Un cierre dramático tuvo el Rally de Finlandia, novena ronda del campeonato, ante el sorpresivo retraso del local Kalle Rovanpera cuando en el penúltimo tramo de la carrera el Toyota cuando chocó con una piedra en el interior de una de las veloces curvas de esa prueba especial y provocó un fuerte vuelco, decretando esto el abandono cuando se encaminaba hacia una nueva victoria junto a Jonne Halttunen con holgada diferencia.
Ante este incidente, el camino quedó allanado para su compañero en Toyota Gazoo Racing el francés Sébastien Ogier, quien tomó la vanguardia y navegado por Vincent Landais, quien concretó su triunfo N° 61 en WRC y repitió en los caminos finlandeses por segunda vez, tras aquella victoria conseguida en 2013, entonces VW y Julien Ingrassia en la butaca derecha.
Ogier completó la prueba con 40s1 de ventaja sobre el Hyundai del belga Thierry Neuville, quien se mantiene al tope del certamen junto a Martijn Wydaeghe. En la tercera posición arribó Adrien Fourmaux, que acompañado por Alexandre Coria en el Ford vuelve a destacarse con una labor sobria y eficaz, terminando a 1m14s1 del ganador.
Sami Pajari y Enni Malkonen (Toyota) cumplió en el cuarto puesto, supeando al Skoda de Oliver Solberg y Elliott Edmonson, que se impusieron en la división RC2 aventajando a los fineses Jari- Matti Latvala (Toyota que conduce junto a Joho Hanninen), Lauri Joona (acompañado por Janni Hussi en el Skoda) y Mikko Hikkla (a bordo de un Skoda que tripuló con Kristian Temonen).