Sucesos

Sicarios, narcos y gatilleros: radiografía de presos de alto perfil reubicados en Rosario

Balacera en Rosario.

El primer jefe de la banda rosarina “Los Monos”, varios integrantes de ese grupo criminal, sicarios, gatilleros y el jefe de la barrabrava de Rosario Central son algunos de los 13 presos reubicados esta semana en el pabellón de “alto perfil” de la cárcel santafesina de Piñero con “el objetivo es que desde los penales no se cometan delitos”, dijo el ministro de Seguridad provincial, Pablo Cococcioni.

La reubicación de detenidos considerados peligrosos en un mismo pabellón desde sectores de la cárcel donde convivían con “presos comunes” ocasionó como “reacción” tres balaceras y dos amenazas al gobernador, Maximiliano Pullaro, según la investigación judicial de esos hechos.

Desde el martes, los pabellones de "alto perfil" pasaron de alojar de 25 a 38 internos en esa categorización, informó la cartera de Seguridad santafesina.

La radiografía de los presos reubicados muestra una preponderancia de detenidos vinculados a la narcobanda rosarina “Los Monos”, liderada por el clan familiar Cantero, pero que desde hace años se desgajó en células que operan con independencia unas de otras.

También hay gatilleros, condenados por homicidio, el acusado por el asesinato del niño de 11 años Máximo Jeréz y el jefe de la barra de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, imputado por extorsiones y presunto lavado de activos, señalaron a Télam fuentes oficiales.

"Los jefes narcos y sicarios volvieron a pabellones de alto perfil y eso va a permitir tener un mayor control de estos reclusos”


Quienes son los reubicados
Ariel “El Viejo” Cantero, primer jefe de “Los Monos” e imputado como cabeza de una asociación ilícita acusada de cometer múltiples delitos, es uno de los presos que pasó al pabellón de “alto perfil”.

Detenido desde febrero del año pasado junto a su actual pareja, Rosa Montero, “El Viejo” quedó alojado en un pabellón carcelario en el que si vuelve a cometer un delito, “va a hablar con sus familiares y abogados a través de un blindex y van a estar monitoreados las 24 horas”, informó la cartera de Seguridad.

Junto a él fue trasladado Marcos Mac Caddon, un hombre apodado “Pato” relacionado a un sector de la barrabrava de Newell’s Old Boys que, según una investigación judicial, operaba como nexo entre Ariel “Guille” Cantero y la venta de estupefacientes en la zona norte del Gran Rosario.

Mac Caddon está imputado como miembro de una asociación ilícita dirigida desde la cárcel por “Guille”, y tiene una condena por narcotráfico, recordaron fuentes judiciales.

Mauro Javier Geréz y Andy Fabián Benítez también pasaron al pabellón de presos de “alto perfil”.

Son los líderes de una banda narcocriminal que opera bajo la tutela de “Guille” Cantero en los barrios Empalme Graneros, Ludueña de Industrial, en la zona noroeste de Rosario, enfrentada a fuego con otro grupo criminal liderado por otro joven llamado Francisco Riquelme, que reporta al enemigo de “Los Monos”, el capo narco local Esteban Alvarado.

El enfrentamiento entre Riquelme y la banda de Benítez explica dos decenas de homicidios ocurridos el año pasado en estos tres barrios rosarinos.

Juan José Villazón, alias “El Salteño”, está preso por una causa de homicidio y pasó al pabellón de alto perfil.

Su nombre se conoció públicamente por el crimen del niño de 11 años “Maxi” Jeréz, quien en marzo pasado quedó en medio de una balacera en el asentamiento “Los Pumitas” dirigida a un búnker que manejaban “Los Salteños”, por el que hay cinco personas imputadas, ligadas a otra banda del narcomenudeo.

Según informó el Ministerio de Seguridad, otro de los reubicados bajo condiciones de mayor control fue Franco Matías Almaraz, alias “Milanesa”.

En septiembre del año pasado fue condenado a 17 años por un homicidio en venganza por el crimen de su hermano, pena que se unificó con una anterior en 20 años de prisión.

Almaraz, considerado un “gatillero” de barrio Ludueña que estuvo vinculado a “Los Monos”, está imputado en una causa provincial por tres balaceras, en una de las cuales resultó herida en la cara una niña de 4 años, recordaron voceros judiciales.

El jefe de la barra de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte, también dejó el sector de presos comunes de la cárcel de Piñero esta semana, por orden de las nuevas autoridades del Ministerio de Seguridad.

En la primera semana de este mes, Bracamonte fue imputado con prisión preventiva por la Justicia local junto al secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) Rosario, Carlos Vergara, como presuntos líderes de una asociación ilícita destinada a obtener negocios lícitos mediante delitos como extorsiones y amenazas a través de la estructura del gremio de la construcción.

Según el fiscal del caso, Miguel Moreno, “juntos forman una simbiosis perfecta” en la que “Bracamonte aporta la fuerza de choque para que Vergara se mantenga en el poder sindical, y Vergara le aporta a su vez la estructura de la Uocra para que Bracamonte realice sus negocios extorsivos dándole apariencia de licitud”.

La investigación apunta a “aprietes” a firmas constructoras para que adquieran los servicios de baños químicos y viandas a los obreros de empresas vinculadas al jefe de la barra “Canalla”.

"El objetivo es que desde los penales no se cometan delitos; esto significa que si ese preso cometió un delito grave desde la cárcel, van a hablar con sus familiares y abogados a través de un blíndex y van a estar monitoreados las 24 horas”.


El Ministerio de Seguridad informó que el resto de los presos reubicados son Juan Carlos Olguín (un “gatillero” de la banda de “Pupito” Avalle en Villa Gobernador Gálvez); Valentino Barjacoba (sicario de la banda de la familia Funes); Gastón Alejandro Berlari (preso por homicidio); Leandro “Chulo” Olivera (gatillero de “Los Monos”); Ariel Sebastián “Teletubi” Acosta (de la banda de René “Brujo” Ungaro, condenado por homicidio y narcotráfico) y Fabio Alejandro Giménez (preso por balaceras e instigación de homicidios).



“Daremos una batalla sin cuartel al delito, al crimen organizado y a aquellos personajes que se creen intocables”, aseguró el gobernador Pullaro días atrás.

Agregó que “los jefes narcos y sicarios volvieron a pabellones de alto perfil y eso va a permitir tener un mayor control de estos reclusos”.

El Gobierno provincial indicó que “el objetivo es que desde los penales no se cometan delitos; esto significa que si ese preso cometió un delito grave desde la cárcel, van a hablar con sus familiares y abogados a través de un blíndex y van a estar monitoreados las 24 horas”.


Tres balaceras en una madrugada
Entre la noche del martes y la madrugada del miércoles ocurrieron tres balaceras en Rosario, a un cajero de una sucursal del Banco Macro; al hospital de Emergencias local y a una escuela.

En dos de ellas, los autores dejaron notas amenazantes dirigidas al gobernador, una de las cuales estaba firmada por presuntos presos del pabellón 9 de la cárcel de Piñero, donde ocurrieron las reubicaciones.

El fiscal que investiga esos hechos, Franco Carbone, dijo el jueves pasado tras solicitar 47 allanamientos, que “esto claramente es una reacción a una puesta en marcha de un cambio en la lógica que ha decidido implementar el Gobierno provincial desde el día uno de su gestión”. (Télam)

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