Lo afirmó la presidenta de CAPHREBAR, que a pesar de no ser oriunda de Rafaela se reconoció como tal. Destacó, además, todos los valores que la Perla del Oeste inculcó en ella y el gran potencial que tiene como ciudad de eventos.
El camino a los 141 años de la ciudad de Rafaela sin dudas fue sinuoso, con etapas más amigables que otras, pero ninguna capaz de frenar el crecimiento de lo promisorio de la Perla. El hito histórico más reciente que marcó el potencial, la resiliencia y la perseverancia local fue la pandemia. Un evento que sin dudas significó un antes y un después, un quiebre para todos -no solo para los rafaelinos- para el comercio, la vida social y familiar. “Fue un suceso que nos obligó a repensar no sólo los negocios sino las relaciones familiares y humanas, las relaciones laborales. Fue un desafío muy duro que nos tocó transitar a todos”, aseguró la titular de CAPHREBAR Silvina Imperiale, en diálogo con DIARIO CASTELLANOS.
Una ciudad de eventos
Salir de esa gran crisis es uno de los grandes diferenciales que Rafaela tiene por encima de otras ciudades. “No tiene nada que envidiar a otras ciudades que son similares en su estructura, por supuesto que hablamos de ciudades a fines, como Tandil o Venado Tuerto, que tienen en promedio 120 y 150 mil habitantes. En relación a esas localidades no creo que estemos en desventaja. Sí tendríamos que mejorar la conectividad o los accesos de la ciudad, siempre pensando desde el sector turístico, para hacerla más seductora para todos aquellos viajeros que vienen por diferentes motivos, laborales, deportivos o culturales, en virtud de todos los eventos que se organizan en el presente y que tenemos el proyecto de seguir organizando a futuro”, sostuvo Imperiale.
“Hoy la ciudad está muy linda, se está acomodando para ser sede de eventos. Somos una ciudad cosmopolita donde han confluidos todas las culturas y eso es una puesta en valor que debemos aprovechar”.
“Todos los turistas destacan su belleza, su limpieza, su prolijidad; creo en lo personal que la ciudad está muy linda. Desde mi lugar, al frente de CAPHREBAR y en relación a lo que venimos trabajando, sí debemos resaltar la colaboración de las autoridades municipales en épocas de plena crisis, y aún hoy donde hay socios que se encuentran pagando lo atrasado por todo lo que se acumuló. Siempre nos acompañaron las autoridades municipales con mucha predisposición. Principalmente todo el sector de turismo, con Alejandra Mahieu a la cabeza, Diego Peiretti en la Secretaría de Innovación y Desarrollo, e incluso el propio intendente Luis Castellano, que siempre nos ha acompañado desde su lugar. En la actualidad, hay que destacar el trabajo en equipo que hacemos con el Ejecutivo municipal; estamos trabajando todos juntos para posicionar a Rafaela como una ciudad de eventos”.
En relación a los proyectos que se vienen realizando para poder consolidar a la ciudad de Rafaela como esa ciudad de eventos capaz de atraer a los turistas de todo el país, Imperiale destacó que “tenemos muchos proyectos, desde el sector privado, y del sector público, y otros de articulación público-privada. Si nos llegara a salir la mitad de todo lo que nos estamos proponiendo, el desafío con el que vamos a empezar el próximo año será realmente una maravilla”.
Sin dudas que luego de la pandemia “nos encontramos renovando las expectativas y las ganas de trabajar por una Rafaela más linda, donde todos tengamos empleo, donde nuestros chicos tenga espacio para desarrollarse, en una ciudad de primera línea, ¿por qué no?”, se preguntó.
Valores inquebrantables
Rafaela es una ciudad prolija, pujante, con un distintivo en el emprendedurismo, la industria y un gran potencial de trabajo. Pero esas características no pueden ser tales si no pensamos en el perfil de los ciudadanis. Imperiale reconoció que “el rafaelino es un personaje muy especial, es un tipo que labura, que tiene en claro sus objetivos y que todos los días se levanta pensando en cómo va a innovar, cómo va a crecer, cómo va a progresar, qué vuelta de timón le va a dar a su negocio para refuncionalizarlo”.
“Y por todo ello, cada rafaelino hoy merece pasar el mejor de los días, en el día de su ciudad. Me voy a tomar el atrevimiento de incluirme en ella, si bien yo no soy una rafaelina nativa, hace muchos años que estoy acá, mis hijos nacieron en esta ciudad, en ella sí encontré mi lugar en el mundo”.
“Rafaela me transmitió muchos valores de esfuerzo, de futuro, de progreso, de proyectos, en esa maquinita incansable que tiene el rafaelino de producir, trabajar, de crear, de estar siempre a la vanguardia; lo que tiene lo mejora con ese deseo de hacer y hacer. Es un valor que la ciudad conserva y que se ha perdido a lo largo de los años en otros lugares, donde prevalecen la cultura del todo es lo mismo y la falta de importancia a la meritocracia; eso en Rafaela no se ve tan terrible como sí en otras ciudades, víctimas del clientelismo y del para qué esforzarse. Ojalá podamos rescatar de esos pensamientos o de esas ideas a aquellas personas que, por falta de oportunidades o por comodidad o porque le han hecho creer eso, han caído en ese discurso tan fácil de que todo es lo mismo, de que no importa el esfuerzo”, reflexionó.
“El rafaelino me enseñó que no todo es lo mismo, que trabajando se puede y que tenemos que ponernos las pilas para poder seguir haciendo de Rafaela una ciudad ejemplo, para todos aquellos que nos visitan. Ese es mi deseo, y mi fraternal abrazo para todos. Que pasemos un muy lindo día”, sentenció Silvina Imperiale.