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Señales de más gasto y deuda flotante en una carta de intención ante el FMI

"Para sostener el progreso es necesario mejorar la calidad del ajuste fiscal, tomar medidas iniciales hacia un marco mejorado de política monetaria y cambiaria e implementar reformas para desbloquear el crecimiento, el empleo formal y la inversión", señaló en las últimas horas el Fondo Monetario Internacional, en el marco del “staff report” en el que augura al país un retroceso del 3,5% del PBI, más allá de la una recuperación de la económica de la mejora de los salarios en el segundo semestre.

El organismo difundió además una carta de intención de las autoridades argentinas de cara a un nuevo acuerdo que reemplace el que firmaran Mauricio Macri y Nicolás Dujovne hace 6 años, reconvertido en 2020 por Alberto Fernández y Martín Guzmán en un Acuerdo de Facilidades Extendidas con repago de capital a partir de 2026.

El ministro de Economía, Luis Caputo y el presidente del Banco Central de la República Argentina, Santiago Bausili, presentaron una carta de intención al FMI en la que proponen reducir de 2,1% a 1,7% del PBI el compromiso de superávit primario de las cuentas fiscales argentinas, de cara a las dos revisiones pendientes del acuerdo vigente con el organismo (abril-junio y julio-septiembre), sin alterar el compromiso de superávit financiero.

El equipo económico confía en que una menor carga de vencimientos de deuda en lo inmediato, le permitiría incrementar el gasto público relativo sin abandonar el propósito de equilibrio en las cuentas, incluyendo los compromisos financieros. Pero además las autoridades argentinas proponen incrementar la deuda flotante por gastos devengados por bienes, servicios y obras en el país; sugirieron aumentarla a $7,7 billones, frente a los $2,9 billones vigentes, según la lectura de Bloomberg Línea. Eso para compensar en parte la baja en la actividad económica prevista en 3,5% del PBI.

Argentina planteó incrementar las reservas netas internacionales a US$8.700 millones para fin de septiembre (US$1.100 millones más que en el compromiso vigente). Según la estimación del economista Salvador Vitelli, esas reservas pasaron de un rojo de aproximadamente US$11.290 millones al cierre de la gestión del expresidente Alberto Fernández, a US$950 millones al 5 de junio, contabilizando el stock de Bopreales a 12 meses. Un saldo que se estrecha e incluso se revierte si el plazo de esa contabilidad se extiende.

Sin especificar plazos,Caputo y Bausili solicitaron extender -como excepción- los controles de capital y el Impuesto País, a pesar de la promesa de baja de éste último de 17,5% a 10,5% expresada por Caputo, para un impuesto que en rigor vence a fin de año. El objetivo es “temporario” y “necesario” para gestionar la balanza de pagos.

"Deseamos expresar nuestro sincero agradecimiento por su continuo apoyo a Argentina bajo el actual acuerdo SAF”, expuso Caputo al directorio del FMI. Y agregó: “También esperamos participar a su debido tiempo en un posible nuevo programa plurianual respaldado por el FMI con el objetivo de continuar abordando nuestros desafíos profundamente arraigados y construir una Argentina más próspera".
Javier Milei se reunió con Kristalina Georgieva en su paso por Italia; el Fondo limitó sus expresiones a la octava revisión y el desembolso de algo menos de US$800 millones; Argentina aspira sin embargo a fondos frescos para financiar la salida del cepo. La Casa Rosada promete equilibrio fiscal general más allá de 2024, para lo cual analiza una reforma tributaria (neutral desde la perspectiva de los ingresos) y previsional.

El gobierno remitirá al Congreso -según la carta de Intención- un proyecto de presupuesto para 2025 "coherente con el equilibrio fiscal general, con un desglose de las políticas que sustentan el proyecto de presupuesto (donde se necesitarán más medidas estructurales) junto con una declaración integral de riesgos fiscales para reforzar la credibilidad", según difundió el FMI.

Plantean además "una hoja de ruta para reformas fiscales adicionales para mejorar la sostenibilidad y la equidad del sistema previsional de jubilaciones y pensiones, y fortalecer los marcos fiscales, así como el sistema de transferencias intergubernamentales para fines de 2024".

"Es necesario ampliar la asistencia social", con énfasis en medidas como la AUH y la tarjeta Alimentar -algo que se viene verificando a contramano de los planes asistenciales intermediados- además de mantener los ajustes por inflación de las jubilaciones hasta que se defina una nueva fórmula de movilidad, señala el FMI.

¿En 2025 a los mercados?
Si bien no hubo estimaciones sobre un plazo de salida para salir del cepo, el Fondo Monetario Internacional aseguró en staff report tras la Octava revisión del Acuerdo Extendido, que el Gobierno debe "continuar preparando el terreno" para que la Argentina vuelva al mercado voluntario de deuda. El informe señala que la corrección de desequilibrios "facilitarán los objetivos de financiamiento interno y externo". Destaca positivamente "los avances continuos en la reducción significativa de los riesgos de refinanciamiento doméstico, la extensión de vencimientos, el alejamiento de los valores vinculados a la inflación y al tipo de cambio, así como la reducción del costoso seguro del Banco Central".

"El FMI respalda el enfoque de las autoridades en reconstruir los colchones externos, ya que esto es crucial para volver a acceder a los mercados financieros internacionales para fines de 2025 (o antes, si es posible), con el objetivo de gestionar mejor las obligaciones externas (sin incrementar el endeudamiento neto)", señala el texto del Fondo. (El Litoral)

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