La flamante escritora visitó la ciudad de Rafaela para presentar su último libro, 'Tierra en los bolsillos'. Además, en su estadía, brindó una charla y dio a conocer detalles sobre su escritura y su camino recorrido hasta el momento.
El fin de semana pasado, y de la mano de la librería Pura Letra, la ciudad de Rafaela se deleitó con la visita de Laura G. Miranda.
En el evento, realizado en el Club de Automóviles Antiguos, la autora brindó una charla, firmó unos cuantos libros y dio a conocer detalles de su escritura y su trabajo.
Laura vive con su esposo, sus dos hijos y sus mascotas (dos gatas y dos perros a los que adora) cerca del mar, lugar que considera su refugio. Es abogada y docente, y ganó múltiples premios nacionales e internacionales como poeta y narradora.
Si bien en 2009 publicó su primer libro de poesía, fue diez años más tarde, en 2019, cuando nació VeRa, el sello de ficción romántica de V&R Editoras -que reúne a los mejores autores contemporáneos nacionales e internacionales del género-, que sus historias se volvieron más conocidas. Historias inolvidables de mujeres que buscan conectarse con sus emociones y se animan a derribar mandatos, con lugar para la audacia y el amor propio, la resiliencia y el compañerismo, la capacidad de disfrute y la conexión con el placer.
“Volver a mí”
En la charla que brindó en nuestra ciudad, Laura contó el origen de su libro “Volver a mí”.
Cuando apenas comenzaba a escribir la historia, su hija le mencionó que se iba a vivir a Londres, a la mitad de su carrera profesional. “Uno tiene todos esos chips puestos de que primero hay que recibirse. Pero se fue a Londres a vender café”, comentó la autora.
En relación a esa situación, Laura explicó que la realidad de las mujeres actuales es bien diferente de la que vive la gente joven. Hoy hay muchas jóvenes que afirman que no quieren tener hijos, y eso es legítimo. Ahora se lo plantean todo, y dicen lo que quieren. “Yo celebro esa oportunidad de elegir”, expresó Laura.
Por eso, cuando comenzó a escribir, pensó que todas esas cuestiones más contemporáneas no estaban visibilizadas en los textos. Y había que hacerlo. Por eso, ‘Volver a mí’ relata la historia de una mujer de 45 años, que tiene tres hijos grandes, una profesión y un pasar económico tranquilo, pero no es feliz. “Uno a veces lo tiene todo e igual no se encuentra, porque el estar feliz no pasa por tenerlo todo o dejar de tenerlo”, sostuvo Laura.
Por supuesto, es más fácil cuando tenemos una realidad más o menos acomodada, pero aquello no es una garantía de que funcione. Entonces, la protagonista decide emprender un viaje interior y, a la vez, un viaje exterior. Decide irse y esa historia de todo lo que sucede mientras se va, abre el sello VeRa, que es el que representa Laura actualmente. “Una historia para la cual fui elegida para abrirlo. ‘¿Qué se te ocurre?’ fue la pregunta del millón, en una etapa evaluativa, porque mientras hablaban conmigo, estaban hablando con un montón de otras autoras. Yo tenía que pasar un filtro interesante”, contó.
En la misma línea, la flamante escritora recordó que, en ese momento, no se reía, o se reía menos. Pero, cuando comenzó a escribir el libro, en esa búsqueda de la protagonista para encontrar cosas de sí misma que había perdido, ella encontró su risa y, al mismo tiempo, Laura encontró la suya. “Eso fue en el año en que mi hija se fue a vender café a Londres. A mí me costaba bastante reírme en ese tiempo. Ahora volvió, y se está por recibir y todo, pero yo no lo sabía a eso cuando ella se fue, con lo cual no es la misma realidad. Podría no haber vuelto y no haber terminado la carrera, o lo que fuere”, detalló. Y así nació ‘Volver a mí’.
"¿Cuántas cosas perdemos?"
Laura cree en la energía, medita y practica mindfulness. “Creo que siempre hay que quedarse con lo mejor de lo peor, y estoy convencida de que hay que vivir el ahora”, manifestó.
Siguiendo con su relato, la autora recordó que un día como cualquier otro empezó a pensar en que, todo el tiempo, estamos perdiendo cosas.
A raíz de eso, comenzó a pensar que las pérdidas nos habitan, o mejor dicho, que el duelo nos habita. Y cuando decimos duelo no nos referimos a duelo de muerte necesariamente. La muerte, sí, impone un duelo. Pero… ¿cuántas cosas perdemos? ¿Cuántas cosas dejan de ser de una manera para no volver a ser así nunca más? Un montón. Así, Laura cuenta que se duela un trabajo, se duela la edad, se duela el cuerpo, se duelan los hijos que crecen. ¿Y cómo se hace para aceptar que la vida actual no es ni parecida a la vida de hace diez años atrás? La autora sintió que esos interrogantes eran un tema del que hablar. “Siempre los temas me encuentran a mí. Estoy abierta para el libro que sigue y ya me empieza a inquietar”, alegó.
