Representantes de diversos rubros del agro, sobre todo aquellos vinculados al sector lácteo, se reunieron en Rafaela para avanzar sobre un diálogo interinstitucional que permita mejorar las calidades laborales y productivas, la cual fue organizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Gobierno de la Provincia de Santa Fe, y apoyada por la Municipalidad de Rafaela. Allí estuvo participando el secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, Héctor Ponce, quien se refirió puntalmente a la actividad, y no tardó en volver a reconocer una premisa que viene sosteniendo hace tiempo respecto a la falta de políticas de estado, sobre todo para sostener una previsión a futuro.
En diálogo con Diario CASTELLANOS, Ponce manifestó que "estamos en una de las cuencas lecheras más importantes de esta parte del mundo, es fundamental poder concurrir para escuchar y sobre todo para sacar conclusiones de las expectativas y necesidades de cada uno de los actores que conforman la trama de la actividad tenemos".
Así mismo, reconoció que sigue siendo una constante, que vienen advirtiendo desde hace años, que a la fecha "no hay una continuidad en lo que responde a una política de estado, independientemente de los gobiernos de turno. Esto habitualmente atenta contra lo que se quiere hacer desde todo punto de vista, entonces me parece que sería importante que en ese sentido tomáramos nota de lo que ocurre en otros países del mundo con quienes nosotros tenemos contactos, donde hay una previsión y en función de la misma se cumplen determinados objetivos", detalló.
De la misma forma, el gremialista apuntó a la necesidad de que toda la actividad láctea y lechera se conciba como "un todo, y que en este sentido, el Estado local, provincial y nacional, tiendan a tener una política concreta al respecto. Esto no implica que no haya vaivenes, sino que cuando existan, el propio Estado, en todos sus niveles, pueda generar los anticuerpos para combatir los aspectos negativos".
Para Ponce, "la intervención estatal no es mala, existe en los países industrializados respecto a una protección para la actividad. En este caso lo que reclamamos permanentemente la protección de los activos más importantes, que en este caso es la producción láctea, que en nuestro país no tiene techo, y que a su vez lo producimos nosotros mismos con actitudes y políticas. Tenemos que velar por los activos importantes que nosotros tenemos y comenzar a pensar en agregar valor, lo cual se logra con tecnología, con una actitud permanente en mejoramiento de todo tipo".

Trabajo infantil en la cadena

A la hora de hablar sobre este tema en particular, el gremialista fue claro al manifestar que es una situación que posiblemente pueda aparecer en la ruralidad, pero que no tiene casi incidencia en la producción láctea o en las empresas del sector, las cuales gracias a la responsabilidad empresaria cuentan con todos sus empleados registrados.
En particular sostuvo que han trabajado en este sentido "no solo como gremio, sino también en la propia industria, con una labor responsable durante todos estos años, donde el trabajo infantil no lo tenemos dentro de la industria. Sí puede existir -y eso muchas veces lo aclaramos- en el área agropecuario, pero dentro de lo que son los establecimientos lácteos no tenemos estas prácticas ya que hay una responsabilidad social empresaria que está de acuerdo con algunas premisas fundamentales, no sólo desde el punto de vista laboral, sino también desde el punto de vista humano", aclaró Ponce.
Consultado respecto a cómo se encaran estos trabajos, teniendo en cuenta que no sería principalmente su área de acción lo que ocurre en la ruralidad, Ponce no esquivó el bulto y admitió que en estos casos se debe apuntar a "sembrar conciencia solidaria colectiva entre todos los sectores, algo que parecería fácil, pero es lo que más cuesta. Nosotros trabajamos mucho, a los efectos de generar esa conciencia entre todos los actores, incluyéndonos a nosotros mismos, que nos podamos dar cuenta del valor fundamental que significa la protección de la minoridad. Si queremos un pueblo sano, debemos apuntar a tener una juventud preservada, educada, con soberanía alimentaria. Son los pilares que sostienen a cualquier sociedad que se exprese de modernista", finalizó el secretario general de ATILRA, Héctor Ponce.