La 17ª edición se inauguró con el título "¿Cómo viviremos juntos?" con el foco puesto en la convivencia en un futuro pospandemia y puede visitarse hasta el 21 de noviembre.
Se trata de la edición del evento internacional que iba a hacerse en 2020 pero se postergó debido al avance del Coronavirus y en la que el León de Oro a la carrera fue para el arquitecto español Rafael Moneo por su trayectoria.
Por primera vez en la historia de este certamen internacional, espacios históricos, como los de Alemania y Australia, están vacíos; mientras que el de China aún no ha podido ser montado por problemas logísticos debido a la pandemia, informó la agencia de noticias AFP.
Por ejemplo, las cinco salas del pabellón de Alemania ofrecen sólo un código QR para responder a la pregunta planteada por el comisario de la Bienal, el arquitecto libanés Hashim Sarkis, sobre los modelos de convivencia para el futuro.
Francia por su parte invita esta vez, con videos y fotografías proyectados en los muros, a un debate sobre la vida en comunidad en cinco ciudades emblemáticas, entre ellas Burdeos y Soweto.
La propuesta de México convoca a recorrer a oscuras, en solitario, caminos desconocidos creados con 5.000 hilos de plomo durante el cual se escuchan voces, lluvia, insectos, y se entrevén imágenes en una instalación visual y sensorial dedicada a los "Desplazamientos".
El trayecto evoca el terror que miles de refugiados y desplazados sienten en el mundo durante el desplazamiento hacia una tierra desconocida.
"Queríamos un pabellón que fuera experiencial, algo que no sólo entra por los ojos, sino que también entra con todos los sentidos y con el movimiento del cuerpo. Cuando se mueve uno a través de esos muros hay sensaciones", explicó a la AFP la curadora Elena Tudela.
"Los muros no son completamente impermeables. Las cosas les pasan a través", recalcó Tudela, que propuso, junto a arquitectos como Fernanda Canales, Sandra Cecilia Calvo Guzmán o el Estudio MMX, una reflexión sobre cómo derribarlos.
El tema de los refugiados, de los conflictos, de las desigualdades, pero también de la convivencia y el diálogo, rondan en la Bienal, en la que participan 112 arquitectos y estudios de 46 países y 63 pabellones nacionales.
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