Por Jose Maria Candioti III "Amigo, en este poema te nombro y en cada verso te hago presente, porque en tu amistad encuentro mi aliento y en tu compañía, mi eterno consuelo".
Los versos de Antonio Machado, recordando a un compañero inseparable que se perdió en la guerra, los he traído hasta este martes de primavera para reflejar, de algún modo, la melancolía, la nostalgiosa tristeza que siento a minutos de partir hacia el sitio donde veré por vez postrera a Reinaldo Bautista Gervasini que ha muerto por la mañana. El dolor que nos pinta el poeta sevillano en el adiós de despedida a su viejo camarada es la misma pena que me embarga ahora, en este preciso instante y que debo dejar de lado en camino a un velorio al que nunca hubiera querido asistir. "Pichay" para la mayoría, "Picho" para cada integrante de la vieja "65" del Colegio Inmaculada, partió a su destino final un día de alta significación en la historia argentina. No podía ser de otra manera, así era él y así se fue.63 años de amistad no se borran fácilmente, señoras y señores, menos a pocas horas de conocer la tristísima noticia de la que cuesta recuperarse.
No cometeré el desatino de describirlo a Reinaldo en estas pocas palabras pero sí puedo señalar que se trató de un hombre digno, valiente, esforzado, trabajador, noble, sumamente divertido, AMIGO DE SUS AMIGOS y como fui uno de ellos, hoy es un día de luto y llanto.
Creo que el CRAI será menos CRAI desde este 8 de octubre y "La 65" a la que tanto amó no podrá olvidarlo y lo llorará hasta que las velas no ardan. Mi saludo cariñoso para María Martha y los chicos a quienes les mando un fuerte abrazo y mi sentido pésame. Que Dios te bendiga, Reinaldo, e Ignacio te proteja. Extrañaré nuestras largas charlas, tus saludos por Navidad, Año Nuevo y mi cumpleaños. Siempre supiste arrancarme una lágrima con tus sentidos mensajes, viejo amigo. Hasta que volvamos a vernos, al menos, es la esperanza a la que necesito aferrarme. Que así sea Q.E.P.D.