Las armas han existido desde tiempos remotos en la historia de la humanidad. Desde las primeras piedras y palos hasta el armamento con tecnología más sofisticada, siempre han estado presente transversalmente en las diferentes sociedades.
Con el pasar del tiempo además de ser usadas para el ataque y la defensa, también fueron incorporándose al mundo deportivo, dando lugar a disciplinas que toman el mismo medio (apuntar y disparar), pero cambiando el fin (acertar en un blanco, en vez de herir o matar).
Una mirada deportiva
En nuestra ciudad el Tiro Federal Argentino es sin dudas una institución tradicional. Sin embargo todavía muchos ciudadanos no tienen muy claro qué es lo que ocurre allí dentro. Algunos, movilizados tal vez por la asociación entre armas y violencia, suponen que se trata de un lugar donde concurren personas cargadas de ira a mejorar su capacidad de hacer daño.
Pero nada más alejado de la realidad. Así lo relata Dino Giailevra, instructor de tiro certificado por la ANMaC: "Es una disciplina muy completa en la que se trabaja la concentración y el dominio de tu cuerpo. Es muy buena para la gente que busca recrearse y relajarse. Porque a pesar de que estamos hablando de tiro, es una actividad muy relajante. Hacemos hincapié en que las armas son herramientas deportivas, como un tenista tiene una raqueta para poder pegarle a la pelota. Nosotros tenemos que hacer centro en un blanco que está a cierta distancia y para eso necesitamos las armas que estamos utilizando. Siempre con un enfoque deportivo. Nosotros enseñamos que las armas deben ser usadas con mucha responsabilidad, cuidado y conocimiento para evitar un accidente".
Giailevra detalló por qué el tiro debe ser entendido como una actividad que trae beneficios en varios aspectos: "Es algo que te carga de adrenalina, pero después te deja una sensación muy satisfactoria de tranquilidad. Cuando empezás a trabajar esto en profundidad, tu cabeza comienza a buscar el punto de concentración en donde encontrás la tranquilidad y mejorás la respiración. Son muchas técnicas que empleamos en el proceso del disparo que, más allá de apretar un disparador, complementan todo el bienestar de una persona. Lo que buscamos es que se entienda eso, que el tiro es una actividad muy completa para lograr un buen estado corporal y mental. Por eso hay cada vez más gente que se está acercando al club".
Seguridad personal
Además de aquellos que llegan hasta allí con fines deportivos, también están quienes se sienten atraídos por cuestiones que tienen que ver con asuntos sociales como la seguridad del entorno familiar: "Otra parte de la gente viene por satisfacción personal, para saber manejar un arma con seguridad. A veces tienen armas heredadas de los abuelos o de los padres en la casa, y eso a veces genera intranquilidad si es que no se saben manejar de manera adecuada. Lo que hacemos es darle una instrucción básica de lo que implica el mal manejo de un arma con sus consecuencias legales y por supuesto les enseñamos cómo es hacerlo con seguridad y responsabilidad".
Entre los puntos que toca esa capacitación están el correcto guardado de las armas y las municiones en el domicilio. Se explica también qué precauciones especiales hay que tener cuando hay niños en la casa. Otra cuestión no menor es aprender cómo se debe trasladar un arma de manera legal para no tener problemas ante un control policial.
Acá también hay crisis
La difícil situación económica actual también afecta a aquellos usuarios de armas de fuego. Esto se materializa en gran medida en la dificultad de acceder a la cantidad de munición deseada. Sin embargo, el entrevistado explicó que hay técnicas para trabajar con munición inerte, o "técnicas en vacío" que prolongan mucho el tiempo de práctica porque la cantidad de munición viva que uno tira es muy poca.
Perfiles de los tiradores
Aunque existen algunas recomendaciones de edad mínima para iniciarse en el tiro, Giailevra aclara que existe un público muy diverso que se está inclinando por esta actividad: "Es muy interesante la amplitud en cuanto a las edades, profesiones u oficios. Tenemos personas que tienen los 21 años cumplidos e incluso algunas más jóvenes que vienen con sus padres, porque así lo indica la reglamentación de la ANMaC. Pero también hay gente de más de 70 años. También cada vez vienen más mujeres que se acercan a la actividad del tiro con una pasión que supera a cualquier varón. Incluso el club tiene la actividad de arquería, donde la cantidad de mujeres que tiran con arco y flecha es fantástica".
En primera persona
Por gentileza de Matías Rossi, miembro del club quien facilitó el acercamiento de este medio, pudimos experimentar lo que se siente el disparar un arma de fuego en un entorno controlado. En este caso fue con una pistola calibre 9 mm. El encuentro consistió en una pequeña introducción teórica sobre protocolos de seguridad, forma correcta de empuñar en arma y técnicas para cargar las municiones.
Luego de los primeros 10 tiros, dimos por comprobado aquello de la necesidad de concentración y complemento entre cuerpo y mente. De todas formas vale la advertencia de que en este punto la actividad comienza a volverse de alguna forma adictiva y ¡dan ganas de volver a intentarlo!
Además del tiro en sí, fue muy satisfactorio observar la camaradería de quienes estaban en el lugar. La colaboración recíproca y la generosidad de los más experimentados a través de sus consejos, dejaban en claro que existe en el Tiro Federal de Rafaela una alternativa más que interesante para quien busque eso que todavía no ha encontrado en otra disciplina.