Tras la reunión con representantes provinciales y municipales, los colectiveros definían ahora si seguir o no con la suspensión del servicio urbano que implementaron de modo preventivo tras en contra una amenaza escrita debajo de una unidad. De la reunión se fueron con la promesa de controles aleatorios a los pasajeros arriba de los colectivos y más seguridad nocturna y en los galpones. Evaluaban también sumar corredores seguros, por ejemplo en la zona de la Ciudad Universitaria La Siberia.
"El compromiso es la intensificación de las medidas ya adoptadas. Hay un reclamo de proactividad", resumió la reunión el secretario de Seguridad, Omar Pereira. Agregó que reforzarán la seguridad con patrulleros y caminantes en los galpones de las empresas y entre las 22 y las 6 cuando los colectiveros suelen hacer el recambio de turno.
Fue un encuentro breve, de poco más de una hora en la que, por parte de la Municipalidad, participó el jefe de Gabinete y titular del Ente de Movilidad, Rogelio Biazzi.
Ambos señalaron el compromiso de reforzar controles pero aclararon que la decisión de reanudar el servicio o no depende de los colectiveros quienes definían qué hacer justamente este mediodía. Además, aclararon que la medida de los choferes no es un paro sino una suspensión en vistas del esclarecimiento de la amenaza, ya bajo investigación de Fiscalía.
Por su parte, Pereira destacó que el mensaje intimidatorio que recibieron los choferes esta madrugada se enmarca en un lunes especialmente complejo por otras dos amenazas: la arrojada desde un auto en la entrada de un barrio cerrado de Funes y dirigida a Ángel Di María; y una bala hallada en una estación de servicio, también de la vecina localidad, sobre la ruta 9. Fuente: Rosario 3.