez con un remate peligroso que se fue apenas desviado. En Calama, el duelo comenzó con un ritmo vertiginoso cargado de tensión.
Las respuestas argentinas no tardaron en llegar. Algunas proyecciones por el sector izquierdo de Nicolás Tagliafico representaron algunos avisos de peligro, aunque la conquista llegó por la derecha. Una acción iniciada por Rodrigo De Paul, luego de apelar a la ley de la ventaja por una infracción sobre Leandro Paredes, concluyó con una obra maestra improvisada por Di María. El capitán apeló a su velocidad y a su técnica para sacarse de encima a sus marcas y sorprender con un hermoso remate de media distancia que se clavó contra el palo más lejano del arquero. Golazo.
La reacción chilena se amparó en la pierna fuerte y el carácter. A pesar de no contar con el dominio de la pelota, un centro de Marcelino Núñez encontró la cabeza de Ben Brereton y el delantero del Blackburn Rovers resolvió por encima del Dibu Martínez. La pasividad en la marca de Nahuel Molina contribuyó en el tanto del atacante oriundo del Reino Unido.
El golpe no le generó ningún inconveniente a La Scaloneta. El sacrificio del Papu Gómez, para recuperar y armar juego, fue otra de las claves para que la Argentina vuelva a ponerse en ventaja. La figura del Sevilla inició una jugada para que De Paul recorra más de 15 metros con la pelota en sus pies y pruebe de media distancia. La floja respuesta de Bravo, con un rebote hacia el centro del área, le permitió a Lautaro Martínez capitalizar la falla del arquero y celebrar el 2 a 1. De inmediato el técnico local reemplazó al guardameta por Brayan Cortés, ya que una molestia física sacó del partido al experimentado hombre con pasado en el Barcelona.
Antes del cierre de la primera etapa, Paulo Díaz tuvo la igualdad con un disparo de larga distancia, aunque la notable maniobra del ídolo del Aston Villa ahogó el grito del defensor de River. A mano cambiada, el Dibu volvió a desactivar el peligro para que la Albiceleste se fuera al descanso con el marcador a su favor.
Como Chile no podía permitirse una derrota, en el complemento envió a la cancha a Mauricio Isla, Joaquín Montecinos y Gabriel Suazo. La idea de Lasarte fue aprovechar la merma física de los argentinos y darle mayor electricidad al ataque local. Por lo tanto, la dupla técnica compuesta por Samuel y Ayala decidió sacar a Nico González y a Rodrigo De Paul, de gran desgaste en el primer tiempo, por Marcos Acuña y Giovani Lo Celso. La Albiceleste necesitaba aire en la altura.
A diferencia de lo que sucedió en los primeros 45 minutos, Argentina se dedicó a resistir los desesperados ataques de Chile en la instancia complementaria. Los envíos de Joaquín Montecinos y Alexis Sánchez hacia Brereton significaban las chances más claras para que La Roja pueda llegar al empate. Sin embargo, las sólidas respuestas de Dibu Martínez atentaron contra los deseos locales.
Sin dudas, el combinado bicampeón del mundo tuvo una muestra de carácter en el desierto de Calama. A pesar de no contar con piezas fundamentales en el esquema de La Scaloneta, supo adaptarse y encontrar variantes para superar a un rival urgido de puntos. La producción del primer tiempo fue de lo mejor del ciclo, pero en el complemento le costó muchísimo. Más allá del cansancio físico, el técnico debe estar conforme porque sabe que tiene material de recambio por si no puede contar con sus principales intérpretes. Para Qatar aún falta mucho, pero la ilusión crece día a día. Y los 28 partidos invictos son un argumento de sobra.
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