11.25 Los reclamos para transformarla en autovía o autopista se sucedieron sin éxito. Se reactivaron esta semana, en coincidencia con un nuevo choque fatal.
La extrema necesidad de transformar la ruta nacional 11 en una autovía más segura volvió esta semana a la agenda pública. El miércoles pasado otro accidente costó la vida de tres personas. Dos de ellas de Rosario. Pero ese corredor, uno de los más importantes que recorre verticalmente el noreste argentino –atravesando íntegramente nuestra provincia–, construido en 1938, sigue siendo una trampa mortal por múltiples razones: fundamentalmente que su trazado y su trocha son los originales, concebidos en la tercera década del siglo pasado. Pero la magnitud y el porte del tránsito aumentó en una proporción exponencial.
Existe entre los interesados una coincidencia que apela al sentido común. Una ruta cuyo mantenimiento ha sido irregular y su deterioro constante, no puede sino provocar accidentes constantemente y algunos tremendamente conmocionantes.
El más letal configuró un drama que enmudeció al país en 2006 cuando en la madrugada del 9 de octubre un camionero alcoholizado cruzo de carril e impacto de frente al ómnibus en el que alumnos y docentes del colegio porteño Ecos volvían de entregar donaciones en una escuela rural de Chaco. Murieron nueve estudiantes, una docente, el chofer del camión y su acompañante.
Razones de un nuevo choque
En las primeras horas del miércoles último, en el kilómetro 686, entre Margarita y Calchaquí, un auto Renault Clio a bordo del cual iban tres hombres y que viajaba de norte a sur impactó contra un ómnibus que lo hacía en sentido contrario proveniente de Rosario y hacia la ciudad chaqueña de Roque Sáenz Peña. Los tres ocupante del auto murieron en el acto y el chofer del transporte de pasajeros, de la empresa Aguila Dorada Bis, debió ser internado.
Por su extensión, la 11 es una de las rutas que mayor flujo vehicular registra en la región. La ruta 11 sigue teniendo dos carriles y carece de banquinas en buen parte de su trayecto. Une las provincias de Santa Fe, Chaco y Formosa a lo largo de 980 kilómetros, de los que 616 son santafesinos.
Para el Observatorio Vial de la provincia, las rutas 11 y 34 son las que más víctimas fatales registran en el territorio santafesino. En ese fatídico podio, la ruta 11 suele rondar cerca del 10 por ciento anual de todas los muertos que la accidentología vial provoca cada año.
Desde la capital provincial hacia el sur, la Autopista Rosario-Santa Fe descargó buena parte del tránsito convirtiéndose desde Santo Tomé hasta los puertos al norte de Rosario en la más usada por los camiones de carga que viajan a las terminales sobre el río Paraná.
Hacia el norte de La Capital, las autoridades buscan, tal como explica el ministro de la Producción, Daniel Costamagna, con el afianzamiento de otras variables para el transporte de mercancías y productos como la autovía o los trenes de carga que se buscan reactivar logren en el trayecto hacia el norte un efecto similar al que con los años generó la autopista Rosario-Santa Fe sobre el volumen de tránsito en la ruta 11 al sur de la capital provincial.
Hoy no están a mano las cifras de cuántos autos, ómnibus y camiones circulan diariamente en el tramo con que la 11 atraviesa el centro norte provincial. Cifras duras que el ministro Costamagna está seguro es de una magnitud sumamente importante y se compromete a precisar.
Larga historia de reclamos
Está claro que la traza actual y el estado de deterioro (extremo en algunos tramos) es directamente proporcional a la peligrosidad que el corredor ha ido ganando en sus 98 años de existencia y uso permanente.
Desde la década del 90 del siglo pasado se discute al respecto y todos los gobiernos que se han sucedido han incluido esa obra entre sus peticiones ante el gobierno central. Al tratarse de una ruta nacional es el Congreso a instancia del Poder Ejecutivo el que debe incluir partidas para su realización el presupuesto federal y ello, como se sabe, importa negociaciones arduas y promesas sucesivamente incumplidas.
