Cuando los frenaron en un retén en la zona de Monte Quemado, en Santiago del Estero, el conductor de la ambulancia dijo que llevaban apuro, ya que trasladaban a una paciente en grave estado para internarla en Buenos Aires. Pero los efectivos que realizaban del operativo de control rutinario advirtieron, por las respuestas que recibían, que había cosas que no cerraban.
Se terminaron de convencer cuando vieron a la mujer en la camilla y notaron que la vía del suero que debía tener colocada, en realidad, no llegaba a ninguna parte. Luego observaron unos tornillos que parecían haber sido removidos y ajustados de forma chapucera.
Estaban en lo cierto: era una puesta en escena. ¿El motivo? Lo descubrió Terra, la perra antinarcóticos de la Gendarmería: la unidad de traslado médico de alta complejidad escondía 134 kilos de cocaína, cientos de ladrillos de la sustancia blanca compactada con el logo de un delfín en bajorrelieve, signo inequívoco de la marca de origen del estupefaciente. El chofer, el supuesto médico y la falsa paciente terminaron detenidos.
Según informaron fuentes de la fuerza de seguridad federal, efectivos de la Sección “Monte Quemado” del Escuadrón 59 detuvieron la marcha de una ambulancia perteneciente a una empresa privada que circulaba por la Ruta Nacional N°16, procedente de San Ramón de la Nueva Orán y con destino a la ciudad de Buenos Aires.
“Al momento de la inspección, los gendarmes notaron varias incongruencias en el relato de los ocupantes, quienes mencionaban que estaban por realizar un viaje extenso con un paciente de alta complejidad. En ese momento detectaron que la vía del suero no estaba inyectada a la mujer. Ante ese hecho llamativo y varias respuestas evasivas por parte de los tres ocupantes del rodado, se realizó una requisa mas minuciosa”, explicaron los voceros en un comunicado.
Los gendarmes notaron habían sido removidos unos tornillos de debajo de la camilla. Subieron a la cabina trasera a la can Terra, que enseguida reaccionó, signo inequívoco de la presencia de estupefacientes.
Los uniformados quitaron el resto de los tornillos y hallaron, debajo de la camilla, un doble fondo que contenía varios ladrillos de una sustancia que parecía ser droga. Prosiguieron con la requisa y encontraron más paquetes de la misma forma y volumen dentro de un mueble y en los bolsos de los ocupantes.
El conteo arrojó que sumaban 129 paquetes rectangulares que, en total, consistían en 134,229 kilos de cocaína.
Tomó intervención el juzgado federal N°1 de Santiago del Estero, que ordenó el secuestro de la droga, el decomiso de la ambulancia y la detención de los tres protagonistas de la actuación narco. Fuente: La Nación.