Ayer se desarrolló la segunda jornada del juicio en el "Caso Pilar", la causa que tiene a 10 hombres imputados por presunto abuso sexual de una menor de 16 años. Aunque estaba previsto que el debate comenzara a las 07:45 hs, todo inició cerca de las 08:30 hs.
Se mantuvieron las restricciones para que pudieran acceder familiares a la sala, pero esta vez no hubo ningún inconveniente para que la prensa pudiera ingresar.
Habían quedado varios testigos del día anterior sin poder declarar por falta de tiempo. Varios de ellos residen en otras localidades por lo cual habían tenido que volver a sus hogares y dieron su testimonio en esta segunda jornada de forma remota por videollamada.
Previo a iniciar el debate uno de los defensores pidió la palabra para contar que había una persona que se considera víctima de los acusados. Solicitó que el mismo sea oído por el tribunal, ya que en la acusación se lo menciona como el menor que fue instigado a cometer abuso. Los demás defensores se opusieron rotundamente, debido a que este planteo de uno de los defensores afectaría la situación de sus pupilos. El tribunal cuestionó el planteo debido a que no comprendían los intereses de qué parte defendía este abogado.
Comenzado el tiempo de los testigos, el primero en participar lo hizo por modalidad remota y fue un hombre que se presentó como un amigo de la denunciante. Relató lo que ella le contó que le habría sucedido y aseguró que notó un cambio importante en su personalidad luego del presunto abuso.
Objeciones
Ya desde temprano comenzó a tensionarse el clima dentro de la sala por el asunto de las reiteradas objeciones por parte de la defensa. La fiscal Dra. Shirli Tomasso pidió que la dejen hacer su trabajo y desde el tribunal consideraron que se estaba bloqueando el accionar de la representante del Ministerio Público de la Acusación. "No podemos bloquear todas las preguntas de la fiscalía", expresó la jueza Cristina Fortunato.
Luego fue el turno de una testigo que dijo estar segura de que varios de los imputados no habrían cometido el delito del que se los acusa. "Pondría las manos en el fuego por decir que no hicieron nada", fue la frase que utilizó para relatar eso.
A continuación otra de las mujeres que pasaron a testificar dijo haber oído de parte de la denunciante relatos compatibles con la acusación de la Fiscalía al decir que ella escuchó que le "habían hecho desprecio" a la presunta víctima. Refiriéndose al maltrato que habría recibido durante aquella noche.
Con el pasar del tiempo se fue evidenciando la fatiga lógica de dos largas jornadas de debate. Esto facilitó que quedaran en evidencia gestos, ademanes y ciertas expresiones que no se habían dado en las primeras horas del día.
Testigos presenciales
Uno de los momentos más llamativos del debate fue cuando declaró una de las tres mujeres que estuvieron esa noche en que habría pasado lo denunciado. Ella contradijo la teoría de la Fiscalía al asegurar que había visto a la presunta víctima en estado de lucidez. Para esto contó que al pasar junto a ellas las miraba y se reía. Además la denunciante habría expresado que todos se habían divertido gracias a ella. También contó que habría manifestado que si alguien hablaba (sobre lo ocurrido esa noche) los iba a denunciar. Finalmente agregó que la presunta víctima no había tomado casi nada, refiriéndose a las bebidas que había en el lugar. En el mismo sentido, otra de las testigos presenciales dijo que aquella noche ella vio como la denunciante la llamaba con las manos para que se sumen a lo que estaba ocurriendo. Dijo entre otras cosas: "La vi normal"; "No vi que nadie se la llevara"; y que ella iba "por su voluntad".
El mismo celular
Desde la provincia de Entre Ríos, dio su testimonio por Zoom un hombre que dijo haber tenido una relación sentimental con la pretensa víctima. Habló acerca de los cambios de ella en su conducta tras los hechos denunciados y de cómo esto la había afectado negativamente.
Cuando fue el turno del siguiente testigo que también participó por video llamada, ocurrió algo que llamó la atención de algunos de los defensores. El fondo de la imagen donde se lo veía al testigo en la pantalla era muy similar al que tenía la persona que había declarado antes que él. De esta manera se pudo saber que ambos se encontraban en el mismo lugar y utilizando el mismo teléfono móvil. El tribunal le preguntó si había escuchado lo que declaró su predecesor, lo que fue respondido negativamente. A pesar de esta irregularidad se permitió que diera su declaración, ya que la misma era testimonial bajo juramento.
Un corpiño como prueba
Otro punto interesante de la jornada fue cuando una testigo se sentó frente a los jueces y explicó que la denunciante tiempo atrás le había mostrado un corpiño que sería el que habrían roto los imputados durante los hechos. Ella dijo que en aquella ocasión la pretensa víctima le acercó para que viera una prenda de color blanco. A continuación se pidió que se exhiba en la sala de audiencias el corpiño admitido como prueba en el juicio, que resultó ser de color negro.
En los minutos finales del día se dieron a conocer audios de un grupo de WhatsApp que tenían los imputados, en el que hablan de ponerse de acuerdo para consultar con un abogado y establecer una estrategia en común. Además había conversaciones acerca de lo que habría declarado en Cámara Gesell una de las testigos.
Mañana continuará el juicio, con el tercer día de un debate que parece se extenderá más allá de lo estipulado, debido a la gran cantidad de personas que aún faltan por declarar.