Florencia Peña y Diego Peretti son los protagonistas de la versión fílmica de Más respeto que soy tu madre, el original blog de Hernán Casciari que cuenta la historia de Mirta Bertotti y su familia. Protagonizada por Antonio Gasalla, fue estrenada como obra teatral en el Maipo. Ahora la comedia costumbrista llega a Las tipas este jueves 8 de septiembre con dos funciones, a las 20.15 y 22.15h.
-¿Qué les interesó de la propuesta?
-Peretti: Me recordó la experiencia del siglo pasado cuando venían desde Europa a un mundo nuevo. Acá se trata de fundar una pizzería que soporta los avatares políticos, sociales y económicos de la Argentina, con la promesa de llegar al año 2000. Cómo la familia sostiene esa promesa es lo que se cuenta de manera mayúscula, subrayada, bizarra.
-Peña: Hay algo tano, como en muchas de las familias argentinas. Yo también tengo ancestros europeos. Mi mamá es Finoli de apellido, y tengo nacionalidad italiana. La peli tiene eso, podría ser una película italiana.
-Por el género, ¿resultó un reto?
-Peretti: Digamos, no cómoda para realizar. Era un desafío…
-Peña: Cuando uno hace cine estás siempre un poco a ciegas. Buscar el tono era el desafío. Que todo fuera creíble, como el viejo que representa Diego…
-Interpretás al añoso suegro de Mirta, ¿cuántas horas llevaba el maquillaje del personaje?
-Peretti: Empezamos con tres horas, pero con el correr del rodaje llegamos a dos y media, aproximadamente. Me plantaba ahí y después venía Flor a la media hora, era como la peluquería de Don Mateo (ríen).
-Peña: A mí me tapaban todos los tatuajes. Nos divertíamos pasando el tiempo contando anécdotas. Nos reímos mucho filmando.
-¿Cuándo se rodó?
-Peretti: En octubre del año pasado, durante seis semanas.
-Peña: Previo al brote de la segunda ola de Coronavirus. Estaban testeándonos. Venían subiendo los casos y nosotros surfeábamos la ola. Se filmó en poco tiempo para lo difícil que fue hacerla. Decíamos, por Dios, que nadie se enferme porque la cagamos…
Peretti: Sí, no nos podíamos estirar en los plazos.
-Te tocó interpretar un personaje que encarnó Antonio Gasalla.
-Peña: Sí, un hombre y en un mega éxito. Creo que es el más grande de los últimos tiempos en teatro.
-¿Habían visto la puesta teatral?
-Peña: Por suerte no. Era un super desafío meterme en la piel de Mirta y que no fuera parecida a mis otros personajes femeninos tan fuertes. Que pudiera tener esta cosa, que creo está lograda en la película, de pasar del humor a la emoción.
-Está ese clima costumbrista del cine italiano de los cincuenta y sesenta. El legado de comedias trascendentes.
-Peretti: Exacto, esa forma de hablar y expresarse.
-Peña: El velorio de él (permítase el spoiler) es desopilante, con el porro en la boca. Cuando lo sacamos del hospital…
-Peretti: No revelemos mucho…
-Peña: ¡Es verdad! No se hacen muchas comedias en Argentina y las que se filman, en general, las hace Adrián (Suar) y algunas otras como ha hecho Diego, pero no se hacen tantas y tan buenas. Para mi esta es una comedia de las buenas, pero distinta… Está virada al grotesco con un gran perfume en al aire a Esperando la carroza.
-Peretti: Completamente, sí.
-Peña: Si, tal cual. Ya no se hacen este tipo de comedias costumbristas.
-Habitualmente se dice que es más difícil hacer reír que llorar. ¿Es así?
-Peña: Para mí, sí. En teatro es más fácil porque hay una retroalimentación con el público. En cine, es más complejo.
-Peretti: Es ir a ciegas…
-Peña: Claro, tenés que tener un entendimiento de lo que podría llegar a causar gracia. Encima el humor siempre es subjetivo. Lo que a mí me causa gracia a vos quizás no tanto. Es muy difícil encontrar un tono, que todo el elenco esté en el mismo tono y que cause gracia.
-Diego, ¿en tu caso tuviste un trabajo corporal previo y un entrenamiento en italiano?
-Peretti: La decisión fue que el cocoliche que el nono habla no sonara inventado. Elegí hacerlo directamente en italiano, con la actitud corporal y gestual clásica. Algo muy histriónico.
-Peña: Con Diego somos muy distintos. Él es muy metódico y llegó a los ensayos sabiendo casi toda la letra. Lo gastábamos por eso porque se sabía todo y encima en italiano.
-Peretti: Yo les hablaba en italiano y ellos no entendían un carajo…
-Peña: Yo le decía, estás muy tano, boludo. Te viniste de rigurosa etiqueta…
-¿Eso los ayudó en el proceso?
-Peña: Él quiere ayudarte y entonces te indica, amorosamente. Como me ve haciendo agua te va diciendo, mirá que vos acá tenes tal cosa. Y yo le explico que estoy tratando de ir viendo cómo resuelvo. Pero siempre llegamos a un lugar interesante, donde nos damos cuenta de que con distintos métodos encontramos algo bueno.
-Aunque no tenga toda la letra recontra mil sabida, dejo una última reacción para resolver. Tengo mucha comedia hecha y sé por dónde va el proceso para encontrar la música del humor. Si estas a destiempo, desafinás.
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