Este martes 24 de octubre se celebran 142 años de la fundación-formación de Rafaela y para los creyentes católicos es la fiesta del santo patrono San Rafael, pero pasan los años y todavía no se concretó un anhelo mayoritario de los rafaelinos: que este día sea definitivamente feriado como lo tienen las grandes ciudades y los pueblos de la Argentina. Es increíble que todavía en 2023 sigamos igual en este tema, mientras que la fundación de la ciudad de Santa Fe (15 de noviembre de 1573) es feriado administrativo en el territorio provincial y considerado día no laborable para la actividad privada, según la ley provincial 13.155.
En esta oportunidad, toca un día laborable y el feriado es a medias porque es nula la actividad en la administración pública en los tres niveles, el sistema educativo en todos los niveles y el sector bancario, pero para el comercio y la industria es un día laborable más.
¿Qué dice la normativa vigente? El 28 de mayo de 1979, el entonces gobernador de Santa Fe Jorge Desimoni firmó el decreto 1435, donde declara “día no laborable con carácter permanente para cada localidad de la provincia el día de su santo patrono”. Pero el artículo 2º es contradictorio, afirmando que “los días no laborables que se establecen precedentemente serán, sin excepción, optativos para el comercio, la industria y la banca”.
Ciertamente, es necesario que haya una ley provincial que disponga el feriado como tal, pero la mayor responsabilidad le cabe a la dirigencia política local, especialmente el senador provincial Alcides Calvo (está en su banca desde 2002) y los diputados provinciales Juan Argañaraz y Pablo Pinotti (ambos asumieron el 10 de diciembre de 2019) para presentar un proyecto en la Legislatura provincial y convencer a sus pares sobre la necesidad de aprobar una norma en ese sentido.
Al respecto, Argañaraz opinó en el programa radial “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) en 2021 que “sin lugar a dudas, se puede presentar un proyecto, lo voy a charlar con mi equipo de trabajo y hay que buscar los consensos para que después el proyecto avance. En la Cámara de Diputados, el bloque Vida y Familia es minoritario sobre 50 legisladores, pero al no tener tanto peso político no podemos mover los distintos proyectos que presentamos en la Legislatura”.
¿Tan difícil es concretarlo? También se puede hacer una movida ciudadana de participación popular juntando firmas. Si alguna vez se logra ese objetivo será la oportunidad para rendir tributo al santo patrono para los que somos creyentes y a los antepasados que cimentaron la colonia desde 1881, como así también un día de descanso para reflexionar sobre los problemas y desafíos de la ciudad, de recreación familiar tan necesaria en estos tiempos y la posibilidad de participar en actividades oficiales, culturales y religiosas.
Hay que hacer una memoria agradecida a los formadores de Rafaela, especialmente Guillermo Lehmann, y los forjadores y ciudadanos de a pie que cimentaron las bases para esta Rafaela del presente.
Hablando de repensar sobre la Rafaela actual y del futuro de los 150 años, los reclamos más comunes de la gente al recorrer los barrios son los siguientes: la alternancia en el poder municipal, que finalmente se concretó en las elecciones del 10 de setiembre último porque el oficialismo llevaba 32 años; combatir la inseguridad; el consumo de drogas que afecta especialmente a los más jóvenes; el desempleo y la pobreza; mejorar el tránsito caótico con un innovador servicio de minibuses, más sendas peatonales y playas de estacionamiento; eliminar tributos municipales para favorecer nuevas inversiones; avanzar con la autopista de la ruta 34 en autovía (están construyendo el sector Rafaela-Sunchales); extender la red de gas natural; centro de radioterapia; tribunal de cuentas para controlar al Ejecutivo (el Concejo aprobó una auditoría externa); descentralizar el Estado municipal; eliminar las bombas de estruendo; entre otros.
A decir verdad, desde hace años no hay una planificación con prospectiva de la dirigencia, en especial la política, en la gestión a largo plazo porque Rafaela está creciendo vertiginosamente en lo poblacional (hay más de 100.000 habitantes, pero todavía no se conocen los resultados del censo de mayo de 2022) a pasos agigantados y lo más grave es que no para de crecer con oleadas de nuevos inmigrantes…
¿Están las autoridades ejecutivas y legislativas, y la dirigencia en su conjunto a la altura de las circunstancias o siguen anclados en el cortoplacismo coyuntural?