Pasado el mediodía de este viernes 9 de febrero, se conoció en el Centro de Justicia Penal de Rosario la pena para cuatro imputados por el asesinato del concejal Eduardo Trasante, asesinado a tiros a mediados de julio de 2020 en su vivienda ubicada en la zona sudoeste de la ciudad de Rosario. En una sala colmada, el Tribunal integrado por los jueces Paola Aguirre, Ismael Manfrín y Pablo Pinto sentenció a Brian Álvarez, Alejo Leiva, Facundo López, y al jefe narco Julio Rodríguez Granthon, alias "el Peruano" (que ya cuenta con 3 condenas por narcotráfico), como co-autores del asesinato del exedil y pastor, a la pena de prisión perpetua.
Los fiscales del caso, Gastón Ávila y Matías Edery, al igual que la abogada querellante que representa a la pareja de Trasante, Gabriela Durruty, pidieron prisión perpetua para el cuarteto por los delitos de homicidio doblemente calificado por precio o promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego en calidad de partícipes necesarios.
Antes de leer la parte resolutiva de la sentencia, los jueces Paola Aguirre, Ismael Manfrín y Pablo Pinto remarcaron que todo el debate oral giró en torno a la pregunta "¿Quién mató a Eduardo Trasante?", y que es interpretación “no sólo marcó la actividad de las partes durante la investigación sino que también fue la incógnita que circundó en esta sala de audiencias durante la tramitación de todo el juicio oral”, dijo el juez Pinto.
Además, agregó que el caso era complejo, y que dicha complejidad “viene dada por la esencia misma del hecho, esto es: un conjunto de acciones con finalidad homicida, repartidas entre varias personas y cuyas pruebas valoradas en conjunto acreditarían, conforme lo sostenido por las acusaciones en sus alegatos, la responsabilidad penal de cada uno de los enjuiciados".
Tras esto, el Tribunal condenó por unanimidad a los cuatro acusados a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma en calidad de coautores, y en el caso de López y Álvarez se sumó el delito de encubrimiento simple.
La preparación
Según se reveló en las audiencias que comenzaron en noviembre del año pasado, para la fiscalía, Julio Rodríguez Granthon, desde el pabellón 9 de la cárcel de Piñero, realizó las gestiones para conseguir el vehículo Peugeot 308 Allure color blanco que fue utilizado para cometer el homicidio.
Se comunicó por WhatsApp con Brian Álvarez para solicitarle el vehículo y que se lo tenía que entregar a una persona de su confianza que se iba a comunicar con él y que luego le iba a pagar.
Luego, Facundo López, siguiendo las indicaciones de Rodríguez Granthon, se comunicó en la noche del 11 de julio con Álvarez y tras decirle que llamaba de parte de "el extranjero" (Rodríguez Granthon), pidió que le entregara el Peugeot 308 Allure, que había sido robado la noche anterior en calle Juan XXIII al 6600. Cerca de las 22:30, López recibió el vehículo en inmediaciones de Rouillón y Cisnero, en la zona oeste de Rosario, a muy pocas cuadras de donde había sido robado.
Dos días después, en la tarde del 13 de julio, Alejo Leiva, “cumpliendo con un aporte esencial al plan criminal, envió 5 imágenes desde su celular a una persona aún no identificada. En la secuencia se ve el frente del domicilio de la víctima Eduardo Enrique Trasante en dos oportunidades, además se ven fotos con carteles alusivos a la víctima y en otra imagen se observa el frente de su domicilio, el que tiene dibujado un círculo de color celeste que rodea la puerta de ingreso a la vivienda”, se dijo en las distintas audiencias.
Luego del homicidio, que todavía no se sabe quién o quiénes fueron los ejecutantes, Alejo Leiva tuvo en su poder la llave del Peugeot 308 utilizado, que entregó a Facundo López para que se deshiciera del auto.
Alrededor de las 20 (horas después del asesinato) López fue con dos vecinos a buscar el Peugeot 308, y lo llevaron hasta la zona de Uriburu y Barcalá, en barrio Tablada, a pocas cuadras de la vivienda de Facundo López (tiene domicilio en calle Centeno, entre Chacabuco y Esmeralda), donde fue hallado en la madrugada del 15 de julio de 2020.
El crimen
En la tarde del martes 14 de julio de 2020, en la zona de San Nicolás y bulevar Seguí, en barrio Alvear, al sudoeste de Rosario, fue asesinado el pastor evangélico y ex concejal Eduardo Trasante (había sido edil por Ciudad Futura).
Según la investigación judicial y policial, Trasante recibió un disparo cuando estaba en el interior de su casa, frente a su familia. El ataque fue perpetrado por dos personas que llegaron en un Peugeot 308 de color blanco, se bajaron, tocaron timbre y cuando la pareja del pastor salió a atender, la llevaron bajo amenazas hasta el interior de la casa. En ese momento, el exconcejal bajaba las escaleras del primer piso, y sin mediar palabra, le pegaron un balazo en la cabeza y se dieron a la fuga. La secuencia de ingreso y egreso de los homicidas, que duró casi 6 minutos, quedó filmada por una cámara de seguridad ubicada en la cuadra.
Trasante era papá de Jeremías, una de las víctimas del triple crimen de Villa Moreno, ocurrido el 1º de enero de 2012 en la zona sur de Rosario. Poco más de dos años después, el 3 de febrero de 2014, otro de sus hijos fue asesinado: Jairo Natanel, de un balazo en el abdomen, a la salida de un boliche.
Trasante había sido elegido concejal en 2017, como cabeza de lista del partido Ciudad Futura. Pero un año después renunció a su banca tras una denuncia de acoso dentro de las filas del partido, por la cual se activó un protocolo interno sobre violencia de género.
Fuente: El Litoral