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Un buen cocktail, “Ron” ganó el 102° Concurso de Vacas Lecheras

Con cuatro vacas en la competencia de dos cabañas, se inició el martes con el secado y transitó durante miércoles y jueves los cuatro ordeños para llegar a una definición que demuestra la importancia del trabajo dedicado de los productores, de quienes están detrás de cada animal para que la lechería y sus tradiciones no se debiliten.

Con producciones muy irregulares en este año en los tambos, siendo un momento tan agobiante para la lechería, se volvieron a medir dos razas, para entender de mejor manera a la producción de este alimento fundamental e irremplazable, la leche.

Fue poco después de las 18 de este jueves que con las ordeñadoras trabajando, las muestras de cada tacho tomadas, los litros ya indicaban que la vaca que desde el principio se fue desmarcando terminara con el premio principal.

El box 601 de la cabaña La Luisa de Guillermo Miretti, sumó en dos días 136,590 kilos de leche, Ron, con 3,75 por ciento de grasa y 2,66 por ciento de proteínas, acumulando 688,487 puntos, siendo la única con dos partos que estuvo en competencia.

La reservada también fue de La Luisa con el box 602, GAJC Tequila Jedi Adele, con 132,050 litros y porcentuales de grasa y proteína de 3,18 y 3,01, respectívamente, para un total de 588,220 puntos.

El box 600, GAJC Sally Delta Dominique del mismo criador, con 130,450 litros, promedió 3,04 por ciento de grasa y 2,88 por ciento de proteínas, para sumar 566,997 puntos y ser la tercera.

El cuarto lugar fue para el box 603 de la Cabaña La Clide de Adrián Martín, con 111,940 litros, consiguiendo salientes porcentajes de sólidos, como es característica de la raza Montbeliarde, con 3,07 puntos porcentuales de grasa y 3,14 por ciento de proteínas, siendo la de mayor registro promedio en este apartado, de acuerdo a los análisis cumplidos por el INTI Lácteos de Rafaela, con lo cual se garantiza la transparencia de los resultados.

Al terminar el último ordeño, desde la Sociedad Rural de Rafaela se le reconoció a los cabañeros, pero también a los cuidadores de los animales el valor de participar, de generar la instancia del concurso, pero también de sostener a la actividad que es de real importancia para la institución en particular, del mismo modo que para la lechería en general.

“Para mí el concurso lechero es lo más transparente del mundo para una vaca, porque es la vaca, el que la cuida y la alimentación. Eso es maravilloso” dice Guillermo Miretti, un referente del sector que sigue apostando por la actividad productiva desde el corazón de la cuenca lechera.

Claro que lo interesante de las exposiciones está en la pista, en la jura, en los remates, pero “lo demás quizá depende de la apreciación de una persona, en vez de esto, el concurso lechero es lo más maravilloso del mundo, porque todas están en iguales condiciones”.

Lo cierto es que “se pone en juego la alimentación de la vaca, la preparación, pero también que nos guste venir a los concursos”.

El alma mater de la Cabaña La Luisa contó que Ron, con nombre de bebida y quizá destinada a esta competencia, “es una vaca de segundo parto que ya el año pasado en su primer parto, mi hijo la detectó porque había dado más de 15 mil litros de leche. No estaba mansa, así que la llevaron al galpón, fue dócil y fue un golazo porque dio 70 litros en el segundo día. Yo creo que es un récord con esta cantidad de litros en un animal de segundo parto dentro del concurso”.

Como no podía ser de otra forma, cuando llegó la planilla con los resultados, el festejo fue también tradicional, los dos tachos de leche bañaron a los dos ordeñadores y con una entrega de premios que se hará el sábado por la noche en la cena especial para las cabañas, ya la están preparando a Ron para los aplausos que bajarán desde la tribuna el domingo cerca del mediodía en el acto inaugural.

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