El premiado astrofotógrafo Gonzalo Santile, más conocido como el “cazador de imágenes estelares”, logró un nuevo hito en su carrera, al fotografiar dos vías lácteas en una misma imagen por primera vez en el continente americano. El lugar donde realizó las tomas fue la ciudad de Cafayate, en Salta, adonde llegó semanas atrás para compartir la belleza de la galaxia observada desde la Argentina.
Para lograr ese imponente paisaje, Santile trabajó durante una lapso de 9 horas en la Quebrada de Las Conchas para registrar los distintos momentos del cielo en una misma noche con su Nikon D750.
“Al anochecer, en los meses de septiembre y octubre, vemos lo que llamamos la Vía Láctea y su centro galáctico y nos maravillamos con sus tonos cálidos y detalles; pero al bajar por el horizonte, a eso de las 12 PM empieza a subir lentamente sobre el mismo lo que se conoce en nuestro hemisferio sur como la Vía Láctea de verano, que es donde podremos encontrar como referencia a Orion, las tres Marías y gran cantidad de nebulosas que la hacen increíble para fotografiar”, explicó en un posteo de Instagram en el que compartió las maravillosas fotografías.
Santile recordó que fue un “trabajo interminable y muy agotador”, que duró desde las 19.30 hasta 4 de la mañana. “Sobre la izquierda la Vía Láctea del centro galáctico y sobre la derecha la Vía Láctea con Orion”, explicó a sus seguidores. “Lo que podemos ver en esta imagen panorámica de 360 grados es como se ve parte de nuestra galaxia en esta época del año en dos momentos consecutivos pero a diferentes horarios (separados por 6 hs)”, agregó.
La foto cuestión ya fue compartida ampliamente en redes sociales y publicada en las páginas web de fotógrafos especializados, como Milky Way Chasers y Night Photography. “Pensé que la unión iba a resultar más compleja pero como Magallanes está siempre en encuadre no fue tan difícil ya que todo lo que está en esa zona del cielo gira alrededor de Sigma Octantis (Polo Sur) y permanece en encuadre durante la noche girando alrededor del polo (como cuando se hace una Circumpolar) coincidiendo muchas estrellas que permanecen siempre visibles”, detalló Santile acerca de las capturas fotográficas.
Luego aclaró cómo fue que pudo lograr el paisaje: “Tomas para el cielo 18 (las dos Vía Láctea) de 60 segundos de exposición cada una, más 5 tomas de 1 minuto para zona de Orion, más 4 tomas de 1 minuto para zona de Gamma Velorum y otras tantas para Z Opiuchi. Tomas para el suelo en final de hora azul 16″.
Quién es Gonzalo Santile
El caso de Santile es tan peculiar como los sitios adónde hace llegar la astrofotografía por primera vez. Licenciado en administración de empresas, nacido en 1973 en el barrio porteño de Villa Urquiza, hace más de 20 años que trabaja en la misma fábrica de envases para alimentos y no estaba en sus planes convertirse en una referencia a la hora de fotografiar galaxias y fenómenos celestes.
Fue durante una vacación familiar de invierno en 2016 en Yacanto, Córdoba, cuando dejó por un rato la cabaña que ocupaba en la pequeñísima localidad de El Durazno con la intención de fumar de su pipa, y el impacto visual de ese cielo nocturno lo deslumbró. “Parecía que el cielo se te venía encima, la cantidad de estrellas era impresionante y me llamó la atención una especie de arcoíris que se formaba entre ellas”, cuenta desde la localidad cordobesa de Carlos Paz, donde ahora vive.
“Consultando ahí mismo por internet me enteré que era una parte de nuestra Vía Láctea visible en esa época del año, así que fui a buscar una cámara que tenía y después de un tutorial de cinco minutos apunté y apareció la Vía Láctea en mi monitor”, repasó en diálogo con Télam.
Empezó así: viendo tutoriales por Internet y mandando las imágenes a foros especializados a ver qué opinaban, aprendiendo de otros profesionales, a los siete meses ya se apuntó a los primeros concursos: “La astrofotografía es un cable a tierra emocional tremendo, adrenalina pura”, admitió.
A la hora de fotografiar fenómenos celestes Santile aseguró que “lo ideal es alejarse de 30 a 60 kilómetros de las grandes ciudades, lugares donde haya muy poca contaminación lumínica”. Y en Cafayate, el astrofotógrafo encontró el lugar ideal. Fuente: Infobae
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