El INDEC difundió ayer un nuevo dato de la inflación, puntualmente el correspondiente al mes de octubre, que indica que fue del 8,3%. De esta manera alcanza el 142,7% interanual y el 120% en lo que va del año.
Según el porcentaje registrado el mes pasado, hubo una desaceleración del 4,4% respecto a septiembre, cifra que llama la atención, ya que se da a menos de una semana antes del balotaje presidencial en el que el actual ministro de Economía, Sergio Massa, es candidato por Unión por la Patria.
Este dato además es bastante incrédulo debido a que no es algo que se haya visto reflejado en el día a día, por el contrario, los precios en cada sector aumentan cada vez más. Los comerciantes ya no saben cómo hacer para soportar los incrementos sin trasladar tanto los precios a los clientes y la gente deja de consumir o comprar ciertas cosas porque no le alcanza el dinero. Por lo tanto, se le podría preguntar al organismo nacional cual fue la muestra que tomó para obtener esos datos que poco tienen que ver con la actual situación económica del país.
Como se menciona anteriormente, este panorama complicado se ve reflejado en todos los sectores, sea en menor o mayor medida. Diario CASTELLANOS dialogó con distintos comerciante, quienes expresaron los «malabares» que tienen que hacer para poder sostener su negocio.
Marcelo, el dueño de una despensa local, contó que todos los meses hay un aumento de entre el 10 y 12% en todas las listas de proveedores, que se informa apenas inicia cada mes, situación por la que se ven obligados a ir actualizando los precios de venta ellos también para no quedarse atrás.
«Hay productos que son estacionarios que se van modificando día a día, por ejemplo las verduras o la carne que dependen mucho de oferta y demanda. En cambio, los productos de almacén, limpieza y perfumería, eso es un aumento constante del 10 o 12% mensual, eso viene ocurriendo en estos últimos tres meses», manifestó el comerciante a Diario CASTELLANOS.
Ese dato es un panorama promedio de los precios, ya que indicó que un número puntual sobre qué producto aumenta más que otro no lo puede brindar «porque al cambiar los precios continuamente no tengo una referencia clara para marcar un producto».
En ese sentido, el mismo indicó que esta constante variación e incrementos modificaron el consumo de los clientes, quienes compran cada vez menos. «La gente tiene cada vez menos recursos y empieza a limitar la compra. Fundamentalmente, como viene dándose desde hace tiempo, compra lo justo y necesario para afrontar el día. Hacen la compra diaria», contó.
Además, anticipó que los productos navideños vienen con aumentos de entre el 100 y 120% respecto al año pasado, lo esperable teniendo en cuenta el índice interanual de la inflación.
Lo sufren todos
Días atrás, un panadero de nuestra ciudad contaba a CASTELLANOS las maniobras que aplica para afrontar los embates de este presente económico. Este sector es uno de los más afectados, ya que les aumenta constantemente el precio de su materia prima fundamental, la harina. Por ejemplo, en 15 días incrementó cuatro veces, según contó Franco, dueño de una panadería.
El comerciante detalló que debido a esto, indefectiblemente tienen que ir aumentando los precios en el mostrador, para tratar de salir lo menos perjudicados posible. Sin embargo, igualmente tratan de que los incrementos al público no sean tan elevados porque sino la gente deja de comprar. Actualmente, en nuestra ciudad, el precios del kilo del pan ronda entre los $ 850 y $ 1.200, hay panaderías que lo elevan más y otras menos. En el local del panadero consultado por este medio, el precio se mantiene en los 1000 pesos por kilo. En tanto, todo lo que es derivado de la harina tuvo un incremento de entre el 20 y 30%.
Asimismo, explicó que las subas no se dan solamente en la harina, sino también en todos los insumos que llevan la elaboración del pan y todos los productos derivados de la misma.
«También está el tema de sueldos, que a raíz de la inflación que hay se va moviendo prácticamente todos los meses; y los impuestos. Es una constante suba, no nos podemos quedar con los precios porque los negocios directamente darían pérdida. Uno tiene un negocio y da trabajo a varias familias, pero para que funcione y no haya pérdidas», manifestó.
Lo mismo les ocurre a las carnicerías que deben usar la misma táctica de aumentar precios en el mostrador para poder cubrir los costos, pero no tanto como para no espantar a clientes. Además, este sector viene sufriendo varios incrementos de la carne vacuna en el último tiempo. El último se dio post elecciones, cuando subió un 20%.
Por su parte, este comerciante, dueño de una reconocida carnicería de la ciudad, había manifestado días atrás que en su caso, pese al incremento mantuvo trató de mantener los precios porque sino vende aún menos de lo poco que ya se vende. «El mostrador está frío, la calle está fría, no se vende. Está muy tranquilo», había indicado a CASTELLANOS.
Con el mismo tinte de queja e incertidumbre, otro carnicero se había lamentado con que no se puede vivir así. «Todo aumenta todos los días, es un desastre, no hay una estabilidad en los precios pero hay que ir manejándolo, tampoco se puede aumentar mucho de golpe. Se vende igual, no mermó el consumo, se vende bastante bien pero hay que manejar los precios con cautela a pesar de que los montos en los que aumenta son grandes, un 10%, un 13%, es mucho pero dentro de todo todavía se mantiene la venta», dijo semanas atrás.
Habiendo leído estos relatos, que son tan solo algunos de los tantos iguales que hay y que se pueden oír charlando con cualquier comerciante, a usted lector o lectora ¿le parece que la inflación realmente haya disminuido más de cuatro puntos porcentuales? ¿O quizás este número estará relacionado y un poco distorsionado por el contexto político? teniendo en cuenta que el próximo domingo será el balotaje en el que el Ministro de Economía se puede convertir en el futuro presidente de los argentinos. Parece ser bastante evidente, pero queda a criterio de cada uno a qué lo quiera relacionar.