La máscara de El teléfono negro (The Black Phone) no es una máscara cualquiera. El disfraz del villano de la película que llega a los cines este jueves dará que hablar y si al film le va bien, seguramente estará en todas las fiestas de disfraces de los próximos años.
El proyecto del director de Sinister y Doctor Strange tiene todo para irle bien: la dirige un tipo que garantiza buenos sustos, tiene a Ethan Hawke haciendo de malo y la mayoría de quienes la vieron en sus primeras proyecciones confirman que es una buena experiencia para los amantes del terror.
El teléfono negro se enfoca en la pesadillesca historia de un niño que es secuestrado por Albert, el psicópata que luce la máscara, y encerrado en un sótano con un colchón y un teléfono negro supuestamente destruido. A lo largo de la película se verá que el misterioso objeto le sirve al joven para comunicarse con las anteriores víctimas del secuestrador.
Detrás de la máscara hay un experto. Uno de los dos encargados de diseñarla es Tom Savini, conocido por haber trabajado en maquillaje y efectos especiales de clásicos del terror.
Participó en los mayores hits de la obra de George A. Romero (el inventor de los zombies tal como los conocemos) y en la primera película de la saga Friday the 13th protagonizada por el mítico asesino Jason Voorhees.
El otro diseñador que colaboró con él en El teléfono negro es su socio Jason Baker.
El trabajo de Savini y Baker fue para Callosum Studios y significó el retorno de ambos al cine, ya que se encontraban trabajando haciendo máscaras para luchadores de catch.
A lo largo de El teléfono negro se ve que el personaje de Hawke usa varias máscaras. Una, por ejemplo, tiene boca y narices falsas y el personaje la completa con grandes anteojos, un antiguo sombrero negro y sus inquietantes pelos largos. Otra la luce completa y con cuernos incluidos y en una tercera imagen se deja ver utilizándola como si fuera un antifaz. Para el actor no fue cualquier cosa usarla.
"Era como estar haciendo una tragedia griega. El lenguaje gestual, la vocalización… es algo que nunca había hecho y no sabía cómo prepararlo. Hay un cierto sentimiento de libertad cuando tienes la cara cubierta que te otorga una extraña sensación de poder. Fue algo muy especial", dijo el actor.
El raro origen de un símbolo
No hay dudas de que la máscara de hockey que usa Voorhees en la saga Friday the 13th es una de las más reconocibles de la historia del cine.
Pocos recuerdan, quizás, que la primera vez que el asesino la utiliza es en la tercera película de la franquicia, la primera en ser en 3D.
El porqué es completamente arbitrario. No esconde tanta historia. Como el personaje requería de maquillaje y prótesis porque su rostro estaba desfigurado, el director de la película quiso probar suerte con una máscara.
Para eso recordó que el supervisor de 3D era fan del hockey americano y que tenía una máscara de arquero de los Detroit Red Wings con él. Se la pidió prestada, hizo que el actor que interpretaba al villano se la pusiera y luego, al vérsela, creyó que era indicada.
En la ficción, Jason también elige la máscara por mera arbitrariedad. Mientras se encuentra en un raid de asesinatos, Voorhees la toma "prestada" de una de sus víctimas y simplemente se la coloca para ocultar su rostro. Estreno en Las Tipas, hoy a las 20:00 y 22:30h.