Empresarios de la noche, trabajadores de eventos e inclusive gastronómicos, esperan definiciones en base a los anuncios que se fueron dando a inicios de semana a nivel nacional. Se espera un encuentro entre los sectores involucrados y el Municipio local.
Sin lugar a dudas que el paso de las elecciones dejó marcada distintas realidades tanto para el Gobierno nacional, provincial y local. Seguramente el primero con más necesidades que el resto, tras la derrota profunda que vivió el Frente de Todos a nivel nacional. Obviamente que esto traería aparejado grandes cambios y así fue.
Primero en el Gabinete y luego en anuncios llamativos, respecto a distintas flexibilizaciones como los encuentros, reuniones familiares o afectivos que para el Gobierno Nacional ya no hay límite de personas, la no obligatoriedad del uso de barbijo en espacios públicos abiertos y uno de los que más llamó la atención responde a la posibilidad de que los boliches vuelvan a funcionar. Estas novedades movilizaron y generaron muecas de sonrisas en todos los empresarios del sector que de alguna forma observaban como el sector, luego de mucho tiempo comenzaba a ser tema de conversación.
Aunque no todo es color de rosas. Uno de los aspectos que siempre habíamos marcado desde CASTELLANOS era la concordancia entre ambos poderes, Nacional y Provincial, a la hora de ajustarse a los protocolos, aunque en la oportunidad parece que la cosa tiende a separarse. Queda totalmente marcada la necesidad de unos y otros ante el manejo de la pandemia, donde luego de los anuncios que se dieron a nivel nacional, los funcionarios de la Provincia comenzaron a tomar mesura y cautela ante la posibilidad de flexibilización e inclusive la propia Ministra de Salud de la Provincia confirmó por ejemplo que el uso de barbijo seguirá siendo obligatorio.
Ahora bien, en todo este marco, los Gobiernos tanto provinciales como locales, se encuentran al aguardo de lo que será el decreto nacional. Santa Fe por su parte anticipó que hasta octubre no se producirán nuevas flexibilizaciones. En la ciudad de Rafaela, Trabajadores de Eventos Unidos de Rafaela y la Región, empresarios de la nocturnidad e inclusive desde el sector gastronómico, ya han solicitado a la municipalidad de Rafaela encuentros para poder ir avanzando sobre este tema mientras se esperan los decretos nacionales y provinciales.
Este medio consultó con altos funcionarios de la municipalidad, quienes manifestaron que hasta tanto no estén los debidos decretos ellos no podrán actuar al respecto, aunque ya confirmaron que la idea desde el Estado local es "continuar teniendo una postura de respeto y acompañamiento a la decisión provincial", por lo que el decreto provincial será fundamental para conocer cómo continuará.
Fiestas clandestinas en la ciudad y la región
Respecto a este tema en particular, se realizó una investigación privada, la cual estaba enfocada a jóvenes y adultos de la ciudad de Rafaela y la región, para conocer la realidad de cada una de las personas. En este caso en particular se estudió un grupo de 1.455 jóvenes y adultos respecto a la participación o no en fiestas clandestinas. El 96% de los encuestados tienen entre 18 y 34 años, los que fácilmente podrían ser catalogadas como el público que mayormente demanda fiestas, encuentros y sobre el cual una gran parte de la pandemia estuvo puesto el foco, ya que continuamente era noticia debido a las actividades del Comando Unificado para desbaratar fiestas clandestinas, que inclusive en los momentos más críticos de la pandemia, se desarrollaban con total naturalidad en la ciudad.
Para dimensionar el espacio muestral, un total de 1.328 personas, de las 1.455 encuestadas, son de Rafaela, más del 90% de los encuestados. Ahora un dato clave, más del 77% de los encuestados en cuestión afirmaron haber participado de algún evento clandestino, 1.132 de los 1.455 asistieron a fiestas clandestinas. Solo un poco más del 22% no lo hizo. De todos los encuestados, casi 300 jóvenes y adultos reconocieron que participaban "todos los fines de semana" de fiestas clandestinas, más de 700 lo hicieron "algunas veces" y más de 130 lo hicieron una sola vez.
