Esto dijo la joven atleta rafaelina Abril Okon luego de la confirmación de que será parte del seleccionado argentino que participará del Sudamericano de Ecuador. A su vez habló con CASTELLANOS acerca de sus expectativas y del primer desafío importante en su carrera deportiva.
Guillermo Bersano - La decisión de la dirigencia del ENARD sigue brindando más repercusiones por su arbitrariedad con el deporte amateur, dando de baja a 35 atletas argentinos, y derivando en la grata aparición del influencer Santiago para reunir en tan solo 3 días la suma de 10 millones de pesos. De esta forma se pudo costear el vuelo chárter y el traslado de la delegación nacional para disputar el 52º Campeonato Sudamericano de Atletismo de Mayores en la ciudad de Guayaquil (Ecuador) desde el próximo sábado 29 de mayo hasta el cierre del 31 del mes corriente. Rafaela sigue mostrando una vez más su representación en todos los niveles de la alta competencia y en esta ocasión va a tener a la joven Abril Okon (16 años, deportistas del CRAS) participando en la prueba de salto en alto, quien charló con CASTELLANOS acerca de este nuevo desafío en su primera experiencia internacional.
-¿Qué sensaciones tenés tras lo acontecido con el ENARD?
-Fueron todas sensaciones y estados de ánimos cambiantes. Primero tengo alegría de estar en el equipo de la Selección Argentina y días posteriores la misma dirigencia del ENARD nos dio de baja, cortando toda clase de ilusión en un colapso de emociones en poco tiempo. Luego la aparición de Santiago Maratea que pudo conseguir el dinero (a través de sus redes sociales), mostrando esa solidaridad y empatía con el deporte amateur. En fin, estoy muy contenta, acomodando la cabeza, sabiendo lo que voy a vivir y con esa ansiedad que despierta esta experiencia deportiva.
-¿A qué edad comenzaste a realizar deporte?
-Desde muy chica me gustaba correr en velocidad y mi padre a los 12 años me anota en el CRAS, donde empiezo a participar en los 100 metros con vallas, salto en alto y heptatlon (lanzamiento con jabalinas, salto en largo y en alto, junto a 200 y 800 metros. Llanos). Con los años fui consiguiendo buenos resultados en pruebas con vallas y salto en alto (fue subcampeona nacional en el 2019 y actualmente tiene el récord provincial en todas las categorías), sumando también que en medio de esta pandemia pude ser campeona virtual del 2020 en Heptatlon, en el Nacional de Salto en Alto y en el Grand Prix Sudamericano reciente en Concepción del Uruguay (Entre Ríos). Todo esto me permite poder ser parte del equipo argentino en este Sudamericano de Ecuador.
-¿Va a ser tu primera experiencia internacional?
-Sí, con tan solo 16 años tengo la posibilidad por primera vez de subirme a un avión y salir del país. Representar a la Argentina es muy bueno y a la vez una motivación muy grande por todo lo que uno ha logrado y quiere seguir afianzando. Voy con las mejores expectativas.
-En este tiempo de pandemia ¿Cómo ha sido entrenarse y acomodarse a la situación?
-Se complicó un poco todo y por el hecho de estar en un club en un espacio abierto, se pudo entrenar. Cuando se cerró definitivamente, mis entrenamientos los hice en el patio de mi casa y poniendo por la dimensión del mismo dos vallas para hacer carreras cortas de 20 metros, entre otros ejercicios. En salto en alto puse una soga y salté en forma de tijera. Fui adaptándome a las restricciones que íbamos atravesando semana a semana. Felizmente la pretemporada la hicimos en el CRAS, luego llegaron nuevas medidas y al estar en la lista de una competencia sudamericana pude entrenarme normalmente con un permiso especial.
-Ecuador es la cita. ¿Qué te imaginás?
-Muchas cosas buenas. El poder estar a la par de las mejores representantes de Sudamérica y ser parte de Argentina para medirme y seguir demostrando lo que uno sabe hacer. Es una primera puerta que se abre para los próximos torneos y eso es muy lindo.
-¿A quiénes te gustaría agradecer este momento?
-En primer lugar a mi entrenador Leandro Bonamino por apoyarme en todo momento y alcanzar cada objetivo logrado, junto al resto de mis compañeros del CRAS. A mi familia (papá Carlos, madre Yésica y hermanos Brandon, Valentina y Noami), a mis amigos del colegio y a la misma comunidad rafaelina por los mensajes de apoyo y buenas energías que me llegan. Es un momento único e irrepetible.