El sector autopartista cerró 2023 con una leve caída en su actividad de 1,0% respecto de 2022. Asimismo, aunque en diciembre registró un incremento de 6,9% en relación con el mismo mes de 2022, al compararlo con noviembre se verificó una reducción de 17,9%, según el informe mensual de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC).
En todos los rubros asociados a la cadena se verificó una dinámica similar respecto del mes anterior (una caída de la actividad). Si bien parte de este comportamiento se debió a una cuestión estacional (receso vacacional de la mayoría de las terminales), la situación coyuntural también tuvo un impacto en el resultado.
La producción de vehículos aumentó, durante el periodo enero-diciembre de 2023, 13,7% respecto del mismo periodo de 2022, cerrando el año con 610.715 unidades fabricadas. Diciembre presentó una caída en los niveles de producción en relación con noviembre que fue de 34,6%, y al compararlo con diciembre de 2022 el resultado fue una leve disminución de 0,4%.
Las exportaciones de autopartes, en tanto, tuvieron una caída de 3,8% interanual durante el periodo analizado, y el mes de diciembre registró una importante reducción de 26,4% respecto de noviembre.
Para el segmento del mercado de reposición, al considerar la venta de combustible como un indicador aproximado del nivel de actividad, se observó un incremento para 2023 de 1,9% interanual. Sin embargo, al comparar diciembre contra noviembre se verificó una reducción de 4,1%, y si se lo compara con diciembre de 2022 la caída fue de 1,3%.
Para la elaboración de este informe, AFAC consideró datos publicados por el INDEC del Índice de Producción Industrial (IPI) de Autopartes, que contempla diversas actividades vinculadas con el sector, tales como plástico, metalúrgica, química, textil, caucho, vidrios, electrónica, etcétera.
También se tuvieron en cuenta el IPI Manufacturero, datos de producción de vehículos automóviles y comerciales livianos proporcionados por ADEFA, Exportaciones de Autopartes elaborado por AFAC en base a datos de INDEC, Aduana y MDIC (Brasil), y datos de Venta de Combustible publicado por el Ministerio de Economía de la Nación.
Las innovaciones tecnológicas revolucionaron la gestión logística
La logística del transporte de cargas terrestre experimentó una transformación en los últimos años, influenciada por factores como la pandemia, las innovaciones tecnológicas, el comercio electrónico y el surgimiento de nuevos sectores productivos que convergieron para crear un escenario complejo y dinámico.
Según datos recientes del BID Lab, más de 90% del transporte de mercancías en la Argentina y América Latina se realiza a través de medios terrestres, lo que resalta la importancia de abordar los desafíos específicos de cada sector.
"La pandemia fue un catalizador para cambios profundos en la logística del transporte terrestre. El rápido crecimiento del e-commerce alteró las expectativas de entrega, la frecuencia de los envíos e intensificó la presión sobre la logística para ser más ágil y eficiente", advierte Luciano Gulletta, gerente de Demanda Local de Avancargo, plataforma de logística 3.0 que une a transportistas con dadores de carga.
En paralelo, las innovaciones tecnológicas revolucionaron la gestión logística. Gulletta explica que la implementación de sistemas de gestión de flotas, rastreo en tiempo real, inteligencia artificial y análisis de datos permiten una mayor visibilidad y control sobre las operaciones de transporte de carga, lo que eleva el piso de demandas y expectativas de los distintos actores que conforman el ecosistema, empezando por el usuario final.
El agro
Las inclemencias climáticas, especialmente las lluvias, generan dolores de cabeza en la logística agropecuaria. Gulletta describe la situación común donde, después de un pedido para 10 camiones, la lluvia convierte los campos en intransitables. Esta situación no solo afecta al dador de carga y al transporte, sino también a los costos. El cliente, al no poder recibir la carga, cuestiona lo que en la jerga se llama "falso flete". Aquí es clave el acceso a plataformas que, al tener una amplia red de dadores de carga, puedan redistribuir los camiones a otras operaciones.
El agro presenta un desafío adicional en comparación con otras industrias: la estacionalidad. La dependencia del clima y la necesidad de cosechar en el momento justo generan una demanda repentina de camiones. Soluciones que supongan el acceso rápido a una extensa red de transportes, pero sobre todo con capacidad para disponibilizar nuevos a través de una gestión documental digitalizada, permitirá a un operador poder manejar mejor estas situaciones.