La falta de estrenos, sumado al cierre de los complejos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, golpea de nuevo a una actividad muy castigada por la pandemia.
De a poco vuelve el apagón a los cines argentinos. Según los últimos registros que maneja la industria hoy permanecen abiertos en todo el país 113 complejos, con un total de 267 pantallas en funcionamiento. Se trata de un número siempre provisional, porque casi todos los días hay datos de nuevos cierres, sobre todo debido a la falta de estrenos. Como la renovación de la cartelera resulta imposible debido a la parálisis de la actividad en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, vuelve para la industria un escenario de tormenta perfecta.
Las restricciones dispuestas por el Gobierno a raíz de la pandemia determinaron a partir del 15 de abril pasado un nuevo cierre de los cines del área metropolitana, que aportan más del 60 por ciento del total de las entradas de cine vendidas en la Argentina. Los datos de la industria que recogió La Nación indican que en la primera semana de abril el 84 por ciento de los cines del país estuvo abierto y ese porcentaje bajó al 38 por ciento en la tercera semana, después de la decisión oficial de volver a bajar la persiana de los cines porteños y del conurbano.
A partir de ese momento varias provincias empezaron de a poco a sumarse a la veda. Primero fue Catamarca, luego San Luis, más tarde Santa Fe y en la última semana las dos plazas bonaerenses fuertes que se mantenían funcionando, Mar del Plata y Bahía Blanca. Los cierres continuaron en los últimos días, pero ahora a escala municipal. Hay provincias que tienen algunas ciudades con cines todavía abiertos y otras que tuvieron que cerrar sus puertas en estos días a partir de una combinación de factores: la pandemia de un lado y la falta de atractivo de los exhibidores para mantener abiertas las salas cuando no hay títulos de peso para renovar la cartelera. En los últimos días volvieron a cerrar salas de Chilecito (La Rioja), Gualeguaychú y Concepción del Uruguay (Entre Ríos), Rawson (Chubut), Santa Rosa (La Pampa) y Pergamino (Buenos Aires).
Hoy, las únicas dos películas que ocupan la mayoría de las proyecciones y movilizan al escaso público disponible en los cines que siguen abiertos son Godzilla vs. Kong y Mortal Kombat. La primera tuvo números extraordinarios en el breve lapso en que funcionaron los cines de la Capital y el GBA (desde su estreno vendió 680.340 entradas, según los números de Ultracine) y la segunda apenas contó con un solo día de funciones plenas en esa zona, pero con todo ya lleva sumados más de 120 mil tickets y es hoy el título más visto. Al día siguiente de su estreno el Gobierno ordenó el cierre de los cines metropolitanos. La otra novedad fuerte de estos días es el animé japonés Demon Slayer: el tren infinito.
También Nomadland, la reciente ganadora del Oscar a la mejor película, fue víctima de esas restricciones. Al día siguiente de su estreno y cuando faltaba poco más de una semana para la ceremonia que le dio el premio, se quedó sin la mayoría de los cines. Hoy solamente se exhibe en complejos de Mendoza, Neuquén, Córdoba y Salta. Son estas cuatro provincias, junto con Jujuy, las que todavía mantienen abiertos los cines de la Argentina. Nadie sabe, en cada caso, por cuánto tiempo más: en la última semana (del 29 de abril al 5 de mayo) apenas se vendieron 39.164 entradas.
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