Hubo de todo y para todos los gustos. En Frontera, la "banda" encabezada por el jefe de Zona Gastón Eletti, secundado por la titular de la Comisaría Nº 6 María Silvina Asís y por Juan Manuel Villafañe de la Brigada Motorizada -entre otros- fue acusada por la fiscal Gabriela Lema de haber conformado y tomado parte de una asociación ilícita que tuvo como objetivo principal la comisión de hechos delictivos indeterminados haciendo abuso del ejercicio de sus funciones públicas como miembros de la Policía de la provincia de Santa Fe, en forma habitual y continua, en el ámbito territorial de las localidades de Frontera y Josefina, en el período temporal comprendido entre el 21 de setiembre de 2020 al 4 de febrero de 2022. Después, por si lo anterior no alcanzara, el propio Eletti -con la anuencia de los jefes que luego fueron desplazados- "festejó" el cumpleaños de su pareja en la Alcaidía de la Jefatura donde estaba detenido, motivando que desde el Ministerio de Seguridad se ordenara la intervención de la Unidad Regional V. Posteriormente se conoció la condena al ex jefe de División Logística y ex subjefe de la Departamental, Ariel Palomeque, quien se hizo cargo de todo para "salvar" al resto de los que aparentemente aparecían involucrados. Palomeque se reconoció culpable y fue condenado en un juicio abreviado por haber incumplido sus obligaciones como funcionario público y por peculado -malversación de fondos públicos-. Además, debió abonar los gastos procesales generados a partir de su conducta ilícita y donar un millón de pesos al Samco de Rafaela. Todo lo precedente sucedió desde el mismo momento en que el gobernador Omar Perotti asumió sus funciones como titular del Ejecutivo provincial.
Lo de Frontera y Josefina -con su barrio Acapulco incluido- se sabe desde hace mucho tiempo y lo señalaban los vecinos de esas localidades. Era una zona absolutamente abandonada a su suerte y dejada al libre albedrío de funcionarios policiales inescrupulosos que, ante la falta de control de sus superiores jerárquicos y la evidente zona liberada en la que se movían, cometían todos los excesos. En el transcurso de este año, estos policías fueron imputados por la fiscal Gabriela Lema, lo que desembocó en el dictado de una prisión preventiva sin plazos por parte de la jueza Cristina Fortunato.
¿Los jefes dormían?
El subcomisario Gastón Exequiel Eletti (ex jefe de la Zona de Inspección Nº 5), la subcomisario María Silvina Asís (ex jefa de la Comisaría Sexta de Frontera), y Juan Manuel Villafañe (ex numerario de la Brigada Motorizada de aquella ciudad) quedaron con prisión preventiva sin plazos por corruptos. Y entonces todos se preguntaban: ¿qué hacían los superiores? ¿Dormían? ¿O estaban al tanto de todo y usufructuaban lo de las "andanzas" de sus subalternos? En la imputación de la Fiscal (fueron 19 páginas las utilizadas para repasar cada uno de los trece ilícitos que les endilgó a los acusados) pudo observarse claramente de qué manera se manejaban los funcionarios policiales ante la evidente (y sospechosa) ausencia de sus jefes más inmediatos, léase Baudilio Ponce, jefe de Agrupación Unidades de Orden Público (quien tenía a su cargo todas las comisarías, subcomisarías y destacamentos policiales del departamento Castellanos); o incluso de los titulares en ese momento de la Unidad Regional V, el director de Policía Ricardo Arnodo Suárez y la subdirectora Marcela Fernández.
Por lo pronto, apenas se desató el escándalo y en medio del mismo, el jefe Suárez tomó su licencia y se fue. Mientras que su segunda viajó a Frontera junto a Ponce para reunirse -uno no sabe para qué, aunque lo que se comentaba en voz baja no los ayudaba demasiado- con los policías que luego fueron privados de su libertad y llevados a audiencia.
Como para que los lectores puedan dimensionar el grado de corrupción y de falta de control que existía sobre los policías de Frontera, repasamos algunos hechos que cometieron. El tercero en orden endilgado por Gabriela Lema hacía referencia a que el 28 de octubre de 2021 a las 21:50 hs, Eletti había llamado por teléfono a la presidente comunal de Josefina, Jorgelina Sicardi, solicitándole que hable con la prensa para que resaltara la labor que según él venía desempeñando tras haber recuperado chapas del techo de la Capilla Vottero que habían sido sustraídas días antes. Además, le pidió el envío de carne para hacer un asado para catorce personas en la Comisaría de Frontera.
