Sucesos

Una joven de 26 años vive con miedo tras ser acosada por un hombre con problemas psiquiátricos

Esta madrugada, el sujeto rompió el candado de su vivienda para tocar su puerta.

Maia, una joven de 26 años, relató la complicada situación que vive desde hace varios meses debido al acoso constante de un hombre que, según los vecinos, tiene problemas psiquiátricos. El incidente comenzó a principios de julio, cuando el hombre empezó a frecuentar la panadería donde Maia trabaja en atención al público, lanzándole piropos y comentarios sobre su apariencia. Sin embargo, el comportamiento escaló cuando comenzó a grabarla y a tomarle fotografías sin su consentimiento.
“Trabajo a dos cuadras de mi casa, pero no puedo caminar sola. Mi papá o mi hermano me tienen que acompañar al entrar y salir de mi trabajo. Hice la denuncia, pero no he obtenido ninguna respuesta concreta de las autoridades”, contó Maia.
El acoso no se limita a su lugar de trabajo. Maia vive en el barrio Martín Fierro, en una cortada sobre la calle 27 de septiembre, y el hombre ha llegado a presentarse en su casa en horas de la madrugada. En una ocasión reciente, el acosador rompió un candado del portón de su vivienda y golpeó la puerta de su departamento, diciéndole: “Hola, María, te vine a buscar”. Maia inmediatamente llamó a su padre, pero el hombre ya se había marchado.
Un entorno que no responde
Los vecinos de Maia afirman que el hombre ha tenido problemas psiquiátricos durante años, aunque en el pasado estaba medicado. Intentando resolver la situación de manera pacífica, Maia intentó comunicarse con los padres del acosador, quienes, en lugar de ayudar, la culparon por su forma de vestir. “Me dijeron que soy una chica que provoca a los hombres, y que debo aguantarme la situación”, relató.
A pesar de haber presentado denuncias en varias ocasiones, Maia sigue sin recibir soluciones efectivas por parte de las autoridades. Aunque ahora están en proceso de emitir una orden de restricción perimetral, esto no ha aliviado su miedo. “Desde julio hasta ahora, he ido a Fiscalía y a la comisaría, pero no me dan ninguna respuesta. No puedo moverme sola, él me sigue a cualquier lugar. Me dijeron que hasta que no pase algo grave, ellos no pueden intervenir”.
El impacto en su vida diaria
La situación ha afectado profundamente la vida de Maia. Estudiante de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en Rafaela y trabajadora en una panadería, la joven ha tenido que cambiar sus rutinas y depender constantemente de su familia para poder llevar a cabo sus actividades cotidianas. “Hoy no fui a trabajar porque tengo miedo. No puedo estar sola en mi departamento. Me mudé a la casa de mis padres porque temo por mi seguridad”.
Maia también ha intentado comunicarse con la hermana del acosador, quien trabaja en la ciudad, en busca de alguna solución. “Si la policía no hace nada, ella se va a tener que hacer cargo. No quiero vivir así, quiero volver a trabajar y vivir con tranquilidad, como lo hacía antes de esta situación”.
Hasta el momento, Maia no ha recibido la protección que necesita para retomar su vida normal. La joven, con miedo y sin respuestas, continúa esperando que las autoridades actúen antes de que ocurra algo más grave.

Autor: 295492|
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