A la hora de ser consultados respecto a los cuidados que encaraban en este tipo de eventos, un total de 696 personas reconocieron que no tuvieron ningún tipo de cuidado, 139 no lo recuerdan y apenas unas 333 personas lo tuvieron.
A la hora de hablar sobre la organización y los cuidados, 948 de los encuestados reconocieron que los anfitriones no proponían ningún protocolo de cuidados, esto representa más del 80% de las ocasiones los organizadores daban vía libre.
Este sin lugar a dudas que es un dato a destacar, más de 230 personas reconocieron que a las fiestas que asistieron había más de 50 invitados, el mismo número de encuestados señaló que hubo entre 30 y 50 personas a los eventos que asistieron. Más de 420, la gran mayoría, señaló que las veces que participaron en un evento clandestino había entre 10 y 30 personas, mientras que solo 131 encuestados reconocieron que en las fiestas en las que participaron había menos de 10 personas.
El estudio estaba orientado a conocer la realidad de los jóvenes y su actitud a las fiestas durante la pandemia. Sin lugar a dudas que las noticias que se difundían fin de semana tras fin de semana no estaban para nada alejadas de la realidad, es más, en base a esta perspectiva, fueron los menos las que se terminaron desbaratando. Debemos aclarar también que esta es una encuesta realizada durante noviembre del 2020, cuando Rafaela estaba empezando a salir de una de primera gran oleada, donde todos recordaran como fueron vivenciadas.
Ante esta realidad, sabiendo cual es el verdadero problema y donde radica, qué necesidad hay en la prohibición, sino la de continuar fomentando este tipo de encuentros, que ante este nuevo panorama sanitario indudablemente que la realidad es completamente distinta y un número aún mayor de jóvenes ya habrán asistido a una fiesta clandestina. La pregunta está planteada y siempre fue una insistencia sobre la cual, desde el sector de eventos, gastronómicos y productores venían manifestando con reiterada necesidad, la de poder prestar atención a lo que sucede por afuera, para poder controlarlo y encausarlo en un marco legal y con los protocolos correspondientes, tal cual funcionó durante los momentos más álgidos de la pandemia. Sin lugar a duda que la pregunta está planteada, los datos en mano y ahora será tiempo de que las autoridades puedan llegar a dar respuesta a lo que fue un verdadero flagelo durante los momentos más calientes de la pandemia.
Ponen en duda los eventos masivos, en una semana clave
Recordemos que, a partir del próximo sábado 2 de octubre la provincia de Santa Fe deberá contar con un nuevo marco legal que defina qué actividades se habilitan y bajo qué modalidad. En el marco de la pandemia del Coronavirus, la semana pasada el Gobierno Nacional anunció una batería de medidas entre las que se incluyeron la no obligatoriedad del uso del barbijo, la vuelta al público en las canchas, habilitación de salones de fiestas y apertura gradual de fronteras, entre las más importantes. Aún no se conoce el decreto nacional y Santa Fe espera su publicación para adaptar las medidas.
Desde un principio en Santa Fe se ocuparon de aclarar que, al margen de los anuncios que realizó Nación, la Provincia se tomará el tiempo necesario para evaluar cada una de las habilitaciones con los expertos en salud y los intendentes. "En cada provincia tenemos margen y libertad para ver cómo es el escenario y analizar la situación de cada actividad. En Santa Fe trabajamos con la opinión de los expertos, siempre fuimos responsables y garantizamos los cuidados y el nivel de actividades", indicó el propio gobernador Omar Perotti al ser consultado por la prensa.
Lo concreto es que, en Casa Gris aguardan novedades, insisten con que "falta la letra fina del decreto" y por el momento prefieren no aventurarse sobre el rumbo de las nuevas actividades. Admiten que se va hacia "un esquema de mayor flexibilización", pero reconocen que la mayor preocupación está puesta en los eventos masivos y los mecanismos de control.