El dato más paradójico lo brinda la autovía de la ruta 19. Lo recuerda Costamagna por tratarse de otra vía esencial para la producción, en este caso el Corredor Bioceánico que sería núcleo de la Región Centro del país creada en 1998. Una obra que debió construir el gobierno nacional para evitar que, cómo en la 11 o también en la 34, los accidentes siguieran enlutando a los argentinos. Ante las demoras, el entonces gobernador Jorge Obeid decidió gestionar en el año 2007 un crédito al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y encarar la transformación de los dos carriles existentes entre Santa Fe y Frontera (lindante con San Francisco, Córdoba) en una autovía de dos carriles dobles cada uno. A modo de resarcimiento, el Estado nacional se comprometió entonces a construir un nuevo puente sobre el río Salado para crear un nuevo enlace vial entre Santa Fe y Santo Tomé. En la actualidad, 15 años después, la construcción de dicho puente aún no se licitó.
Con el accidente del miércoles, fuentes oficiales sostienen que el gobernador Omar Perotti no resigna el anhelo de lograr que durante lo que queda de su mandato haya avances para la futura realización de la obra de la ruta 11. Pero prima la cautela ante el hecho de que la pandemia que ya les consumió la mitad de mandato no ha concluido aún y demandó que todos los esfuerzos presupuestarios la tuvieran casi como destino sino excluyente sí primordial, dicen
Y, a raíz del mismo accidente, legisladores santafesinos provinciales y nacional renovaron su reclamo con una misiva al presidente de la Nación, Alberto Fernández, insistiendo en la necesidad de encarar con urgencia la autovía. Otra carta de igual tenor fue enviada al Congreso, a la par de sendos pedidos de audiencias al ministro Obras Públicas nacional, Gabriel Katopodis, y al titular de Vialidad Nacional, para retomar los proyectos ejecutivos existentes de la transformación de la arteria vial en autovía.
Estos pedidos fueron dados a conocer por el senador Rodrigo Borla, los diputados provinciales Maximiliano Pullaro, Fabián Bastia y Sergio Basile y los diputados nacionales Victoria Tejeda y Gabriel Chumpitaz, al participar de la una reunión realizada en la ciudad de San Justo y en la que la población de la ciudad y otras del corredor de la ruta 11 de concentraron preocupados por el siniestro.
Los legisladores de la oposición dijeron que buscarán esta semana que sus pares de todas las bancadas del Senado y la Cámara de Diputados provincial se sumen para insistir nuevamente por la obra ante la Casa Rosada. Anticiparon también que pedirán al gobernador Omar Perotti que se sume y encabece la gestión.
Solo anuncios
En el año 2008 se llevó adelante en Videla (departamento San Justo), la primera reunión del Foro por la Autovía, en el que participaban las autoridades de las localidades vinculadas a la ruta 11, instituciones intermedias y de la sociedad civil. Desde ese entonces y hasta el año 2012 se realizaron diferentes encuentros en Vera, San Justo, Avellaneda y hasta inclusive en la Estación Belgrano de la ciudad de Santa Fe para lograr la transformación de la –ya por entonces– vieja ruta.
El primer anuncio fue en 2012, cuando desde Nación se comenzó a hablar en vez de autovía, que se realizaría una autopista.
El proyecto ejecutivo de dicha obra incluía la transformación en autopista de los tramos Santa Fe-Emilia y Emilia-San Justo. A fines de 2016, el por entonces ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, anunciaba la licitación de las obras para la ruta 11. En principio la transformación en autopista desde Santa Fe hasta San Justo y posteriormente la confección de una ruta segura desde San Justo hasta Resistencia (Chaco). Sin embargo, en 2018 el propio Dietrich dio marcha atrás y anunció que la Nación solo iba a ejecutar trabajos de mantenimiento sobre la ruta, pero sin avanzar en la ampliación. De ese modo, quedaron en suspenso las obras de la autopista Santa Fe-San Justo y de la ruta segura de San Justo a Resistencia. (La Capital)