La cabecera del Departamento Castellanos -tercera ciudad más importante de la provincia, con 120.000 habitantes y 42 barrios conformados- cerrará un mes de octubre con alrededor de 150 hechos contra la propiedad, lo que significa unos 5 en promedio por día. ¿Eso la convierte en una ciudad insegura o la define como una localidad con hechos de inseguridad?
Sobre el particular mucho podrá decirse o mucho podrá escribirse. Los datos de la realidad indican que Rafaela es una ciudad con alrededor de 120.000 habitantes, con 42 barrios conformados, que está considerada como la tercera en importancia dentro del territorio santafesino detrás, obviamente, de Rosario y Santa Fe.
De acuerdo a datos estadísticos extraoficiales compilados por Diario CASTELLANOS, este mes de octubre termina con aproximadamente 150 hechos ilícitos contra la propiedad. Ello significa que se cometen en promedio 5 sucesos por día. En este contexto podríamos considerar que los números no son exagerados: en una ciudad de las características de la nuestra, ¿puede suceder -lo decimos a modo de ejemplo- un arrebato, una entradera a un comercio o una casa; el robo de una bicicleta y el de una moto; y la sustracción de alguna garrafa o un par de zapatillas? Claro que sí. No vamos a tener una ciudad con delito cero. No existe en el mundo.
En Rafaela llevamos hasta aquí tres homicidios en lo que va del año. Pero, por ejemplo, en octubre no hubo heridos por disparos de armas de fuego y hubo un solo caso con heridas de arma blanca. Hubo cerca de 16 robos de bicicletas desde la vía pública o desde viviendas, haciendo aquí la salvedad que en varios de los casos es porque esos vehículos son dejados sin medidas de seguridad o, en el caso de algunas motos, con las llaves de encendido colocadas, ya sea por olvido, descuido o negligencia de sus propietarios.
Entonces, como señalamos en el título, ¿ésto convierte a Rafaela en una ciudad insegura o la transforma, lógicamente, en una ciudad con hechos de inseguridad?
Hay cosas para hacer, Sr. Gobernador
Claro es, son solo sugerencias, simplemente por el hecho de que Rafaela es su ciudad, la de su familia y la de muchos de sus amigos; además de ser también el origen de algunos de sus ministros y de hombres de su absoluta confianza.
Lo primero que nos atrevemos a decir -con conocimiento de causa- es que desde hace mucho tiempo Rafaela no contaba con una dupla de conducción en la Unidad Regional V como la actual que integran José Carruega y Víctor Rivero, dos funcionarios policiales jóvenes, comprometidos con la gestión, respetados por la mayoría de los subalternos, trabajadores incansables y, por sobre todas las cosas, honestos.
Otra de las cuestiones es que cuando se logra conformar este tipo de conducción, los funcionarios -léase Ministro de Seguridad y Jefe y Subjefe de Policía de la provincia- deben acompañar con material humano y logístico indispensable para que ese trabajo pueda dar aún mejores resultados.
Ayudaría y mucho -casi como una cuestión indispensable- que la ciudad tenga un Juez Federal y un Fiscal Federal titular, sin subrogancias de ningún tipo.
Rafaela dejó hace tiempo de ser una ciudad de paso para la droga, ya que ese flagelo llegó para quedarse. Y, por si algo faltara, se sabe fehacientemente que desde hace mucho que las bandas de narcotraficantes, que se encuentran cada vez con más dificultades para moverse en lo que eran sus ámbitos iniciales, miran con muy buenos ojos el tipo de ciudades como la nuestra para terminar de poner sus pies en una región muy poco explotada hasta aquí.
Entonces, quizás lo ideal sea continuar profundizando la tarea mancomunada y el esfuerzo conjunto conformando nuevamente las Mesas Multiagenciales. En ellas de una buena vez por todas deben estar sentados todos aquellos que puedan aportar de manera importante y sacar aquellas sillas que puedan ser ocupadas por personas que puedan ir detrás de cuestiones políticas baratas.
Allí deben estar las fuerzas que integran el Comando Unificado, pero también los fiscales y la Justicia, además de las Áreas sociales del Municipio y los representantes de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
En definitiva, por lo dicho, está claro que hoy no es tiempo de seguir "consejos" de aquellos que intentan "dinamitar" la estabilidad de las autoridades policiales en la ciudad, con un único objetivo de poder satisfacer vaya a saber qué oscuros intereses personales y/o profesionales.
Los accidentes
Hace algunos días publicamos en Diario CASTELLANOS un suplemento especial dedicado al cumpleaños número 141 de Rafaela. Y en el mismo -entre otras cosas- hacíamos referencia a lo caótico del tránsito en la ciudad. Indicábamos -por ejemplo- siempre con datos estadísticos propios, que en los primeros nueve meses del año se habían producido unos 1.500 siniestros viales cifra, que significaba un promedio de poco más de 5 accidentes por día.
Así las cosas, pareciera que ésto no merece -al menos para muchos, aunque sí para CASTELLANOS- una nota de opinión o editorial al respecto. Y queda claro también que en ese informe hicimos referencia a los hechos de inseguridad porque no pretendemos, claro está, tapar una realidad que es visible y palpable.
Sobre el robo del camión
El pasado 15 de octubre en horas de la madrugada, personas desconocidas robaron un camión Mercedes Benz con acoplado, perteneciente a una empresa de transporte de nuestra ciudad, que había sido dejado estacionado por su chofer la noche anterior en la Colectora de la Av. Ángela de la Casa al 100, aproximadamente.
Hasta el momento el vehículo no apareció y su propietario mostró su ofuscación en distintos medios de comunicación de la ciudad, debido al presunto desinterés -según él- de los investigadores para tratar de ubicar al rodado que tiene un importante valor económico. De acuerdo al relato, el vehículo fue detectado saliendo de Rafaela hacia el sur, realizando una parada en Angélica donde presuntamente anularon el sistema de alarma y de posicionamiento satelital, para tomar luego la Ruta 19 hacia Córdoba, con paso registrado por el peaje de Devoto y también en la localidad de Montecristo.
Lo que no se dice
Cabe acotar -de acuerdo a datos proporcionados a CASTELLANOS por fuentes inobjetables- en primer lugar que no cualquiera está en condiciones de robar un camión de esas características. Hay que ser un ladrón avezado que, además, debe conocer los sistemas para anular las alarmas y el de posicionamiento satelital. No cualquiera puede hacer arrancar un vehículo de esos solamente 'pelando' y 'uniendo' cables, como puede suceder con una moto.
Lo que nadie dijo hasta aquí, ni el dueño del camión, ni el chofer y tampoco los investigadores -porque sobre el particular no hubo información oficial-, es que el camión había sido dejado con las llaves de contacto colocadas. Si ésto en realidad fue así, la situación cambia sustancialmente. Habrá que aguardar el paso de las horas y permitir que los investigadores de la AIC sigan trabajando para tratar de recuperar una herramienta de trabajo muy importante para sus propietario.