La psicóloga y especialista en educación presentará su libro "Ciber Convivencia ¿Es posible su gestión en la escuela?", que desde marzo se encuentra en las librerías. La profesional habló de sus trabajos, de las investigaciones que vienen llevando a cabo y cómo se debe actuar ante estos casos.
El bullying o acoso escolar es sin dudas, cada vez más normal entre los niños y adolescentes en las escuelas, las noticias sobre niños que sufren ésto son cada vez más habituales, incluso llegando a niveles extremos como consecuencia del mismo.
Son muchas las investigaciones, análisis y escritos respecto al tema, uno de ellos es el libro de la rafaelina Silvana Best, llamado "Ciber Convivencia ¿Es posible su gestión en la escuela?", que está desde marzo en todas librerías y que presentará este domingo 8 de mayo en la 46ª Edición de la Feria del Libro.
Diario CASTELLANOS dialogó con la psicóloga y especialista en educación, autora de la obra sobre el significado del ciberbullying y la ciberagresión y el acoso escolar. La violencia "cara a cara" y digital, que obliga a revisar la dimensión social de las escuelas.
Para comenzar, Best definió qué es el bullying, por donde inicia esta problemática. "Es un concepto que viene a dar cuenta de aquellas situaciones de agresiones interpersonales que se dan en el marco de las escuelas, con vínculos ligados a la vida en las escuelas, entre estudiantes fundamentalmente, que se dan de manera repetida en el tiempo, entre tres meses y un año. Además de que se dé de manera repetida, quien la sufre está en una posición de víctima, es decir que se da una relación de poder, de desigualdad entre el o los agresores y quien padece la agresión, que le impide por sí misma salir de esa situación", explicó.
Según se da en la mayoría de los casos, y según una línea de investigación que se inicia en Finlandia, el bullying es un fenómeno grupal y que generalmente se genera como una motivación del agresor para conquistar un mayor status dentro del grupo de pares.
En 2016 Best encabezó el relevamiento "Un Estudio descriptivo sobre el acoso escolar en el ciclo básico de la educación secundaria de la ciudad de Rafaela", iniciado en el 2013, junto al equipo de investigación de la UCES. Fue el primer diagnóstico descriptivo sobre acoso escolar y ciberacoso en Rafaela. Se trabajó con una muestra representativa de todas las escuelas secundarias de la ciudad.
"Fue el primer diagnóstico constituido de manera epidemiológica, es decir que trabajamos con una muestra representativa de todas las escuelas de la ciudad, donde los chicos de 1º y 2º año completaron un cuestionario y participaron también los profesores facilitadores de la convivencia, y eso se publicó en distintas revistas de investigación científica y también presentamos los resultados aquí en la ciudad. Venimos trabajando de manera sostenida con la Secretaría de Educación del Municipio local -en distintas gestiones, porque venimos desde el 2013-, con el Ministerio de Educación provincial, en principio con la gestión del socialismo que estaba en ese entonces, que fue quien nos acompañó y respaldó para poder hacer ese diagnóstico que reflejó que en la ciudad la tasa de incidencia era muy alta, era del 82% para las situaciones de bullying y del 70% para las situaciones de ciberbullying", contó.
A partir de esos proyectos, realizaron una serie de cursos de capacitación para docentes, talleres con los alumnos articulando con el Instituto del Profesorado: "De todo ese trabajo surge el libro: al ir relevando la necesidad de entender por qué existen y se producen estos fenómenos, qué podemos hacer y cuál es el rol de la escuela".
A todo ésto, es importante agregar la necesidad de que existan, a nivel gubernamental, programas específicos que se dirijan a esta problemática: "no debe quedar en el marco de programas más amplios donde el impacto termina siendo muy escaso", afirmó.
Centrándose en el libro, la especialista contó que aborda "la socialización digital de las nuevas generaciones, el uso que en la pandemia las escuelas hemos hecho de los recursos digitales; hoy que estamos con más distancia poder tomar todo lo que sabemos sobre la convivencia escolar, sobre el bullying, que es el riesgo principal que tenemos, para poder revisar cómo nos ubicamos cuando esa convivencia se da también en los entornos digitales, y los riesgos que tienen los entornos digitales, fundamentalmente en lo que tiene que ver con los vínculos interpersonales entre pares, que tendríamos el cyberbullying y la ciberagresión, que es un concepto que venimos trabajando con una universidad de Irlanda, estamos haciendo la versión Argentina de un cuestionario que nos permitiría medir qué pasa en términos de ciberagresión con nuestros adolescentes y jóvenes, ya estamos en la etapa final de la investigación así que pronto lo vamos a dar a conocer, y que creemos que es el fenómeno más prevalente hoy dentro de la vida digital de adolescentes y adultos". El mismo será presentado el 20 de mayo en el Centro Cultural Viejo Mercado de nuestra ciudad.
La pandemia por coronavirus trajo consigo el aumento de la virtualidad, por lo que la mayor presencia de ciberbullying se podía incrementar. Al respecto, Best indicó que no hay ningún relevamiento hecho, pero tomando investigaciones por fuera de Argentina, "algunas indican que hubo incremento, no solo por el mayor uso sino por las cosas que hacen cuando están en línea, que tiene que ver cómo usan la tecnología, y por eso hoy estamos tratando desde la universidad, y con la Secretaría de Educación y la Delegación Regional de Educación III, lo que es ciudadanía digital, que justamente poder trabajar en las escuelas con estos conceptos, qué uso y qué conceptualización tengo de las nuevas tecnologías, qué hago cuando estoy en la web, qué hago en las redes sociales", expresó.
Cómo detectarlo
Cuando un niño sufre bullying, generalmente lo comparten con la familia, "pero para que eso suceda tiene que haber buenos canales de comunicación en la familia", dijo Best, quien agregó igualmente hay casos en los que les da vergüenza contar o aceptar que están sufriendo situaciones de agresión sostenidas en el tiempo "porque lógicamente eso vulnera su propia autoestima, entonces reconocer eso resulta aún más doloroso para el que sufre este tipo de situaciones".
Para detectar estas situaciones, se nota porque los chicos manifiestan cambios de humor, con incremento de ansiedad o tristeza, "los vamos a ver más recluidos, con menos vida social y menos contacto con sus pares, ahí tendríamos que ver si ese contacto se reduce en términos de interacción cara a cara pero se conserva algo en los vínculos digitales, y se reduce en el cara a cara, cuál es la razón".
"Empiezan a no querer ir a la escuela, a querer faltar inventando dolores o malestares físicos. También estar atentos cuando vuelven de la escuela cómo están sus pertenencias, seguir a nuestros hijos en las redes para ver qué publican y qué le responden; son los principales indicadores que tenemos", agregó.
Para combatirlo, indicó que como familia lo más importante es acercarse a la escuela, "no solo hablarlo con nuestro hijo para conocer qué le está pasando y poder pensar con él si tiene que ver con bullying o a lo mejor es una situación de agresión pero amerita que escuela y familia la trabajen juntos, entonces nos debemos acercar receptivos para poder conversar y consensuar cómo acompañar y solucionar el problema", concluyó.