Se trata de una técnica calificada como un tipo de construcción en seco, que está ganando cada vez más popularidad en el país por sus precios más económicos.
El Steel Frame es actualmente uno de los métodos preferidos por los argentinos para construir, este método se comenzó a aplicar durante la pandemia, cuando la construcción de hospitales modulares fue uno de los desarrollos con más incentivos, con varias tecnologías siendo utilizadas para poder construir salas de terapia intensiva con el objetivo de evitar una sobrecarga del sistema sanitario, volviéndose éste uno de los métodos predilectos a la hora de construir.
Esta tecnología, la cual permitió que una firma como Barbieri facturara $ 1.900 millones durante el 2020, parece ser cada vez más popular en la construcción tradicional, siendo utilizada en lugar del ladrillo tanto por sus menores costos como por el tiempo que suele demorar su aplicación.
Qué es el Steel Frame
Para entender cómo funciona esta tecnología, se la puede comparar con las construcciones de madera, las cuales primero arman un marco con tablas y luego rellenan el resto.
En este caso, el marco es construido con acero galvanizado, mientras que las paredes se conforman con diversas capas de materiales, como lana de vidrio, poliestireno expandido (telgopor), yeso, entre otros.
Es así como estas construcciones son conocidas como "a seco", principalmente porque estos materiales no requieren del uso de algún adherente líquido que los mantenga unidos -como sí sucede en el caso de los ladrillos-. Esto significa que durante estas construcciones no hay tiempos de secado ni cancelaciones por mal clima, agilizando todos los procesos.
Las ventajas
Sin duda que la optimización del tiempo es la principal ventaja del uso de Steel Frame en el mundo de la construcción, ya que esta técnica permite un gran recorte en los tiempos de construcción al punto tal de que son obras hasta tres veces más rápidas que las tradicionales.
Si a esto se le suma el hecho de que la compra de más materiales no se ve afectada por la inflación -debido a los tiempos más rápidos de construcción-, entonces también se puede asegurar que hay una diferencia de precios considerable -la cual a nivel nominal no es muy visible-.
Es así como los gastos de obra en una casa de 68 metros cuadrados, según el sitio especializado Consul Steel, son de $ 319.000 contra $ 333.000 que tienen los sistemas tradicionales. A esto se le suma que la duración promedio de la obra es de 2 meses cuando se utiliza Steel Frame, mientras que el sistema tradicional puede demorar hasta 6 meses.
Por último, el precio del metro cuadrado útil también es diferente, con Steel Frame saliendo aproximadamente $ 4.600 contra $ 4.800 del sistema tradicional, mientras que porcentualmente con Steel Frame se invierte más en materiales que en mano de obra -la repartición es de 37/63 contra un 48/52 en las construcciones tradicionales-.
Construir con este sistema se ha transformado en la forma más rápida y segura de acceder a una vivienda. Y es por eso que muchas familias argentinas consultan sobre los beneficios de esta propuesta y sobre todo, su calidad y proyección a futuro.