Sucesos

Santa Fe: Imputaron al ex ministro de Seguridad Marcelo Fabián Saín


Hacían carpetas a las que denominaban "perfiles" en las que incluían desde datos acerca de multas de tránsito hasta antecedentes penales, registros de salidas al exterior, bienes y capacidad financiera, entre otros. También incorporaban información de familiares y allegados de las personas "perfiladas". Utilizaban bases de datos públicas y privadas (abiertas y de acceso restringido), legajos y expedientes penales e información obtenida en "tareas de calle".





El ex ministro de Seguridad de Santa Fe Marcelo Saín fue imputado este martes por liderar una asociación ilícita dedicada a receptar en forma indebida de información de ciudadanos no afectados por investigaciones penales. Acción que según los fiscales Ezequiel Hernández y Federico Grimberg está prohibida por la actual ley nacional de Inteligencia, y que tanto el ex funcionario como sus colaboradores que también afrontarán la acusación niegan haber realizado.
La circunstancia de la imputación tiene fuertes derivaciones legales, pero también políticas. Se dan circunstancias remarcables como que el Gobierno de Santa Fe, de quien Saín era parte, se presenta en esta causa en su contra como querellante a través del fiscal de Estado, Rubén Weder. Las imputaciones implican hacer inteligencia ilegal sobre empresarios, gremialistas, legisladores, funcionarios judiciales y policiales, abogados, militantes sociales y periodistas.
Pero también se desplegaron contra Saín otros delitos: sustraer indebidamente y en provecho propio fondos reservados, dar órdenes para inferir malos tratos a personas detenidas, violación de la ley de Inteligencia, abuso de autoridad y violar la ley de secreto. Por todos estos delitos, los fiscales podrían pedir en la audiencia venidera su prisión preventiva.
En el primer tramo de la audiencia, que se desarrolló en la sede de la Fiscalía en Santa Fe, estuvieron tres imputados: Saín, el ex secretario de Seguridad Germán Montenegro y María Agustina Moulins que fue empleada en esa cartera. Se desarrolló por zoom y sin la presencia de un juez, dado que no se pidieron medidas cautelares, es decir, restrictivas de la libertad o sanciones económicas.
Los demás imputados, cinco en total, comparecieron después.





Perotti sabía…





En su descargo por zoom Saín desconoció haber cometido delitos. Sostuvo que el tipo de acciones que le reprochan se realizaban rutinariamente durante la gestión de su predecesor en el Ministerio de Seguridad, Maximiliano Pullaro, que es uno de los querellantes en este caso. Según personas que tuvieron acceso a la audiencia, Saín sostuvo además que todo lo que se hacía en su gestión estaba en conocimiento del gobernador Omar Perotti y que tiene audios grabados que así lo demuestran.
Lo que le atribuyen al grupo acusado en conjunto es haber diseñado, puesto en funcionamiento y sostener un sistema para cometer y permitir delitos, disimular su ilegalidad e intentar lograr la impunidad de los involucrados.
Los fiscales dijeron que esa agrupación ilegal funcionó desde el 30 de diciembre de 2019 hasta el 26 de noviembre de 2021. Que era una organización de estructura piramidal encabezada por Saín como jefe, seguido por la directora de la Agencia de Control Policial Nadia Schujman como organizadora en el Ministerio de Seguridad y la ex directora de Inteligencia del OI Débora Cotichini también como organizadora. Germán Montenegro, el ex subsecretario de Control Diego Rodríguez, el ex subsecretario de Investigación Criminal Pablo Álvarez, las empleadas Milagros Bernard y Agustina Moulins fueron imputados en carácter de miembros.
Las actividades, afirmaron los acusadores, implicaron coordinar, articular y gestionar alianzas entre entre funcionarios pertenecientes al Poder Ejecutivo provincial y al Poder Judicial, específicamente el OI. Todas estas acciones fueron, según los fiscales, posibilitadas por funcionarios de rangos superiores que por sus trayectorias laborales y por sus relaciones de amistad consolidaron vínculos con grupos de menor jerarquía.
A Saín los fiscales le imputan haber dispuesto tanto como ministro de Seguridad como director del OI, de los medios por los cuales la asociación ilícita ejecutó sus planes ilegales con las personas a las que se les pedían tareas ilegales de inteligencia y recopilación de datos, disposición de los recursos, instalaciones y herramientas de trabajo del Ministerio de Seguridad y OI, con claves que fueron solicitadas a distintos organismos públicos y privados.
¿Cuáles eran estas actividades? De acuerdo a los fiscales, dictaban a sabiendas órdenes ilícitas para que sus colaboradores obtuvieran información, las registren y sistematicen en informes de inteligencia sobre personas por el sólo hecho de sus opiniones políticas, pertenencias partidarias o a organizaciones lícitas u otras actividades lícitas. A esos informes los llamaban "perfiles".
Entre las personas "perfiladas" estuvieron el diputado provincial Pullaro, la fiscal Georgina Pairola, el diputado Julián Galdeano, los abogados José Alcácer, Adrián Martínez, Gustavo Peirone, Paul Krupnik, Carlos Varela y sus hijos. Asimismo, los empresarios de medios periodísticos Gustavo Scaglione y Nahuel Caputo, el empresario de la salud Roberto Villavicencio y el secretario general de UPCN Jorge Ernesto Molina.
Asimismo, de acuerdo al planteo de los fiscales Saín instruyó perfilar a los jefes policiales Hugo Tognoli, Cristian Sola, José Luis Romiti, Omar Odriozola, Raúl Ardiles, Rafael Grau y José Luis Amaya, entre otros.
Los fiscales indican que los involucrados enmascaraban la ilicitud de la actividad desplegada para que empleados del Ministerio de Seguridad y del OI a quienes encomendaban desconocer la arbitrariedad e ilegalidad de sus órdenes. Para ello dificultaban las comunicaciones entre sí, centralizaban por sí mismas toda la información e impedían a los empleados y analistas que se comuniquen directamente con fiscales del MPA.
Indicaron que obtenían por sí mismos información, registros y evidencias provenientes de causas penales con trámite en el MPA y en la Justicia federal gracias a sus relaciones personales con distintos funcionarios. Y que revelaban a los demás integrantes de la asociación ilícita y divulgaban en medios de comunicación la información producida, ya sea en causas penales o por medio de las maniobras de inteligencia ilegal, violando el deber de mantener en secreto las investigaciones penales como la reserva debida de toda actividad de inteligencia.
Un segundo delito atribuido por los fiscales a Saín es haber realizado seis acciones de inteligencia prohibidas por la ley 25.520, consistentes en obtener información, producir inteligencia y almacenar datos sobre personas por el sólo hecho de sus acciones privadas, opinión política, adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales o laborales y por actividades lícitas que desarrollan en la provincia de Santa Fe.
Con esas acciones, a las que nunca en audiencia se las llamó espionaje, los fiscales sostuvieron que los acusados procuraron influir en la situación institucional, política, policial y social de la provincia.


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