Algunos alimentos pueden ayudar a mejorar la sintomatología y otros la empeoran.
Por Laura Conde para La Vanguardia. La rosácea es una dermatosis crónica que afecta aproximadamente a un 10% de la población. Pese a que no suele tener repercusiones graves para la salud de quienes la presentan, sí puede suponer una carga emocional por su dimensión estética.
Así lo señala el artículo ‘Rosácea: revisión y nuevas alternativas terapéuticas’, realizado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que destaca la importancia de que el médico de familia conozca las múltiples opciones de tratamiento disponibles y pueda derivar al dermatólogo a pacientes que puedan beneficiarse de sesiones de láser u otros tratamientos específicos.
"Se debe explicar al paciente las características de su enfermedad en lo relativo a cronicidad, factores desencadenantes, etc., lo cual reduce frustraciones, falsas expectativas y ansiedad", señala el artículo.
Cómo se manifiesta la rosácea
Según explica Cristina Villegas, jefa del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja (Madrid, España), "la rosácea es una afección cutánea que consiste en un proceso inflamatorio crónico que se manifiesta en forma de enrojecimiento, hinchazón, dilatación de vasos sanguíneos y en casos más severos pústulas".
Afecta a la cara, principalmente nariz y mejillas, y suele originar brotes de lesiones de forma recurrente. Su origen es desconocido, aunque el estrés y otros factores ambientales, alimentarios, infecciosos y hereditarios pueden influir en su aparición".
Aunque puede darse en el conjunto de la población, la doctora destaca que suele ser más habitual en mujeres de entre 35 y 50 años.
Factores desencadenantes
Entre los condicionantes que pueden llevar a un agravamiento de los síntomas encontramos "los cambios hormonales, los cambios bruscos de temperatura, la exposición al sol, algunos medicamentos vasodilatadores, alimentos muy especiados o picantes, las bebidas alcohólicas y, sobre todo, él estrés", explica Villegas.
En este sentido, la médica recomienda a cada paciente aprender a reconocer los factores desencadenantes para evitarlos en la medida de lo posible.
El rol de la alimentación
En cuanto a la alimentación, como consejos generales Villegas recomienda "evitar las comidas muy especiadas o picantes, así como las comidas y bebidas muy calientes y las bebidas alcohólicas, además de reducir los alimentos con chocolate".
Por el contrario, entre los alimentos que las personas con rosácea deben introducir en la dieta para mejorar la sintomatología se encuentran los siguientes:
Alimentos ricos en omega 3 y 6
Los pescados azules como sardinas, caballa, salmón o atún son muy recomendables para las personas que tienen rosácea gracias a su alto contenido en ácidos grasos omega 3 y omega 6.
Lo explica Isabel Sánchez, nutricionista de BluaU, de Sanitas: "La dieta de las personas que padecen rosácea está orientada a disminuir la inflamación cutánea por lo que siempre se recomienda apostar por alimentos antiinflamatorios, especialmente si son ricos en omega 3 y 6".
En esta categoría encontramos, además de los pescados azules, otros alimentos "como las nueces, las semillas de lino, de calabaza o los aceites vegetales como el de girasol o el de maíz", continúa la nutricionista.
Alimentos ricos en vitamina E
Es un un antioxidante fundamental para prevenir el desarrollo de la rosácea. Alimentos ricos en esta vitamina son las almendras, maníes, pistachos, avellanas, la palta y los aceites vegetales, así como espinacas y espárragos.
Diversos estudios han relacionado el consumo de vitamina E con el alivio de enfermedades dermatológicas como el eccema o la psoriasis, aunque por el momento no existe evidencia científica de que esta actúe contra el cáncer de piel, las estrías o las cicatrices y heridas de acné, entre otros.
Alimentos ricos en vitamina C
La vitamina C es uno de los antioxidantes más presentes en nuestra alimentación y uno de los que presentan también mayores beneficios para la salud dermatológica. Se encuentra en alimentos como cítricos (naranjas, mandarinas, pomelo), frutillas, kiwis o, sobre todo, morrón rojo. Conviene obtenerla siempre de aquellos alimentos de temporada.
Alimentos ricos en vitamina B
Las vitaminas del grupo B pueden ayudar a reducir la rosácea. Según un artículo de Jaime Piquero Martín, dermatólogo del Hospital Vargas de Caracas, concretamente la vitamina B3 es un potente antiinflamatorio que "mejora la función de la barrera y disminuye en un 2% la excreción sebácea", cosa que puede mejorar los síntomas de la rosácea. Alimentos ricos en vitamina B3 son el maní, el atún, el pollo, el cordero o el salmón, entre otros.
Alimentos ricos en selenio
Sánchez recuerda, por último, que para mejorar la rosácea conviene introducir en la dieta alimentos ricos en selenio. El huevo presenta 192 microgramos de este mineral por cada 100 g, lo que cubre se sobras los requerimientos diarios. Además del huevo, otros alimentos que contienen selenio son los mariscos, el arroz, el trigo, la carne de cerdo y las nueces pecán, entre otros.