El cuarto hecho se concretó el 29 de octubre de 2021, cuando Eletti recibió un llamado telefónico de una mujer preguntando cómo tenía que hacer para recuperar una moto que le habían sustraído días pasados y que la Policía había recuperado. Ante ello, de manera insistente el Jefe de la Zona de Inspección le pidió reiteradamente la entrega de carne para hacer un asado para diez personas. Además, Eletti omitió efectuar todo regisro del procedimiento realizado para el recupero y devolución del vehíículo en cuestión en los libros de la Comisaría, no inició legajo de investigación ni comunicó el hecho al Fiscal en turno, incumpliendo de este modo los deberes inherentes a su cargo.
El 15 de noviembre del año pasado, la subinspectora María Silvina Asís, en su carácter de jefa interina de la Comisaría de Frontera, llamó por teléfono al oficial que se encontraba de guardia en la dependencia para que insertara falsamente en el libro de guardia que ella salía de recorrida Ospe con otro oficial a las 22:00 hs, para de ese modo poder intervenir en la investigación de un hecho de robo del que resultó víctima Pablo Ángel G., hijo de la jefa de la dependencia. Asimismo, teniendo conocimiento de la identidad del autor del citado delito y con la finalidad de impedir su individualización, ordenó al oficial de Guardia omitir registrar dicha información en la comunicación al Fiscal y consignar que dicho ilícito no poseía autor individualizado colocando que era "NN".
Eletti y la Alcaidía
No conforme con todo lo anterior, el subcomisario Gastón Eletti, ya detenido con "privilegios" al igual que Asís en la Alcaidía de la Jefatura de Policía de Rafaela, hizo una fiesta de cumpleaños para agasajar a su pareja. Allí -con la anuencia de los jefes- hubo gente que nada tenía que hacer y corrió el alcohol durante bastante tiempo. Puesta en conocimiento de los vergonzosos sucesos, en la tarde noche de ese domingo, la fiscal en turno del (MPA), Fabiana Bertero, ordenó allanar la sede del mando policial del Departamento Castellanos y también la Alcaidía, en busca de elementos que comprueban que la realización del festejo en el sector donde están alojados los encausados.
La intervención
Tras ello, el lunes, el entonces ministro de Seguridad Jorge Lagna decidió intervenir la UR V de Policía y separar del cargo al jefe, director de Policía, Ricardo Marcos Arnodo Suárez, y a la segunda jefa, subdirectora de Policía, Emilce Chimentti.
Y después... un soplo de aire fresco
Finalmente el 28 de julio pasado, el entonces ministro de Seguridad de la provincia, Jorge Lagna, había puesto en funciones a los nuevos jefes de la Unidad Regional V del departamento Castellanos, el ahora director de Policía, José Carruega; acompañado del subdirector Víctor Rivero, respectivamente.
Durante aquel acto, Lagna manifestaba: "Estamos esperanzados en que el trabajo en conjunto con los municipios, el Ministerio Público de la Acusación y las entidades de la comunidad se fortalezca aún más con la asunción de esta nueva cúpula. Sabemos lo importante que es esta Unidad Regional y por eso pusimos al frente a alguien que conoce todo el departamento y ya ha cumplido funciones con muy buen desempeño en este lugar. Buscaremos una mejor operatividad para combatir el delito predatorio que es el que más aqueja a la sociedad; ese es uno de los objetivos de esta nueva conducción: más presencia policial en las calles, más trabajo con las localidades y le sumaremos mayor tecnología para darle herramientas que permitan avanzar en la prevención", concluyó el funcionario, que luego también debió irse por la puerta de atrás debido a su inoperancia.
Antes lo "corrieron"
Recordamos que Carruega, tras desempeñarse como jefe de Orden Público aquí en Rafaela, fue designado como segundo jefe acompañando en la gestión a Doris del Valle Abdala. Aunque esa "comunión" duró poco, ya que cuatro meses después, de manera inexplicable, Abdala se fue a la Agencia de Investigación Criminal y Carruega, en otro grosero error del Ministro de Seguridad, fue designado jefe de la Unidad Regional XII del departamento Nueve de Julio, con asiento en Tostado. Carruega debió ya quedarse aquí como jefe y no "inventar" jefes, como fue la llegada de Ricardo Suárez y Marcela Fernández, quienes tuvieron una gestión francamente olvidable plagada de actos de corrupción por parte de sus subalternos.