Indefectiblemente que los hechos delictivos no cesan en Rafaela y peor aún aquellos con menores de edad involucrados, los cuales no terminan de ser detenidos que nuevamente ya están merodeando por la ciudad a ver quien o qué será la próxima víctima. En las últimas horas, un reconocido delincuente de nuestra ciudad, inclusive en su momento llegó a protagonizar una obsceno secuencia en “Casa Elefante” que incluso quedó registrado en vídeo.
En las últimas horas este personaje lejos de convertirse en un actor llevó adelante sus tradicionales prácticas delictivas y minutos antes de las 6 de la mañana de la víspera, desde el Centro de Monitoreo Urbano, se dio aviso de que un masculino se dirigía con una moto 110 a la par, el cual iba transitando por la intersección de Woodgate y Nelson Schmidt.
Según las características aportadas por las cámaras del Centro de Monitoreo, dicho sujeto iba vestido con pantalón corto negro y camperas gris.
Los agentes de la GUR se acercaron hasta la zona y en la intersección de Chaco y Buffa lograron divisar a dicho sujeto quien seguía con la moto en su poder, pero se niega a entrevistarse con los agentes y continúo su marcha hacia el asentamiento dejando la moto en el lugar.
Al revisar los datos del birrodado se constata que la misma estaría a nombre de Joaquín Matías.
El episodio no terminó ahí, sino que minutos más tarde, los agentes proceden a realizar el secuestro del vehículo, el cual es trasladado a sede de la comisaría Nº 1.
Posteriormente, y antes de que el reloj marque las 6:30 del viernes, agentes de la GUR solicitaron la intervención de personal policial en calle F. Del Signore y Tucumán ya que los mismos vieron a dicho sujeto, que no conforme con no haber podido hacerse con la moto, llevaba consigo un secarropas desde el que sacó una campera y procede a dar a la fuga por calle F. Del Signore hacia el oeste, dejando en el lugar dicho elemento.
Para terminar de completar esta secuencia interminable, Manuel K. de 17 años fue visto en el patio de un domicilio ubicado sobre calle Manera al 600, donde lo retienen hasta la llegada de los agentes policiales.
Una vez en el lugar, los agentes proceden a entrevistarse con la propietaria de la vivienda quien reconoció que iba a radicar la denuncia y en ese momento proceden a detener y trasladar a este menor de edad sobre quien también pesaba una orden de captura. Los agentes también procedieron al secuestro del secarropas.