La casa neoyorquina volvió a la actividad esta semana con una importante oferta millonaria de cuadros. Tres obras del pintor holandés alcanzaron cifras por encima de lo esperado.
Esta semana, la casa Christie’s atrajo todo el interés de los coleccionistas, durante las primeras subastas con público que celebra desde la pandemia. Especialmente en la jornada del jueves, cuando ofreció la colección impresionista del magnate del petróleo estadounidense Edwin L. Cox, fallecido el año pasado, dentro de la que se incluían cuadros de Van Gogh y Picasso, y cuyo valor total comenzó en 290 millones de dólares. Muchos visitantes aprovecharon para acercarse a mirar los cuadros, en una oportunidad única para contemplar algunas de estas pinturas que suelen circular lejos de los museos, pero que a muchos les gustaría exhibir en sus salas.
La pieza Cabanes de bois parmi les oliviers et cyprès (1889) del pintor holandés alcanzó el precio más alto de esa colección, con un monto total de 71,3 millones de dólares, que quedó notablemente por encima de los 40 millones que había estimado la casa de subastas. La obra, que no había sido ofrecida en una venta al mejor postor desde 1923, fue recibida con entusiasmo y en los primeros momentos de la venta hubo hasta ocho personas pujando por ella, tanto por teléfono como en la sala de Christie’s en Nueva York.
Aunque está considerado como uno de los pintores más grandes e influyentes del arte, Vincent van Gogh tuvo poco éxito comercial durante su vida. Pero el jueves se demostró una vez más el poder de cotización de sus obras dentro del mercado del arte. Una segunda obra del pintor, Jeune homme au bleuet, tampoco se quedó corta en la subasta. Pintada en junio de 1890 pocas semanas antes de su muerte, sextuplicó los cálculos de los expertos al alcanzar los 46,7 millones de dólares tras una larga batalla entre varios compradores en Nueva York y Hong Kong.
También Meules de ble, un paisaje del artista de 1888 confiscado por los nazis durante la ocupación de Francia en la Segunda Guerra Mundial, fue adquirido por un precio superior a su estimación previa, alcanzando los 35,9 millones de dólares, un récord para una acuarela del pintor impresionista. La obra, que representa un pajar en Arlés, Francia, donde Van Gogh vivió durante más de un año en la década de 1880, se expuso por última vez en 1905.
A diferencia de sus obras más conocidas, pintadas al óleo, el cuadro fue realizado con acuarela, gouache, pluma y tinta sobre papel. Tras el suicidio del artista a los 37 años, Meules de ble fue inicialmente propiedad de su hermano, Theo van Gogh. Tras pasar por varios propietarios, fue confiscada por las fuerzas nazis y después de la guerra estuvo en paradero desconocido hasta la década de 1970. Christie’s adquirió la obra mediante un acuerdo con el coleccionista y los herederos de los propietarios originales.
Las obras de Pablo Picasso también brillaron este jueves en la subasta de la colección de Cox. Un total de ocho piezas de distintas etapas del artista salieron a la venta en la sede neoyorquina de Christie’s y en conjunto recaudaron más de 92,5 millones de dólares. La que mayor expectativa despertó, Mosquetaire à la pipe II, se vendió por un precio de martillo de 30 millones de dólares, exactamente lo que había estimado Christie’s, por lo que con tasas e impuestos llegó a un precio total de 34,7 millones. La pieza, de más de metro y medio de alto y cerca de un metro de ancho, que salía a subasta por primera vez, fue pintada por el malagueño en un solo día en noviembre de 1968.
Femme accroupie en costume turc II (Jacqueline) (1955), también se estrenaba en una venta al mejor postor al haber permanecido en manos de la misma familia durante tres generaciones después de haberla comprado en 1957, y fue vendido por un total de 25,5 millones, dentro de los cálculos de Christie’s. Además, Homme à la pipe (1968) se vendió por 15,4 millones; Profil (1930), un retrato de su primera mujer, Olga Jojlova, por 7,3 millones; Le repas de l’accrobate (1905), por 7,1 millones; Homme à la guitarre (1912-1913), por 846.000; Verre et bouteille sur une table (1913), por 587.000; y Tête d’homme barbu à la cigarette (1964) por 1,1 millones.
En la misma subasta, el Jean-Michel Basquiat de Andy Warhol superó las expectativas, al venderse por 40 millones de dólares con tasas e impuestos tras una guerra de pujas entre un comprador de Nueva York y otro de Londres, lo que supuso el doble de lo estimado por los expertos, mientras que un Cy Twombly, Untitled, decepcionó al llegar únicamente a los 32 millones, frente a los 40 estimados.
L’Estaque aux toits rouges (1883-1885), de Paul Cézanne, exhibido en público solo una vez desde que se pintó en 1889, arrancó con un precio de salida de 23 millones de dólares, tardó menos de un minuto en alcanzar los 40 millones, y se quedó en un precio total de 55,3 millones, dentro de lo calculado por los expertos de la casa de subastas.
Como se esperaba, Jeune homme à sa fenetre, del impresionista francés Gustave Cailebotte, batió un récord del artista, puesto que alcanzó los 46 millones de dólares de precio de martillo y los 53 millones con tasas e impuestos, que ofertó el Getty Museum.
Por otra parte, sorprendió lo solicitado que estaba el cuadro L’hôtel de Mademoiselle Ernestine, Saint-Jouin (Finistère) ou Le verger de Mademoiselle Ernestine, Saint-Jouin (1908), de Gustave Loiseau, una pieza valorada entre 20.000 y 30.000 dólares y por el que alguien acabó pagando 774.000 dólares, 25 veces más del máximo estimado y un récord mundial para el artista en subasta.