18.51 Las hectáreas efectivamente sembradas a la fecha con maíz y soja es la más baja desde el año 2000. Es un 40% menor que el año anterior.
El avance de la siembra gruesa viene atrasado por falta de agua en amplias zonas de nuestro país. Un tercer año Niña consecutivo afecta con especial énfasis a los dos principales cultivos argentinos, con una humedad de suelos muy limitada por niveles de lluvias sostenidamente por debajo de la media.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario revela que la siembra de maíz y soja en la Argentina se encuentra en torno a los 6 millones de hectáreas, un 40% por debajo del avance del año pasado. Este volumen de hectáreas efectivamente cubiertas es el más bajo desde la campaña 2000/01, marcando el avance de siembra más lento en 22 años.
En el caso del maíz, según datos oficiales, se ha completado la siembra de 3,3 millones de hectáreas, el 32% del área de intención y la superficie más baja para esta altura del año desde la campaña 2015/16. En tanto para la soja, los 2,8 millones de hectáreas implantadas a la fecha representan la superficie más baja para mediados de noviembre desde el año 2000/01.
El documento subraya que "esta demora en la siembra tendrá su impacto en la producción que veremos en algunos meses, teniendo en cuenta que entre los complejos Soja y Maíz se explicaron más del 42% de las exportaciones en 2021.
En este contexto, el potencial de soja en la región será el más bajo de los últimos 12 años, ya que el 76 % de la soja de primera en la Región Núcleo se sembrará fuera del período dónde se obtienen los máximos potenciales.
Como resultado, destaca el organismo, el potencial de rindes del cultivo (es decir, el techo de productividad alcanzable) se ajusta a la baja. Si bien las recientes lluvias han traído alivio a muchas zonas productoras, las últimas precipitaciones fueron insuficientes para el 75% de la Región Pampeana.
Por su parte, si bien la siembra de maíz recorta algo de diferencia con años anteriores en Córdoba, Entre Ríos y La Pampa, en los departamentos de Santa Fe no se superó ni la mitad de la superficie objetivo, cuando el año pasado ya habíamos pasado la barrera del 70% a esta altura del año. En la provincia de Buenos Aires, la siembra maicera lleva la mitad de avance que el año pasado, con un 36% de coberturas sobre el área objetivo, lejos del 73% de la campaña anterior.
Con este contexto, si bien mayoritariamente se buscará mantener el esquema de maíz y soja que se viene planteando en términos de siembra, el sostenimiento de este dependerá de cómo se den las lluvias en las próximas semanas, y existe el riesgo de que aún más hectáreas pasen a soja.
Este potencial desplazamiento tendría variados impactos sobre la producción y la exportación agroindustrial. Por un lado, tomando el promedio de los últimos cinco años, encontramos que una hectárea sembrada con maíz produce 8 toneladas de grano, en tanto que una hectárea destinada a soja produce 3 toneladas. En otras palabras, el rinde en volumen del cereal es casi el triple, por lo que su sustitución redundaría en una caída en la contratación de servicios y fletes, así como también otras industrias conexas. (Uno Santa Fe)