Pensando en todo ello, encontró las etapas del duelo desarrolladas por la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. “Yo, que creo mucho en el poder de la palabra, decía que todas esas palabras no me gustaban”, recordó Laura. Sin embargo, siguió estudiando el tema. Pero, claro, la psiquiatra determinó esas etapas en un estudio sobre enfermos terminales en el año 1969, o sea, 53 años atrás. Evidentemente, la vida no es igual hoy que hace 53 años. “Entonces, diije que tenía que escribir un libro que plantee algo alternativo, que plantee cómo sanar este tipo de pérdidas o cómo procesarlas en mi propio lenguaje”, señaló la autora. Así nació su último libro, ‘Tierra en los bolsillos’. En él, Laura plantea una novela coral con múltiples personajes, y a todos les sucede algo por lo que tienen que ‘duelar’.
'Tierra en los bolsillos'
Laura relató el surgimiento del título 'Tierra en los bolsillos'. Una tarde, la escritora recibió un llamado telefónico por parte de su padre, quien nunca leyó sus libros, para comentarle una historia que recordaba de su infancia. Siendo un niño tuvo que dejar su casa con parque y una higuera para mudarse a un departamento. Entonces, volvía cada día a jugar allí y, antes de irse, llenaba de tierra sus bolsillos para sentir que la casa se quedaba en parte con él. Su madre esperaba a que se duerma y después lavaba su pantalón para que él pudiera volver al otro día por más tierra. "Me conmovió tanto que la llamé enseguida a mi editora, le conté y me dijo que ese era el título. Y la verdad que tenía razón. O sea, no me puedo imaginar este libro con otro título que no sea ese", destacó Laura.
En el mismo punto, la autora expresó que, en el libro, se enfocó mucho en los símbolos. Trabajó en qué guardamos en nuestros bolsillos, y en qué guardamos cuando nos rompemos. Porque Laura es de aquellas personas que, cuando algo nos rompe en pedazos, se preguntan qué es lo bueno que se puede sacar de eso.
En ese contexto, nace ‘Tierra en los bolsillos’.
"Lo que pasó con mi papá, yo quería que nos trascendiera a los dos. Por eso es un libro especial para mí, y ha supuesto un gran desafío. Yo me animé a contar mis propias etapas. Todos mis libros, en el marco de una ficción, tienen ciertas herramientas que yo creo que, por lo menos, invitan a reflexionar sobre vivir un poquito mejor", remarcó Laura.
Todo el mundo siempre espera una historia de ficción. Resulta que, después, la autora los sacude, porque apunta a los sentimientos. A todos ellos. Porque es casi imposible que uno tenga la mente tan entrenada como para leer la foto de otro y no trasladarlo a su propia vida. "Yo trato siempre de que sean verosímiles, por respeto a mis lectores, porque pienso que merecen eso y porque no me gusta cerrar un libro pensando en que no le pasa a nadie", dijo la escritora, a la vez que aseguró que "todos tenemos una historia valiosa que contar. La historia de cualquiera podría ser un libro. El tema es cómo contarla para generar interés y entretenimiento".
“La felicidad son momentos”
Si tuviera que dar una razón de por qué hoy le está yendo tan bien, Laura destacó que diría que, como seres humanos, necesitamos nuevas ideas. Necesitamos encontrar reflexiones o alternativas que nos inviten a vivir un poco mejor en cualquier sitio. Y un buen libro es un buen sitio, sin ninguna duda. "Creo que es un poco el secreto. Yo no tengo fórmulas mágicas. Lloro mucho por las cosas que me duelen. También creo que no existe la felicidad completa. La felicidad son momentos, son fracciones. La tristeza también. La cuestión es el equilibrio. Poder hacer que vivan en nosotros ambas cosas, pero cada una a la vez. En mis libros van a encontrar siempre eso: quedarse con lo mejor de lo peor".
Laura tuvo una evolución grande desde ‘Volver a mí’, tanto profesional como personalmente. Y, gracias a ella, hubo una gran evolución en la novela romántica también. Los libros del sello VeRa, en particular, vienen a innovar. No sólo los de Laura, sino los de toda la línea del catálogo. "Viene a presentar mujeres más reales, mujeres con problemas más cotidianos. Con alternativas. Y cada autora con su propio estilo", cerró.
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