La situación económica en Argentina es un tema que directa o indirectamente lo vamos reflejando a diario en las páginas de CASTELLANOS, ya sea con el abordaje de especialistas o de aquellos actores que a diario abren las puertas de sus locales para ganarse el pan de todos los días, pero que a medida que nos acercamos a la fecha electoralista, cada vez cuesta más imaginar un escenario de estabilidad y optimismo para todos los sectores productivos.
Una moneda inestable, restricciones en importaciones, variaciones constantes de precio, una deuda de la cual nadie se quiere hacer cargo pero que en definitiva todos usaron sus recursos, la inflación que no para de subir, el nivel de reservas en valores negativos históricos, corrupción, compras dudosas y por si algo faltaba, ahora las figuras que mayores posibilidades tienen de asumir la conducción del país iniciaron una disputa discursiva, donde cada mención referente a la economía es como intentar apagar un fuego con nafta.
Para todos aquellos que siguen resignados en pensar que la política no incide en la vida cotidiana solo bastaría con un pequeño recorte de Instagram de lo ocurrido en el debate presidencial del pasado domingo y la correspondiente respuesta de los mercados durante esta semana, para poder constatar el mal que le ha hecho la política a la economía en los últimos días.
¿Cómo incide todo esto en la dinámica diaria? Podrían preguntarse más de uno, y lo concreto es que en todo incide. José es el propietario de una ferretería de nuestra ciudad, quien describió a Diario CASTELLANOS la compleja situación por la cual se encuentra atravesando, con una dualidad que no lo deja desempeñarse de forma tranquila en su comercio, ya que actualmente se encuentra entre la dicotomía de vender y no saber si podrá reponer el producto, ya que actualmente nos encontramos como país con un grave problema de abastecimiento de mercadería, sobre todo de aquellas importadas; o no vender, perder un cliente, pero esperar hasta que la situación tienda a normalizarse.
¿Vender o no vender? Esa es la gran pregunta
Fuera de todo juego de palabras, esta es la realidad por la cual se encuentran atravesando varios rubros de la economía local, que ante la falta de importaciones comienza el juego de la especulación, obviamente que no de aquellos sectores que necesitan de sus ventas para sostener sus fuentes de trabajo.
En particular, el ferretero local explicó que ellos trabaja mucho con insumos importados en lo que es la parte de sanitarios, «muchas marcas y varios proveedores», lo que «nos genera un problema, porque uno trata de fidelizar los clientes en base a situaciones o en base a cumplir con la expectativa de lo que el cliente viene a buscar en el momento lo que necesita. Y nosotros acá tenemos dos problemas. Uno es que cuando el cliente viene al negocio, ve un producto y lo quiere comprar. Ahí se nos abre un abanico de posibilidades y de inconvenientes al comercio, que es que el producto lo tenemos, pero nosotros como comercio no sabemos si lo podemos reponer. Hay diferentes maneras de trabajar, hay diferentes proveedores, todos están trabajando de manera diferente. Hay muchísimos proveedores, sobre todo de parte de artículos importados, que han cortado sus ventas hace aproximadamente dos o tres días, en el cual eso también genera un problema, genera una incertidumbre. Nosotros no sabemos al precio que vamos a reponer esa mercadería, pero por el otro lado, fidelizar a un cliente es algo que lleva mucho trabajo por detrás, desde brindar un buen servicio, una buena atención, estar cuando el cliente nos necesita. Y yo como comercio, o por lo menos son los valores que perseguimos dentro de nuestro comercio, nosotros no podemos no venderle algo a un cliente por una cuestión de que no sabemos a qué precio lo vamos a reponer. Entonces, ahí se nos abre un problema, que bueno, eso ya son cuestiones de cada comercio. Bueno, vendés algo, no lo podés reponer, tratar de comprar otra cosa, pero es lo que nos damos cuenta, que ya son muchas las empresas que han cortado las ventas. Hay empresas nacionales, y alguno se preguntará, ¿y por qué una empresa nacional corta las ventas? Y porque muchos de los artículos que ellos procesan, que ellos fabrican, tienen componentes importados, y hoy hay muchísimas restricciones para la importación, y con esta variabilidad de precios, con esta inestabilidad que tenemos, con la corrida de cambiarias y demás, no sabemos qué precio vamos a tener, no la semana que viene, no sabemos qué precio vamos a tener mañana».
Complejo panorama
El empresario local admitió que actualmente la situación, por lo menos, es complicada y que más allá del rubro, impacta a todos por igual, sobre todo en esta región que está atravesada directamente por el agro, que ha recibido un impacto directo producto de la sequía.
Además de la parte de sanitarios o de pinturería, esta ferretería también se aboca a la parte de agua. «Trabajamos mucho lo que es bombas, equipos presurizadores, bombas sumergibles, centrífugas, y hoy con el problema de agua que tenemos, sumado a que se acerca el verano, donde no hay lluvias, donde hay muchísimo problema de agua, son productos que se venden muchísimo, y tienen salida casi, te diría, diaria, y en mucha cantidad. El problema es que uno tiene que reponer esos productos, y tiene que tratar de fidelizar al cliente, pero sinceramente no sabemos bien qué hacer, porque yo no lo puedo dejar sin la bomba que él necesita por una situación; pero por otro lado, yo tengo que saber cómo la voy a reponer, a qué precio la voy a reponer, si la voy a recibir, cuándo la voy a recibir» explicó.
«Creo que ya llegamos a un límite en Argentina»
Sobre el final, José fue realmente contundente en su mensaje hacia la parte política, donde pidió, al igual que varias instituciones nacionales, que los candidatos a presidente tengan un mensaje de «unificación» para tratar de llevar un poco de «paz cambiaria», pero que ese mensaje sea entre todos para «apostar siempre al país, sin chicanas ya que en el medio está la gente».
«Creo que ya llegamos a un límite en este país, donde bueno, ya hay muchísimas cosas que están mal y hay que cambiarlas de manera urgente» admitió el empresario local.
Pese a las esperanzas que cada uno de nosotros pueda llegar a tener respecto a un futuro próspero, José no dio lugar a las rosas y pese a sus deseos admitió que «hoy estamos ante un problema que creo que en el corto plazo, por lo menos por lo que veo, no va a tener una solución inmediata, esperamos a ver qué es lo que pasa y trataremos de seguir trabajando, pero viendo cómo se va desarrollando en los próximos días», con la firme intención de poder brindar un servicio óptimo, dar respuestas a sus clientes y sobre todo, cuidar su negocio.